
Lorena Sánchez: ‘Añoro que me caiga el sudor por la frente’
Lorena Sánchez: ‘Añoro que me caiga el sudor por la frente’
Lorena Sánchez Muñoz es, a sus 32 años, la jugadora más veterana de la plantilla…
Lorena Sánchez Muñoz es, a sus 32 años, la jugadora más veterana de la plantilla del Athletic Club femenino. Desde que tiene uso de razón su tiempo de ocio lo ha pasado ligada a un balón, sea de fútbol o de baloncesto, deporte éste que también ha practicado. Desde hace casi dos meses atraviesa por el momento más delicado de su carrera deportiva. Sufre en su rodilla derecha las consecuencias de la famosa triada, una de las lesiones más graves que puede tener un/a futbolista. Tras el necesario periodo de estabilización de la zona afectada pasará por el quirófano en Gasteiz el próximo 10 de noviembre. Después Dios dirá, ella está preparada para lo bueno y para lo malo. Sabe que va a ser difícil que pueda alcanzar el nivel de rendimiento que ha ofrecido en las tres temporadas que lleva en el Athletic Club, pero está convencida de que en esta vida con esfuerzo y con sacrificio no hay nada imposible.
En su ficha figura que es de Barakaldo, y efectivamente, nació allí, en el Hospital de Cruces, pero desde siempre ha vivido en Zalla. Sentados en un banco de la plaza del Ayuntamiento de esta localidad respondió a todas nuestras preguntas por espacio de casi dos horas.
Ahora hace un mes sufriste el contratiempo más desagradable desde que eres jugadora de fútbol. ¿Qué recuerdos tienes de aquel día?
Fue el 23 de septiembre. Quedaba muy poco tiempo para acabar el entrenamiento y a la salida de un regate durante el partidillo fue cuando me rompí la rodilla derecha. Yo no percibí bien el famoso chasquido del que hablan los jugadores/as a las que les ha pasado lo mismo, pero algunas de mis compañeras dicen que si lo oyeron. Es curioso porque lo escucharon mejor las que estaban más alejadas, incluida la portera. Ya en el suelo estuve dos minutos implorando para que nadie me tocase la pierna. Todas las jugadoras estaban arremolinadas a mi alrededor intentando quitarle hierro al asunto, ya sabes, tratando de reconfortarme. Después trajeron una camilla y me bajaron hasta el edificio central de Lezama entre seis personas. Yo estaba hecha polvo, pero también las vacilé a ellas por el camino diciéndolas que parasen a descansar, que si no, no llegaban. Aquella noche me quedé a dormir en la Residencia de Derio, no podía ni conducir.
¿Fuiste consciente desde el primer momento de que la ‘avería’ era de consideración?
Sí, yo sabía que era algo gordo. Ya sabes, les vi la cara a los que estaban a mi alrededor y todos tenían el gesto torcido. El peor de los augurios se confirmó al día siguiente, el doctor Juanma Santisteban me dijo que podía tener la triada, el diagnóstico definitivo nos lo dio la artroscopia.
¿Habías pasado antes por algo similar?
Tanto no. Sí tuve un esguince de rodilla al principio de la segunda temporada, que me impidió jugar la UEFA. También lo pasé bastante mal a nivel anímico. Me dio mucha rabia no poder jugar aquellos partidos. Me acuerdo que el día del debut en Gernika contra el Neulengbach estábamos lesionadas Eli Capa, otra compañera y yo, y a las tres nos caían unos lagrimones de cuidado viendo a nuestras compañeras desde la banda.
Te operan el próxmo día 10 en Gasteiz. ¿Qué trabajo de rehabilitación has estado haciendo desde los días posteriores a la lesión hasta ahora?
Me he puesto mucho hielo, entre dos y cuatro veces al día, para que se bajase la inflamación, además hay que eliminar el líquido que se va formando, que en mi caso, afortunadamente ha sido bastante escaso. También me han estado poniendo el Compex, un electroestimulador para que no se atrofien los músculos de la rodilla, y además hago bicicleta y ejercicios en el gimnasio para mantenerme en forma de cintura para arriba.
