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Nerea Uriagereka: El Athletic es lo más grande

Nerea Uriagereka: El Athletic es lo más grande

¿Cuáles son las razones de tu marcha? Bueno, ha sido una decisión muy meditada. No…

¿Cuáles son las razones de tu marcha?
Bueno, ha sido una decisión muy meditada. No es una decisión que haya tomado de pronto. Le he estado dando muchas vueltas y al final creo que es lo mejor. Tengo 24 años y es el momento de centrarme en mi trabajo. Hasta ahora me he dedicado en exclusiva al fútbol. Mientras estudiaba, e incluso después, me he entregado a tope y es eso precisamente lo que voy a hacer ahora, pero con el trabajo. También es cierto que estos dos últimos años he jugado menos y si a eso unimos que del fútbol no voy a poder vivir, hace que me decante por centrarme en mi trabajo y pensar un poco en mi futuro.

Por lo que veo, significa que no vas a seguir jugando…
En este momento tengo claro que no. El fútbol es algo que te viene y como viene a veces también se va. Este año no tengo intención de jugar. Quién sabe si el año que viene lo puedo hacer. Igual resulta que no puedo vivir sin jugar y me lanzo de nuevo, pero en este momento tengo claro que cuelgo las botas.

Ahora que has decidido dejarlo, ¿cómo recuerdas tus inicios?
Buff, qué tiempos aquellos. Yo he jugado al fútbol toda la vida. Tengo tres hermanos y recuerdo jugar con ellos siempre. Luego en la ikastola no me dejaban jugar con los chicos. Las chicas tenían que jugar a baloncesto. Pero un día uno de mis hermanos me dijo que en Sondika había un equipo de fútbol de chicas y allí nos presentamos. Yo tenía 12 años y hasta los 14 no se podía tener ficha, así que entrenaba a fútbol y a baloncesto, pero me tenía que conformar con jugar al deporte de la canasta hasta cumplir la edad.
Eran otros tiempos. Nos teníamos que cambiar debajo de la tribuna ya que no había vestuarios, los campos eran de arena y técnicamente no se entrenaba como ahora ni de lejos. Las que empiezan ahora son unas privilegiadas, pero me alegro por ellas. Lo que no hay que olvidar es de dónde venimos. A veces en el vestuario comentamos algunas cosas del pasado y parece que están muy lejos, pero no es así. Las condiciones eran precarias y de hecho tuvimos que tomar la decisión de marchar al Leioa ya que en Sondika no veíamos el futuro nada claro.

Entonces pasáis al Leioa, pero tú sólo estás un año. El año del ascenso estás en Eibar. ¿Cómo viviste todo aquello?
Pues tras un año en Leioa, me fui a estudiar a Gasteiz y entonces se me complicó demasiado lo de entrenar y me salió la opción de Eibar, lo que me facilitó mucho las cosas. Estaba en Eibar y la verdad es que no sabía nada del interés del Athletic por hacerse con una plaza en la Superliga en caso de lograr el ascenso. Mis compañeras que estaban allí supongo que lo vivirían de otra manera, pero yo me enteré a última hora. Iñigo me llamó, me comentó esa posibilidad, la de integrarme en el Athletic, e imagínate. Yo he sido del Athletic toda mi vida. Lo siento en el corazón. Toda la familia es zurigorri cien por cien y se me abría la posibilidad de jugar con la camiseta rojiblanca. Yo estaba encantada, era como algo soñado.

¿Cómo fue aquel verano, aquellos días previos al primer entrenamiento, la presentación…?
Si te digo la verdad, creo que hasta nos daba un poco de vergüenza. Se mezclaba quizás también con un poco de temor, ya que íbamos a entrar en el Athletic, un club de más de cien años de historia, un club muy de hombres y no teníamos muy claro cómo iba a reaccionar la masa social del Club. Para nosotras el salir el día de la presentación, con todo lleno de cámaras, periodistas, un montón de gente…, no sé, creo que no teníamos muy claro dónde estábamos, qué teníamos que decir o hacer y después de pasados cinco años todavía alguna vez recordamos esos momentos y nos hacen pasar un rato divertido.

¿Eres de guardar recuerdos, recortes de periódicos, fotos, todo ese tipo de cosas?
Yo no, pero mi ama lo ha guardado todo. Y ahora que he estado organizando cosas en casa, ver periódicos de esos días, noticias plastificadas, fotos, imágenes, me ha hecho mucha ilusión. Son recuerdos bonitos que seguro apreciaré con el tiempo cada vez más. Parece que no, pero hemos pasado un montón de cosas y es bonito poder recordarlas. Aprovecho para agradecer a mi ama el haber guardado todo tan bien.

