Sevilla 4-Athletic Club 1: Buen comienzo y peor final

El Athletic Club ha perdido 4-1 ante el Sevilla FC y ha terminado el campeonato de Liga en la undécima posición. Aduriz, de penalti, ha adelantado a nuestro equipo al poco de comenzar, pero Kanoute (2) Keita y Navas han marcado para el cuadro local. Buen comienzo y peor final, repleto de impotencia. Así podríamos resumir el partido que ha cerrado la temporada. Una lástima ya que la plaza para la Intertoto ha estado al alcance durante una decena de minutos, aunque se sabía de antemano la dificultad que entrañaba la plaza andaluza. A pesar de los pesares, el adverso resultado no debe empañar un positivo balance de la temporada, puesto que el equipo ha logrado el objetivo fundamental con el que se iniciaba la competición, el de conseguir la tranquilidad con holgura partiendo de la dramática situación vivida durante las dos anteriores campañas. Asimismo, se puede afirmar que el Athletic ha dado los primeros pasos, que deberá, lógicamente, refrendar, para construir un equipo sólido.

En la postrera jornada estábamos a expensas de una doble condición: victoria propia y derrota del Deportivo ante el Villarreal. Sólo se ha cumplido la segunda con triunfo de un equipo que, como ya sufriéramos la pasada temporada en nuestras propias carnes, ha completado una recta final plagada de victorias. No le ha ido a la zaga un Sevilla que se ha vuelto a clasificar para competiciones europeas.

Pese a todos los pesares los inicios han sido esperanzadores, ya que para el tercer minuto el Athletic mandaba en el tanteador después de un penalti cometido sobre Llorente y transformado por Aduriz engañando a De Sanctis.

Los rojiblancos, por si alguien albergaba dudas sobre las ganas existentes de meter la cabeza en una competición continental, no han cedido en su empeño y durante el cuarto de hora inicial han tenido opciones de encarrilar la contienda. Gurpegi ha rematado de cabeza a la escuadra a la salida de un córner en el minuto 6 de juego y una dejada de Llorente no ha podido ser empujada por Gabilondo en el minuto 14. Kanoute ha dado la primera respuesta a renglón seguido en cabezazo alto y Gabilondo, omnipresente en las ocasiones de gol, ha disparado fuera una falta en el 16.

Desgraciadamente el Sevilla se ha recompuesto y a base de recuperar, y recibir, con enorme facilidad balones en el centro del terreno, se ha hecho con la iniciativa hasta el descanso. Las incursiones han sido numerosas y más frecuentes de lo deseable, sobre todo por la banda derecha. Y es que los de Jiménez no tienen lo que se dice malos jugadores del centro del campo en adelante.

Adriano ha disparado cruzado fuera en el minuto 25, en el 28 Renato ha rematado fuera y al de poco tiempo Armando ha metido los puños para desviar una falta lanzada por Renato. El siguiente en intentarlo ha sido Koné en jugada personal, pero Armando le ha adivinado la intención. Sin tregua alguna, Renato ha chutado al poste en el minuto 31 y media docena más tarde se ha quedado sólo ante nuestro guardameta, si bien Amorebieta se ha anticipado con solvencia. No ha ocurrido lo mismo en el minuto 40, y aunque Gurpegi le ha arrebatado el balón a Koné, el esférico ha llegado a los pies de Kanoute y éste ha marcado sin oposición. Los rojiblancos han solicitado, en vano, fuera de juego.

Con todo, el Athletic ha creado, antes del descanso, otra clara ocasión. De nuevo a la salida de un córner y en esta ocasión al peinar Llorente el balón, pero se ha ido fuera por muy poco.

En el intermedio Caparrós ha retocado bastante su equipo: Iraola ha suplido a Urko Arroyo, quien volvía al equipo dos temporadas después, y Ustaritz a Koikili. Los cambios han alterado el dibujo, colocándose Iraola en el lateral diestro, Ustaritz en el izquierdo, Gurpegi en el doble pivote y Garmendia en el ala derecha del ataque.

El comienzo del segundo tiempo ha sido casi igual de esperanzador que el primero. En el minuto 46 Gabilondo ha recibido el “regalo” de De Sanctisen, pero el balón suelto ha terminado con una vaselina demasiado elevada. En el 50 ha repetido el interior zurdo, también con disparo fuera.

El Sevilla no causaba excesivo peligro y las noticias procedentes de A Coruña se mantenían en tono positivo. Los de casa, apoyados incansablemente por los Biri, marcaban el ritmo, pero sin excesivo peligro y Caparrós hacía su tercer cambio en el minuto 61 al dar entrada a Etxeberria en lugar de un tocado Llorente, quien ha solicitado el con una fuerte contusión en la cresta iliaca izquierda. Por si fuera poco, Jiménez ha empezado a mover el banquillo con nombres de categoría: Capel por Adriano en el minuto 61, en el 68 Maresca por Poulsen y en el 76 Keita por Renato.

Sin sobresaltos, salvo una colada de Kanoute salvada bajo palos por Amorebieta, pasaban los minutos y aunque la igualada no valía para nada el margen era superable. Sin embargo, en el minuto 78, el recién incorporado Keita transformaba en gol una falta cometida por Ocio. Y con el tanto se han acabado las esperanzas, también en lo matemático, o sobre todo. El Sevilla se ha crecido y se ha mostrado en su hábitat favorito: espacios y calidad arriba: Navas ha rematado al poste en el minuto 81 y el rechace lo ha empujado a gol Kanoute (3-1), Capel ha cruzado en exceso el balón en el 84, Armando ha parado un chut de Kanouté y en el 88 Navas ha marcado el 4-1 con escaso ángulo y después de que Muñiz Fernández hiciera claro ademán de que iba a sancionar una falta previa. Su arbitraje, al hilo del penalti señalado, ha poblado de tarjetas la ya de por sí prolija lista de tarjetas del Athletic.

Para terminar y mantener el paralelismo con la primera mitad, Javi Martínez ha disparado, ya en período de prolongación, al cuerpo de De Sanctis y así se ha repetido, casi miméticamente el ciclo: buen comienzo del Athletic, reacción del Sevilla para igualar o remontar el partido y última oportunidad visitante, en vano como refleja el marcador.

Por el contrario, lo que no ha resultado en vano ha sido el trabajo de esta temporada, sobre todo en el contexto de una competición marcada por los apuros de muchos equipos, varios de ellos con enormes presupuestos y determinados nombres propios. Siempre es positivo el análisis de la situación de cada uno cuando se puede contextualizar.

Ha terminado la Liga. Ya queda menos para la siguiente.