Se te ve tranquila, muy consciente de que se te ha cruzado por delante uno de los fantasmas de todo futbolista, pero a la vez de que vas a salir adelante…
La verdad es que lo llevo muy bien. No me he obsesionado y procuro ir día a día, seguir los consejos de los que verdaderamente saben de esto y hacer lo que ellos me manden. Se que no va a resultar nada fácil volver a estar tan bien como estaba antes de lesionarme, pero creo que con trabajo, esforzándome y sacrificándome se puede conseguir todo. Lo que más me fastidia es no poder hacer ejercicio, estoy esperando como agua de mayo el momento de estar en condiciones de hacer deporte con mayúsculas, añoro que me caiga el sudor por la frente.
Aparcamos la lesión. Retrotraigámonos a la Lorena niña, a tus primeras patadas a un balón. ¿Cómo recuerdas aquella época de tu vida?
Me acuerdo de estar siempre detrás de un balón, a pesar de que cuando yo era cría no estaba tan bien visto como ahora que una niña jugase al fútbol. Debajo de mi casa hay un patio, y ahí pasaba las horas muertas dando balonazos a la pared.
¿Cuándo te empezaste a tomar más en serio el fútbol?
Más adelante. Primero jugué con chicos a fútbol-sala y después jugué unos años a baloncesto. El primer paso serio lo di cuando se creo el equipo de fútbol femenino de Zalla, que acabó desapareciendo, y ya después en el Leioa. Una compañera mía, portera del Zalla, me animó y allí nos fuimos las dos a Sarriena a hacer una prueba. Cuando íbamos en el coche le decía que adónde íbamos nosotras, pobres, a hacer una prueba con un equipo que tenía a jugadoras internacionales, que habían jugado con la selección de Euskadi…le decía: “oye, mejor nos damos la vuelta y nos paramos en un bar a comer un ‘bocata’ y a tomar una cerveza, que yo para comer pipas en el banquillo, me las como en Zalla”, pero ella ‘erre que erre’ me acabó convenciendo. Fuimos con un planteamiento muy claro, si nos cogen bien, y si no también, y nos acabaron cogiendo. Allí era todo muy serio, muy diferente a lo que nosotras estábamos acostumbradas. Nos llamaba mucho la atención la ropa, iban uniformadas todas iguales, cuando en Zalla cada una llevaba su ropa y se apañaba como podía. Tampoco se me olvida que las dos fuimos titulares en el primer amistoso de pretemporada, creo que en Villarcayo.
También has practicado el baloncesto. ¿Qué tal se te daba?
Me gustaba pero lo mío era el fútbol, de hecho no había entrenamiento de basket en el que no acabase a patadas con el balón. Jugué en el Bidegintza hasta que desapareció y más tarde en el Medicina. Se llamaba así porque la mayoría de las jugadoras eran doctoras, enfermeras, gente directamente relacionada con la sanidad, casi todas casadas y con hijos. Jugábamos en el colegio Nuestra Señora del Carmen de Bilbao. Yo era la más joven, la niña mimada. Aquel equipo también desapareció, y justo después crearon el equipo de fútbol femenino de Zalla.
¿Cuáles han sido los momentos más especiales que has vivido en el Club?
Especial fue la presentación del equipo como tal en San Mamés aquel día de agosto. Era el partido de homenaje al socio y jugaba el Athletic contra la Roma y en los prolegómenos nos presentaron a nosotras. Fue todo maravilloso; ponerse la camiseta, salir del túnel de vestuarios…alguna de mis compañeras incluso no pudo contener las lágrimas. Me acordé de mis hermanos, ellos han jugado al fútbol y no han tenido la oportunidad de vivir esa experiencia, en cambio, allí estaba yo…
Otro día inolvidable fue en el que jugamos contra el Puebla en San Mamés, primer partido femenino de la historia que se jugaba en La Catedral. Fue domingo. Pues bien, el viernes nos llevaron al campo para familiarizarnos un poco con todo aquello y entre nosotras nos preguntábamos; ¿vendrá la gente a vernos?; no lo teníamos claro. Ya el mismo domingo habíamos quedado varias jugadoras cerca del campo para ir andando y ya nos dimos cuenta de que se estaba cociendo algo gordo. Ya había gente con bombos, los puestos de banderas estaban instalados como si fuesen a jugar los chicos, los bares de los alrededores estaban abiertos…el calentamiento también fue muy emocionante. A posteriori nos enteramos que hubo jaleo en la única taquilla habilitada para comprar entradas, era tal la saturación de gente que acudió, que se pegaban para comprarla y entrar lo antes posible.