¿Qué supone para ti haber vestido la camiseta del Athletic en el primer partido de su historia?
Pues el hecho de ser el primer partido quizás no demasiado. Igual dentro de 25 años lo veo de forma diferente y seguramente miraré la alineación de aquel equipo y diré: “Allí estaba yo”, pero lo importante es haber jugado. Creo que las mujeres somos diferentes a los hombres en este aspecto y creo que es una cualidad nuestra que nos ha ayudado a avanzar tan rápido en muchos órdenes de la vida. Sí te puedo decir que guardo aquella camiseta y que es un orgullo muy grande el haber podido defenderla, ese partido y todos los que he jugado.

En tu trayectoria como rojiblanca has marcado un gol. Al Torrejón en tu primera temporada. ¿Cómo lo recuerdas?
Sí, si lo recuerdo. Además es el único, así que lo tengo fácil. Fue un gol bonito además. Todavía de vez en cuando me lo recuerdan.
La verdad es que siempre he sido una lateral bastante defensiva. Siempre he estado más pendiente de hacer mi trabajo bien atrás que de andar subiendo la banda. Por eso cuando marqué este gol hubo un momento en el que no me lo creía.
Aunque en estos últimos años sí es cierto que he tendido a subir más por banda, la verdad es que esa disciplina táctica que te decía de guardar tú sitio lo primero, creo que fue muy importante, sobre todo en el primer título de Liga, ya que en mi opinión había algún equipo que era mejor que nosotras en el aspecto técnico y con esa disciplina y esa entrega supimos imponernos.

El 30 de marzo de 2003, partido en San Mamés ante el Puebla. ¿Cómo viviste todo aquello?
Un par de días antes de jugar fuimos a entrenar a San Mamés, para por lo menos conocer el campo un mínimo antes de jugar el partido. Esa sensación ya es imborrable. Después, nosotras pensábamos que iba a ir bastante gente, pero no la que al final hubo. Estábamos calentando y veíamos que entraba gente todo el rato. Había un cierto temor a abrir San Mamés, con lo ello supone, pero nosotras no veíamos desde el césped más que entrar gente y la mayoría con algo rojiblanco.
Cuándo ya nos disponíamos a saltar al terreno de juego y estábamos en el túnel de vestuarios, sentíamos un ruido, una emoción tan fuerte, que nos mirábamos y no sabíamos que decirnos. Al salir ya fue lo máximo. Una sensación de escalofrío de ver algo tan inmenso como San Mamés con más de 30.000 personas en un partido de fútbol femenino. Al comenzar el partido, ya no ves nada. Sólo vas al juego, pero está claro que corres por ti, y por toda esa gente que estuvo aquel día allí.

Y dos semanas después, de nuevo San Mamés y además a ganar la Superliga…
Sí. Jugamos ante el Hispalis, ganamos el partido y nos proclamamos campeonas. En menos de un año, jugando en el Athletic, jugando en San Mamés y ganando la Superliga. No se puede pedir más, pero este logro no es casualidad. Detrás de ello hay muchos años de trabajo de sacrificio, de entrenamientos… Somos el equipo de la Superliga que más entrena, cuatro veces por semana, incluyendo sábados. Y eso al final tuvo su premio. Pero si hay que destacar a alguien es a Iñigo. Su trabajo está ahí, pero viéndole trabajar desde dentro, con esa seriedad, esa meticulosidad, esa profesionalidad, te das cuenta de que tenemos la suerte de tener al mejor entrenador y conocedor del fútbol femenino.

Os clasificáis para Europa y tras dos victorias, llega el Frankfurt a San Mamés, y se produce una dura derrota…
Sí fue un golpe fuerte, pero nos vino bien. El equipo no afrontó mal el partido. Pero algunas jugadoras ya habíamos visto algún partido anterior de las alemanas y una vez las tuvimos enfrente en el campo se notó su gran superioridad. Aún así el equipo no perdió la cara al partido en ningún momento e incluso jugadoras lesionadas aguantaron en la hierba hasta el final.
Esta derrota vino bien para frenar un poco la euforia que se respiraba alrededor de nosotras. El equipo ya sabía que el nivel físico y técnico de las alemanas en aquel momento era superior al nuestro y nuestro trabajo y nuestro objetivo es acercarnos cuanto antes a ese nivel.

Una nueva temporada, sigues jugando, y sólo te pierdes un partido. ¿Sabes la razón?
¿Por sanción?

