El Athletic, que acariciaba la victoria tras un golazo de Williams, cede dos puntos por una carambola en contra entre Simón e Iñigo Martínez
Helado. Así se quedó San Mamés después de que al Athletic se le escapase la victoria que tenía en la mano tras un golazo de Williams. Una desafortunada carambola entre Simón, al que se le escurrió la pelota, e Iñigo Martínez, al que le golpeó en la cabeza, terminó en un autogol que dejó a los leones sin dos puntos de oro. Se quedan encabezando el furgón de los que persiguen Europa. Una ocasión perdida.
El equipo rojiblanco entró muy bien en el partido, jugando con mucha fluidez. De ahí que fueran cayendo como gotas de agua las ocasiones: sendos cabezazos de Córdoba y Yeray precedieron a una clarísima de Raúl García tras una fulgurante arrancada de Muniain. Su disparo fue repelido por Masip, que terminaría siendo decisivo.
El Real Valladolid apenas se había estirado en la primera parte, salvo en un mano a mano de Enes Ünal. Simón, haciéndose grande, evitó con una parada el percance de Yeray. El gol del Athletic, segundo de Williams en la temporada, llegó en una fantástica cabalgada de Iñaki, que se fue en plan velocista tras un pase en largo de Unai López. Tuvo la frialdad de desbordar a Masip para frenarse en seco y no precipitarse ante el acoso de Kiko Olivas. Sacó mucha clase en la acción.
Los pucelanos apenas hacían daño con las repetidas llegadas de Nacho y fue en una de ellas en las que pescaron, ya en el minuto 71, el empate de oro. Después de que Míchel amenazase con una volea bien blocada por el portero rojiblanco, el Athletic tuvo la victoria en la bota derecha de Muniain. Su disparo envenenado fue sacado por Masip con una gran estirada.