El partido contra el Híspalis, también en Bilbao, fue otro tanto de lo mismo. Además hemos tenido la oportunidad de jugar en campos impresionantes; San Mamés, el campo del Levante, Sánchez Pizjuán, y en mi caso, también en Mestalla cuando junto con Nerea Onaindia fui convocada para jugar en el partido contra las drogas. Jugamos una selección de la Superliga contra el Levante. Al mediodía estuvimos comiendo en el hotel con todos los famosos que suelen acudir a este tipo de eventos.
¿Tienes alguna espina clavada de algo que nos has logrado en el fútbol?
Sí, las tengo. Una es la Copa, ya que siempre hemos caído eliminadas a las primeras de cambio. En parte es lógico porque lo dábamos todo en la Superliga y a la Copa llegábamos un poco fundidas. Además el formato de la propia competición, siempre cambiante y ese mes de vacío que queda entre el final de la Liga y el comienzo de la Copa, tampoco ayuda.
Otra espina es no haber podido defender la camiseta de la selección de Euskadi. Por edades había un cupo determinado de jugadoras que podían ir convocadas y lamentablemente no tuve la oportunidad. Y tengo otra más. No haber podido jugar un partido con el Athletic en Zalla o alrededores, en mi entorno más cercano. Encima este sábado jugamos un amistoso contra la Real en Balmaseda para inaugurar el campo de Salinillas, y coincide que estoy lesionada. Ya es mala suerte.
¿A qué piensas dedicar el tiempo que durante tantos años le has dedicado al fútbol cuando te retires?
A estar con mis amigos, a los que entre el fútbol y el trabajo les tengo un poco abandonados, y si puedo también a viajar, que me encanta, y seguiré viendo fútbol, porque lo de entrenar no me llama la atención
La cantera del Athletic B ya está dando frutos, ya que varias jugadoras han dado el salto de categoría. ¿Qué futuro nos espera?
He visto al filial y tiene un equipo muy bonito, con un par de jugadoras que tienen la calidad suficiente para jugar a corto plazo en la Superliga. Además los técnicos de la base están trabajando muy bien, las van rotando, dan minutos a todas y se nota que el ambiente es muy bueno, lo digo porque solemos coincidir a la hora de entrenarnos.
Lorena, al final de la entrevista, quiso tener un recuerdo para con Nagore Saratxaga, jugadora de baloncesto en el Irlandesas UPV y amiga íntima suya que falleció el año pasado en accidente de tráfico. Lorena lo pasó muy mal por esta pérdida tan trágica, pero admite que a raíz de aquello lo afronta todo, incluida su lesión, de otra manera, con mayores dosis de optimismo, lo valora todo más que antes, incluidos los pequeños detalles, porque nunca sabes lo que te espera a la vuelta de la esquina. Es partidaria de aprovechar cada momento al máximo.
TEST
1 Un hombre:
Pep Guardiola, me gusta como futbolista y como persona.
2-Una mujer:
mi ama.
3-Un país:
Suecia y Australia.
4-Un lugar de Euskadi:
Orozko y el acantilado de Punta Galea.
5-¿Sueles votar en las elecciones?:
no siempre.
6-¿Has fumado alguna vez?:
sí, en alguna fiesta.
7-¿Estás a favor o en contra de restringir lugares para fumar?:
a favor.
8-¿Qué prefieres, una buena película o un buen libro?:
una película buena.
9-¿Qué te gusta más, el frío o el calor?:
el calor.
10-¿Playa o piscina?:
playa.
11- ¿Te consideras una persona ecologista?:
lo que trato es de respetar el medio ambiente dentro de mis posibilidades.
12-¿Sueles utilizar Internet?:
No, ni siquiera tengo ordenador.
13-¿Cómo tenéis los jóvenes para independizaros?:
lo tenemos muy mal, yo sigo viviendo con mis aitas…