Sí. Eres la primera jugadora del Athletic expulsada en Liga de la historia.
¿No me digas? ¿De verdad? Para una vez que me expulsan… Encima fue injusto. Salí llorando del campo. Fue contra el Levante en Valencia. En cuatro minutos me sacó dos amarillas seguidas y al menos la segunda fue una vergüenza. Ni la toqué. El árbitro (Andújar Ajenjo) ni se lo pensó y yo no pude contener las lágrimas. El equipo aguantó bien hasta el final y conseguimos un punto.

Y de nuevo campeonas. Pero, ¿de forma distinta no?
Muy distinta. Antes de saltar al campo en San Mamés en la última jornada ya éramos campeonas. Salimos muy relajadas ante el Torrejón. Vivimos una fiesta pero está claro que no lo hicimos bien. Al final perder en un campo como San Mamés no le apetece a nadie y aunque al final el objetivo estaba cumplido, la relajación hizo que fuéramos un equipo mediocre y así nos fue. A Iñigo no le gustó nada, aunque después ya se olvidó todo y disfrutamos de nuestra segunda Superliga con las mismas o más ganas que la primera.

Y otra vez a jugar competición europea, llegando a la segunda fase y casi a la tercera.
Por muy poco. Recuerdo el partido ante las suecas. Las vimos en el calentamiento y daba la impresión de que no estaban muy preocupadas. Las veíamos relajadas. Comenzó el partido y al de 20 minutos Eba y Amaia ya habían metido dos goles. Pero lo que hemos hablado antes del nivel físico lo acabamos pagando. Si el partido hubiera sido un poco más corto pasamos, pero al final se impuso el físico y nos quedamos muy cerca.

Comenzáis la tercera Superliga y de nuevo campeonas, pero esta vez fuera de casa, en Barcelona.
Sí. Bueno, aprovecho la ocasión para agradecer a los de mi peña que nos acompañaran y también aprovecho para agradecer a toda esa gente que se ha desplazado a apoyarnos a lo largo de estos años. Les estamos muy agradecidas y por ejemplo hablando de aquel partido ante el Barça, recuerdo que llegamos al Miniestadi y nos encontramos con un montón de gente del Athletic que se había desplazado hasta Barcelona para apoyarnos y verles hizo que algún miedo que teníamos dentro por jugarnos todo fuera de casa se nos marchara. Fue precioso aquel título con la gente, en el avión, en el aeropuerto. Fue todo muy bonito.

Lo que sí cambia esta vez es la celebración: actos oficiales, Diputación, Ayuntamiento, en el camión…
Sí. Había una cierta prudencia en ver cuanta gente salía a la calle. Había dudas en cuanto al recorrido, pero la verdad es que todo salió fenomenal. Estar en el balcón del Ayuntamiento y ver a toda esa gente con banderas, camisetas y pensar que era por nosotras me emocionó mucho. Ver sobre todo a muchas niñas con camiseta del Athletic me hizo recordar los tiempos en que yo era la única cría de la ikastola que jugaba a fútbol. Hemos adelantado mucho, nos queda por adelantar pero ahora ya tenemos hasta camisetas para chica. Son pequeños detalles, pero que ha costado conseguir y estoy muy orgullosa de la parte pequeñita que me toca.

Y llega el verano. Un verano complicado.
Pues sí. Pasamos de la celebración de ganar a encontrarnos con la marcha de Iñigo. Se piden una serie de medidas para poder ir avanzando y se dice a todo que no. Nadie entendíamos nada. Las cosas iban de cine y se decide acabar con todo. No sabíamos las razones, nadie nos explicaba nada y el caso es que a partir de ahí nada funciona. El nivel técnico desciende muchísimo y es normal, ya que Iñigo es sin ninguna duda el técnico que más sabe de fútbol femenino con diferencia, y las cosas empiezan a funcionar mal desde el primer momento. Incluso el ambiente ya no era el mismo. Fueron muchas cosas. Aún así, el equipo hubo un momento es que se juntó y dijo que había que sacar la temporada adelante y al menos entrar en Copa. Y así lo hicimos, pero costó ya que el nivel físico y técnico del equipo, debido a la preparación que teníamos, distaba mucho del de otras temporadas.

Personalmente para ti una temporada no muy buena.
Pues sí. Empecé a dejar de jugar. Nadie me explicó nada y sólo jugué 10 partidos. Así funcionábamos ese año. Quizás ahí empecé a pensar un poquito ya en otras cosas. Al final el futbolista es egoísta. Siempre quiere jugar. Pero hay veces que no lo haces pero tienes a un entrenador que trata de ayudarte para mejorar. Esto no era así y bueno, es casi un año para olvidar.

