Athletic Club

El sueño se convirtió en pesadilla

El sueño se convirtió en pesadilla

El Athletic Club no ha podido conquistar su vigesimoquinta Copa tras perder 1-4 frente al…

El Athletic Club no ha podido conquistar su vigesimoquinta Copa tras perder 1-4 frente al FC Barcelona. Todos los esfuerzos han resultado vamos y la calidad del mejor equipo del mundo en estos momentos se ha impuesto al corazón. Una lástima sobre todo teniendo en cuenta la movilización social en torno a nuestros colores, pero las finales sólo otorgan un ganador. En la retina de todos quedará la encomiable demostración de nuestra afición, con y sin entradas. Un millón de gracias a todos los que codo con codo han dado aliento a nuestro equipo. Felizmente no será esta nuestra última final.

El Athletic empezó como en el mejor de los sueños, bien puesto y además marcó a la primera. Un saque de esquina fue rematado de cabeza por Toquero en el segundo palo y estalló Mestalla cuando apenas se llevaban diez minutos de juego. El FC Barcelona monopolizó el balón, pero apenas creó una ocasión, tras pase en profundidad a Eto’o, desbaratada por Amorebieta y en otro chut lejano del camerunés atajado por Iraizoz. Por el contrario, obligó a nuestro equipo a jugar muy junto y, sobre todo, muy alejado de la meta rival pese a intentar una y otra vez presionar desde el saque de puerta de Pinto.

Y el sueño comenzó a tornarse pesadilla cuando una arrancada desde su área de Yaya Toure acabó con disparo lejano de éste que rozó levemente en Amorebieta y se incrustó en la red. El ayer central debió ver la segunda cartulina amarilla por adedicar un corte de mangas a nuestra afición, pero el colegiado se limitó a advertirle. Con todo, el Athletic llegó vivo al descanso, pero en la reanudación, a pesar de intentar tener algo más el balón en los primeros compases, le ocurrió como a la mayoría de móviles y conexiones afectadas por los barridos de Mestalla, que fue anulado y engullido por el FC Barcelona y su enorme calidad. El debate de las últimas semanas ha sido si el cuadro catalán es el mejor del mundo o el mejor de la historia. Y en esas estábamos cuando Messi, Bojan y Xavi echaron más leña al fuego del debate y pusieron en un santiamén el 1-4 sin dejar resquicio a la reacción, pese a la entrada de Susaeta, Ion Velez y Etxeberria en lugar de David López, Toquero y Orbaiz.

No pudo ser y cuando un equipo es superior sólo queda terminar con la cabeza alta, felicitarle y esperar que las cosas nos vayan mejor en la Supercopa una vez acabada con buena nota esta competición y obtenido el premio de poder participar en la primera edición de la UEFA Europa League. Tener la que probablemente sea la mejor y más fiel afición del mundo “sólo” nos valió esta vez para dar una lección de cómo animar, cómo arropar y cómo saber perder. Dentro y fuera del campo. Beti Zurekin.