Por doquier

Suben las temperaturas, todas. Las del termómetro y las de la expedición. Una suerte de la suerte está echada se empieza a percibir por doquier, y ya poco se puede hacer de cara al partido. Todo lo entrenado ya está en el disco duro y aparecen tensión y concentración, cada uno en su porcentaje y todos los estímulos que llegan del exterior, por si los del interior fueran pocos, son lo menos parecido a la presión.

Para muestra el aluvión de e-mails que, además de a los que componemos la expedición, llegan al hotel. Desde la ikastola Urretxindorra, además de piropear al rubio de moda, Irati, Maddalen y Maider escriben al colectivo: “… zuek animatzeko idazten dizuegu gutun hau, jarraitu horrela eta denon artean lortuko dugu. Agur bero bat. 4.A ikasleak”. Beloki, desde un fondo costero envía la fotografía de su perra Frida ataviada de rojiblanco, pero también un ruego que cumplen los encargados del hotel, cuidar bien de los jugadores. José adjunta un vídeo para Caparros, el famoso de Llorente-Gibson. Un componente de Barça TV nos dice que apuesta por nosotros (prefiero creérmelo), un periódico le hace sin saberlo la foto de hincha al hijo del entrenador y camino de Valencia va Zorriketa en bicicleta, el pareado es casualidad, otros en limusina o en isocarro y algunas agencias han tenido que echar mano de autobuses de Iparralde .

Un listado interminable que vuelve al principio no avícola de la carne de gallina y que sumado a lo que llevamos andado en esta Copa provoca ganas de preparar, a pelo, el listado de reglas a seguir por los patrones de las embarcaciones que deben seguir a la gabarra… si no fuera porque esto es fútbol. Por de pronto ya estamos en el día de la Copa, la que queremos convertir en nuestra.