Nueva temporada. Regresa Iñigo. Todo vuelve a la normalidad, pero no juegas lo que tú deseas.
Pues sí. La vuelta de Iñigo es positiva en todos los aspectos. El Athletic sale ganando con su vuelta y los resultados están ahí. Personalmente voy entrando menos en el equipo. Al final 14 partidos, muchos de ellos entrando muy pocos minutos desde el banquillo. Y al final ya hemos hablado antes. Toda la semana entrenando duro, sacrificándote y llega el domingo y no juegas. Yo he sufrido mucho. Lo he pasado mal. Desde fuera, desde le banquillo lo he pasado fatal. Y esto sin duda ha ayudado a que me replantee las cosas y haya tomado una decisión. Dentro del campo se sufre pero fuera de él, para mí, ha sido terrible.

De todas formas, campeonas de nuevo, pero esta vez sí que sufriendo hasta el final…
Sí esta vez ha sido muy duro. Teníamos que ganar en San Mamés. Dependíamos de nosotras y no conseguíamos marcar. El partido era extraño, ya que llegábamos, pero no acertábamos. Además hubo jugadas dudosas, como un presunto penalti a nuestro favor, un gol que nos anularon, fueras de juego dudosos…, pero el partido avanzaba y no marcábamos. Nos habían prohibido tener en el banquillo radios, teléfonos o algo que nos dijera como iba el Espanyol. El público más o menos nos decía que la cosa iba bien. El Espanyol perdía, pero tampoco teníamos todo claro. Al final, no pudimos ganar el partido pero sí la Superliga. El Espanyol perdió y San Mamés fue de nuevo una fiesta.

Un título especial
Para mí muy especial. Y para el equipo también. Queríamos demostrar que lo de las tres primeras temporadas no fue una casualidad. Y gracias al trabajo de todos, lo hemos conseguido.

Qué importante fue el punto ante el Espanyol en Sant Adriá ¿verdad?
Desde luego. Además recuerdo ese partido muy bien. Uno de los últimos míos completo. Fue un partido malo, con poco juego, pero tuvimos la suerte de las campeonas. Esos últimos diez minutos metidas en el área, aguantando el punto, aguantando los insultos de la grada, el cansancio, pero al final ese punto nos dio el título y esos partidos que no puedes ganar, al menos no hay que perderlos.

La maldición de la Copa…
Sí. Igual somos más de largo recorrido y cuando llegamos a la Copa, después de ganarla Liga igual llegamos un poco desinfladas. No es normal no haber pasado una ronda en cinco temporadas, siendo cuatro de ellas campeonas de Liga, pero creo que la Liga es un trofeo más importante. Está claro que nos hubiera gustado mucho llegar a una final de Copa, con todo lo que ello supone a nivel de desplazamiento de la afición principalmente, pero no ha podido ser, aunque seguro que pronto podremos verlo.

Compartes peña nada menos que con Carlos Gurpegi. ¿Vaya crack no?
Desde luego. Es una persona fenomenal. Siempre que hemos coincidido en actos, en presentaciones, da gusto estar con él. Está pasando lo que está pasando y ojalá pueda jugar cuanto antes. Cuándo desde mi peña me dijeron para compartirla con él, para mí fue un honor desde luego. Estoy muy agradecida a toda la gente que se ha movido y se ha molestado en hacer cosas en mi peña de Mungia. Gracias de corazón.

¿Cuál es tu primer recuerdo del Athletic?
Ahí lo tengo muy claro. Julen Guerrero. Cuándo él debuta en el Athletic yo tengo 9 años. Estoy empezando a jugar yo también de cría y quizás por eso tengo ese recuerdo. Yo soy muy de Julen Guerrero. Aquellos partidos de UEFA, de Champions…

O sea que sí te pregunto por un jugador…
Julen Guerrero, sin dudarlo un instante. En mi puesto me gustaba Cafú, pero si me dices por un jugador del Athletic, me quedo con Julen.

Para ir acabando, ¿qué le pedirías al próximo presidente del Athletic para el fútbol femenino?
Pues sobre todo implicación y que arriesgue. Que se pueden hacer muchas más cosas, a todos los niveles y que no sólo dependamos de las instituciones. Que somos un activo del club, que el Club nos tiene que aprovechar y que hay muchas cosas muy bonitas por hacer y que se pueden hacer.

¿Está el Athletic femenino preparado para cuando los resultados no sean tan buenos?
Yo creo que sí. Que hay una base, existen unas categorías inferiores. Y para mí fue importante el año pasado. Estábamos pasándolo muy mal y noté a la gente con ganas de ayudar de apoyar y a mí me valió de mucho. Por eso creo que el Athletic apostó por nosotras, nosotras hemos respondido y es el momento de tirar hacia delante y consolidar con más firmeza el fútbol femenino del Athletic y de Bizkaia. El Athletic es lo más grande y no va a fallar.

Eskerrik asko Uri.