RCD Espanyol - Athletic Club
Jornada 11
Liga

RCD Espanyol - Athletic Club

RCD Espanyol
RCD Espanyol
32
Athletic Club
Athletic Club
  • 53'60' Tamudo
  • 93' Pandiani
  • Yeste (p.) 47'
  • Aduriz 66'

UbicaciónLluis Companys , Barcelona

Espanyol 3-Athletic Club 2: En el último suspiro

El Athletic Club no ha podido puntuar en el Lluis Companys al caer derrotado (3-2)…

Athletic Club

El Athletic Club no ha podido puntuar en el Lluis Companys al caer derrotado (3-2) por el Espanyol. Los goles locales han sido obra de Tamudo (2) y Pandiani, mientras que por el Athletic Club Yeste, de penalti, y Aduriz han sido los goleadores.

Como ocurriera hace poco más de una semana en Valencia, en los dos casos el rumbo del partido ha cambiado en los últimos instantes, cuando parecía cerrado y en ambos casos el equipo local era el que más lo creía así.

En Mestalla los locales pensaban que tenían el partido controlado y llegó la igualada. En Montjuic ni el propio Espanyol tenía demasiada fe en romper la igualada, pero en el minuto 94 Pandiani ha desecho el sueño rojiblanco de puntuar por tercera jornada consecutiva, segunda fuera de casa. Con empate o sin él, pero peor sin él, la cosa sigue igual de complicada, bastante, que hace una jornada.

El partido se puede dividir y resumir en cuatro fases: (1) Durante el primer tiempo el Espanyol ha jugado mejor, pero el Athletic ha realizado un aseado trabajo defensivo. (2) El Athletic Club ha iniciado fuerte el segundo período, se ha puesto por delante y con ventaja ha permitido que el Espanyol hiciera más peligro y diera la vuelta al marcador con suma facilidad. (3) El Athletic ha hecho lo más difícil y ha conseguido igualar la contienda al poco tiempo. (4) A pesar de no meterse atrás, los rojiblancos han recibido el gol en el último suspiro.

Como queda reseñado, en la primera mitad el ataque de nuestro equipo ha brillado prácticamente por su ausencia y hasta que Kameni ha desviado un chut de Aduriz tras buena jugada con Yeste en el minuto 41, la aproximación rojiblanca se había ceñido a dos disparos lejanos y altos por parte de Javi Martínez y Orbaiz. Atrás no ha pasado demasiadas tensiones, pese a que el Espanyol ha merodeado el área en numerosas ocasiones. En el minuto 11 Tamudo no ha llegado por poco a un balón cruzado, en el 13 el mismo Tamudo ha rematado de cabeza alto y en el 27 Luis García ha reclamado penalti en una jugada dudosa, aunque por las veces en las que se ha dejado caer bien ha podido interpretar el colegiado que ésa era una más. Un disparo de Riera desde fuera del área rechazado por Lafuente en el minuto 38 ha sido la ocasión más clara del Espanyol en la primera parte, a la que habría que sumar un chut fuera de Luis García en el minuto 44.

El inicio del segundo período ha sido bien diferente. Yeste ha podido marcar nada más iniciarse, pero ha tenido que esperar muy poco, ya que en el minuto 47 Aduriz ha sido objeto de penalti por parte de Jarque. Gol de Yeste, pero nuestro equipo tiene ese estigma, lo difícil lo hace fácil y viceversa y ha regresado a una dinámica conocida en las últimas temporadas también con el hoy entrenador rival en el banquillo propio: marcar y recibir con fruición.

De hecho, el Espanyol no ha necesitado mucho para inclinar el partido a su favor. En el minuto 54 Yeste ha rebañado un balón a Rufete, pero lo ha perdido en el medio del campo. El centro al área lo ha controlado con cierta fortuna Tamudo tras rebotar en Ustaritz y ha marcado cómodo por alto. Ha sido un duro golpe pese a que Aduriz haya hecho trabajar de nuevo a Kameni en el minuto 57, ya que Tamudo ha vuelto a repetir en el minuto 61 al rematar de cabeza un centro desde la derecha de Moisés y aprovechándose también del resbalón de Sarriegi.

A renglón seguido ha entrado Etxeberria por Urzaiz, un cambio previsto de antemano. El equipo ha empezado a tener más posesión de balón y enseguida ha llegado la igualada a dos goles, concretamente en el minuto 68 después de una jugada en la que los rojiblancos han movido muy bien el esférico de lado a lado. En la última apertura Javi Martínez ha cedido a Gabilondo y el centro-chut de éste ha sido repelido en corto por Kameni. Aduriz, atento al rechace, ha enviado a gol.

Una vez hecho lo más difícil nuestro equipo no se ha metido atrás, quizá consciente de que la defensa a ultranza no es su fuerte como ha comprobado Riera cuando en el minuto 70 ha aprovechado una jugada en la que nuestro equipo salía para colarse por la izquierda y disparar alto.

Mientras tanto, el Athletic no acertaba en el último pase, pero pretendía y conseguía en cierta medida tener el esférico alejado de las cercanías de su área. En el Espanyol Coro ha entrado por Rufete en el minuto 76 y los de Valverde han tenido su penúltima oportunidad en el minuto 83 cuando Tamudo ha cabeceado fuera con todo a su favor. Un minuto más tarde Pandiani ha ocupado el lugar de Luis García y Llorente el de Aduriz como ya en el minuto 90 Iturriaga ha reemplazado a Yeste. En estas circunstancias y una vez visto el desenlace final de la contienda todas las interpretaciones cobran vida propia y habrá quien opine, por ejemplo, que un defensa por un delantero hubiera sido una decisión adecuada.

Lo cierto es que en el último cuarto de hora el Espanyol había desaparecido de las cercanías de Lafuente y el empate parecía caer por su propio peso, tanto por la apuntada dinámica como por lo hecho por ambos conjuntos durante el choque. Sin embargo a resultas de una falta en el minuto 94 nuestro equipo no ha podido alejar lo suficiente el peligro y Riera ha puesto un balón franco a Pandiani para que éste hiciera de cabeza el tercero.

Lo peor no es el juego desplegado, que ha tenido claroscuros y que hubiera sido el mismo independientemente del resultado, como también lo hubiera sido la semana anterior sin mediar el postrero empate. Lo peor es el efecto del resultado en la últimamente frágil moral del equipo. Mirando al calendario, el domingo llega el Sevilla, segundo clasificado, a Bilbao y no puede demorarse más la victoria en casa, por los tres puntos y para que nuestro Athletic se demuestre a sí mismo que puede y sabe ganar partidos ante su afición. Todo esfuerzo será poco.