Málaga 2-Athletic Club 1: Con las manos vacías

Con las manos vacías ha regresado el Athletic Club desde Málaga después de ser derrotado 2-1 en un partido flojo por ambas partes, con muy poco juego y escasas ocasiones. Un enfrentamiento entre necesitados en los que el mayor acierto en las jugadas de estrategia ha permitido al Málaga hacerse con tres puntos de oro.

Parecía que en los primeros compases el Athletic Club iba a hacerse dueño del partido. O al menos esa impresión ha dado tras rematar Lacruz un saque de falta en el minuto 2 y desviar Arnau en el minuto 4 una incursión de Aduriz. Poco a poco, sin hacer nada del otro jueves, los malacitanos han cogido las riendas del choque mientras a nuestro equipo le costaba bastante llegar arriba.

Pese a todos los pesares los anfitriones no hacían peligro. Se puede mencionar un punterazo en posición forzada de Edgard en el minuto 6 y un chut de Couñago en el 21, ambos detenidos sin dificultades por Lafuente. Aunque sea caer en la reiteración, este tipo de partidos entre dos equipos rodeados por una aureola de miedo se deciden merced a pequeños detalles. El primero ha llegado en el minuto 30 cuando Litos ha rematado de cabeza un saque de falta y enseguida se le ha visto a nuestro equipo falto de llegada para alterar la dinámica del partido. Algunos ya pensaban más en el descanso para ordenar ideas, pero la primera mitad tenía aún mucho que contar.

Los ayer vestidos de negro han probado fortuna en el minuto 36 con un disparo alto de Gurpegi, ayer también insultado desde la grada ante la pasividad de árbitros y comités. Y como no podía ser de otra forma, en el minuto 40 ha llegado el empate en una jugada de estrategia. Un saque de falta de Yeste ha sido rematado hacia el centro del área en el segundo palo por Llorente y Aduriz ha rematado a placer de cabeza haciendo así su tercer gol en la presente Liga.

En el minuto 43 el colegiado ha apreciado falta en un remate local y ha anulado el gol y en el 46 Antonio López ha rematado alto de cabeza. El resultado, por una vez y sin que sirva de precedente el resultado hacia justicia a lo visto, o a lo no visto, en el campo.

El Málaga ha salido con menos chispa que en la primera mitad, pero aunque el Athletic intentaba crear peligro no acertaba a culminar sus contragolpes. De hecho, la primera jugada de peligro en cualquiera de las dos porterías durante la segunda mitad ha llegada en el minuto 65 en una vaselina de Orbaiz desde el centro del campo que se ha ido fuera por poco. Para entonces ambos entrenadores habían movido pieza. Clemente en el minuto 51 al sacar a Dañobeitia por Llorente, colocando a Aduriz como delantero centro y a Dañobeitia en banda derecha. Hierro dando entrada a Gabriel por Antonio López. Gabriel se ha situado en el extremo derecho y Edgard ha pasado a la izquierda. En el minuto 65 Urzaiz ha reemplazado a Aduriz.

Y en pocos minutos, media docena segundo arriba, segundo abajo, se ha decidido la contienda. Nacho ha visto la cartulina amarilla por una fea entrada a Iraola en el minuto 67 y dos más tarde la segunda tras zancadillear a Dañobeitia. Todo indicaba que el triunfo estaba más cercano, pero en las jugadas de estrategia las fuerzas se igualan.
Hierro ha tardado tres minutos en sacar a un central, César Navas, en lugar del delantero Couñago y en esa misma jugada Salva ha saltado bien, aunque como siempre ayudándose de los brazos para coger impulso. Dos a uno en una jugada de las que generan tan interminables como estériles debates sobre los marcajes o sobre si el portero debiera de haber salido.

Restaban cerca de una veintena de minutos para intentar empatar, pero ya no se han jugado más de 30 segundos seguidos y el Málaga ha utilizado todos los recursos que normalmente están al alcance del equipo que lleva ventaja en el marcador. Lo peor ha sido que en la refriega Yeste ha visto su quinta cartulina amarilla.

Juegue quien juegue, el sábado se necesitarán once leones y miles de seguidores para derrotar el Real Madrid, no queda otra.