Betis 0 Athletic Club 1

Primer triunfo a domicilio del Athletic Club en lo que llevamos de Liga. Javi Martínez ha marcado de cabeza a centro de Susaeta poco antes del descanso y durante el resto del partido los rojiblancos han mostrado las virtudes de las últimas semanas: firmes en defensa y efectivos en ataque, sobre todo en las jugadas de estrategia. El trabajo defensivo ha comenzado en los dos delanteros y a la contra han hecho mucho daño al Betis.

Asimismo, además de superar el ambiente hostil, nuestros jugadores han sabido sobreponerse a las lesiones de David López y Murillo, ambas en el primer cuarto de hora. El rival, como viene siendo habitual durante los últimos partidos, apenas ha dispuesto de opciones. Una en el primer tiempo, la única de ese período, en las botas de Sergio García y la segunda, desbaratada por Iraizoz en la recta final. Al fin y al cabo un importante triunfo que sirve para dejar el descenso a seis puntos y dejar cada vez a más equipos por debajo.

Nuestro equipo ha salido al campo con la misma receta que en Santander, es decir, con las líneas muy juntas, presionando arriba y con balones largos, casi siempre en diagonal, a los delanteros para intentar explotar las subidas de los laterales béticos. El primer aviso lo ha dado Javi Martínez con un cabezazo que no ha podido conectar bien en el minuto 4, un adelanto del que sí enviaría a las redes antes del intermedio. Los andaluces no podían superar la tela de araña, pero todo no era de color de rosa.

En el minuto 6 David López ha visto la quinta cartulina amarilla, que le impedirá jugar frente al Espanyol, pero lo peor ha sido el esguince en su tobillo derecho. Pese a intentar seguir en el campo, en el minuto 11 ha tenido que dejar su sitio a Susaeta.

No han terminado ahí las desgracias, ya que Murillo, quien entraba por vez primera en el equipo, ha tenido que abandonar la contienda al sufrir un esguince en su rodilla izquierda cuando ha despejado un balón a ras de suelo. Su demarcación ha sido cubierta por Xabi Etxeita, para quien jugar en el lateral derecho era una experiencia casi tan novedosa como hacerlo en Primera División, aunque ha cumplido con creces. Sin embargo, el equipo ha sufrido un desconcierto casi generalizado durante esos minutos en los que ha tenido que recomponer sus líneas, pero ha superado también la prueba ante un Betis que cada vez se veía más incapaz de llegar arriba pese al aliento de la grada.

La siguiente opción ha sido para Susaeta, pero su disparo a bote pronto se ha marchado fuera en el minuto 26. Mientras tanto Llorente y Vélez han dispuesto de algunas galopadas individuales, pero no han acertado en el último regate o disparo. Tampoco lo ha hecho Sergio García, el mejor rival ayer, cuando ha disparado fuera con la izquierda en el minuto 33, la mejor y la única opción del Betis durante el primer tiempo.

La recta final del mismo ha sido del Athletic merced a que ha podido disfrutar de más posesión de balón y, además, ha logrado un gol de los que se conocen como psicológicos. Un poco antes, minuto 42, Etxeita ha podido estrenarse no sólo como lateral, sino como goleador en el primer equipo, pero su chilena no ha podido superar a un defensa que se encontraba bajo palos. Mejor le han ido las cosas a Javi Martínez, quien en el 43 y tras recibir un preciso pase de Susaeta, ha conectado un perfecto cabezazo que a la postre ha valido tres puntos balsámicos.

Como en Santander, no sólo valía marcar primero, sino que había que mantener el balón lejos de Iraizoz y controlar el partido pese a la avalancha que se preveía en la segunda parte.

A la vuelta de vestuarios Chaparro ha querido imprimir más carácter ofensivo a su equipo dando entrada a Pavone y Xisco en lugar de Juanma y Juande. Pavone se ha colocado como referencia ofensiva y Sergio García, el chico para todo, ha pasado a la media punta. El recién incorporado Xisco ha cabeceado alto en el minuto 48, pero el Betis no ha conseguido embotellar a los rojiblancos, quienes poco a poco han recuperado metros.

El tercer y postrero cambio local ha sido, además, contestado por su propia afición quizá porque la entrada de Jose Mari por Nelson les ha traído a la cabeza su pasado sevillista. En la pizarra el recién incorporado se ha puesto a la vera de Pavone, Damiá se ha retrasado al lateral diestro y Sergio García ha hecho de nuevo las maletas para jugar de extremo derecho. De nuevo todo ello en vano.
Por el contrario, las mejores opciones han sido de nuestro equipo. Una bastante clara al culminar Llorente un contragolpe en el minuto 69 con un pase a Ion Vélez. Éste se ha plantado delante de Casto, pero su chut lo ha desviado el guardameta a córner. Otra tras el lanzamiento de esquina, pero ni Javi Martínez ni Etxeita han podido empujar a gol el balón que se le ha escurrido a Casto entre las manos.

Caparrós, muy recordado por la afición bética y no precisamente para bien, ha dado entrada a Gabilondo por Yeste en el minuto 81 y el recién incorporado ha probado al portero rival con un chut desde fuera del área en el minuto 86. En el 87 y pese a que el Athletic no pasaba apuros, Pavone se ha encontrado con un balón en el área y ha encarado a Iraizoz, pero el guardameta ha desviado lo suficiente como para enviar a córner. Y ahí se ha acabado la contienda, entre la impotencia local y el oficio visitante, tal y como merecía y necesitaba nuestro equipo. Diez puntos de doce y primera victoria como visitante es un buen botín para otra jornada con la puerta a cero.

La victoria, empañada sólo por las dos lesiones mencionadas, supone además de un colchón de seis puntos sobre los puestos malditos, superar en la clasificación al propio Betis, al Racing y al Almería y poder así afrontar la semana de vacaciones con tranquilidad y una más halagüeña perspectiva de cara a los retos de 2009, el primero de ellos derrotar al Espanyol y poder mirar hacia arriba en la tabla. Que así sea.

Por cierto, en el apartado de público del acta se recoge lo siguiente: En el minuto 78 fue lanzada desde la grada, al árbitro asistente nº2 una botella de plástico de 500cl que contenía agua, encontrándose ésta cerrada sin llegarle a impactar, así como a ninguno de los participantes del encuentro. Sin comentarios.