Txema Noriega: del sueño de un niño a marcar un gol histórico

Txema Noriega: del sueño de un niño a marcar un gol histórico

El que fuera delantero rojiblanco acumula 59 años de socio y comparte sus recuerdos de los títulos de los ochenta

"No está todo perdido, ha marcado Noriega". Cuenta la leyenda que, refugiados en un campanario durante un tiroteo del ejército salvadoreño, el jesuita Jon Sobrino pudo contar una pequeña radio desde la que escuchó el tanto marcado por el delantero de Indautxu y que, en mitad de la crudeza de la guerra, se lo transmitió a su compañero Ignacio Ellacuría. Dos vascos universales, dos hombres de paz, compartiendo la pasión rojiblanca a miles de kilómetros de Euskal Herria y en las peores circunstancias posibles.

El 22 de abril de 1984, Domingo de Resurrección y Aberri Eguna, el Athletic se jugaba buena parte de sus opciones de reeditar el entorchado liguero en Mestalla, el mismo campo en el que había caído el Real Madrid un año antes, propiciando el éxito de los leones en Las Palmas de Gran Canaria. Con miles de hinchas rojiblancos en las gradas, tanto los desplazados a disfrutar de la Semana Santa como la nutrida representación de peñas y aficionados existente a orillas del Mediterráneo alentaron al equipo.

En el minuto 77, Dani abrió el marcador y pareció poner el título en bandeja, pero Suso García Pitarch empató instantes después; LaLiga parecía escaparse de entre los dedos de los rojiblancos. Nada más lejos de la realidad. Prueba de la resiliencia del equipo dirigido por Javier Clemente, en los compases finales del partido, Dani armó una jugada desde la izquierda, puso el balón en el área y ahí apareció la cabeza de Txema Noriega.

El nueve bilbaino se ganó el pasaporte para la eternidad durante los interminables instantes que pasaron desde que conectó el remate hasta que la pelota chocó la red. Fue un tanto generacional, histórico, celebrado en las gradas de Mestalla, las calles de Bilbao, Bizkaia y Euskal Herria con la ayuda de los transistores y en innumerables puntos del planeta como en el mencionado El Salvador.
 
Posteriormente, el Athletic Club vencería a la Real Sociedad en un complicado encuentro en San Mamés para certificar el octavo título de LaLiga. Una semana después, el 5 de mayo de 1984, la entidad sumaba un nuevo entorchado copero tras derrotar al Fútbol Club Barcelona en un Santiago Bernabéu abarratoda de hinchas rojiblancos. Noriega en Mestalla y Endika Guarrotxena en el coliseo merengue pasaron a integrar la larga lista de goleadores históricos del cuadro vizcaino merced a su capacidad para aparecer en los momentos destinados a integrar parte de las páginas más brillantes del Club.
 
Nacido el 14 de noviembre de 1958, Txema Noriega ha compartido sus recuerdos, partiendo de la ilusión de un niño que ya acumula 59 años como socio de la entidad y que incluso pudo ver in situ la final de Copa de 1966 ante el Zaragoza en Madrid. Tras pasar por las categorías inferiores del Athletic, debutó el 16 de marzo de 1980 con una victoria por cero a uno en el Vicente Calderón. Desde entonces, disputó un total de 244 choques con la elástica rojiblanca, anotando 56 tantos. Fue partícipe de los títulos de LaLiga cosechados en 1983 y 1984, además de obtener La Copa y la Supercopa de 1984. Una época histórica que el delantero de Indautxu ha recordado en San Mamés destacando «la fortaleza del grupo» y la aportación «necesaria» realizada por aquel equipo en tiempos difíciles.