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Dificultad y el mérito de competir con regularidad en Europa

Dificultad y el mérito de competir con regularidad en Europa

Desde que la UEFA Europa League adquiriera su actual denominación y modelo de competición en…

Desde que la UEFA Europa League adquiriera su actual denominación y modelo de competición en 2009, el Athletic Club ha disputado 78 partidos internacionales, incluyendo las fases previas, lo que le convierte en el equipo que más encuentros ha jugado en este torneo. La regularidad con la que los rojiblancos se han clasificado para Europa en los últimos tiempos, en seis de los últimos siete años, además de configurar uno de los ciclos más exitosos en la historia continental del Club, entraña una dificultad y un mérito que merecen un análisis más detallado.

El factor decisivo que habría que considerar es el desgaste global que genera la competición europea en todos los equipos clasificados y su consecuente repercusión en el rendimiento liguero de estos clubes que disputan de manera casi continua tres partidos por semana. Se trata de un desgaste tanto físico como anímico que afecta tanto de manera individual a los futbolistas, cuyas lesiones aumentan de manera relevante, como de forma colectiva, reduciendo el número de entrenamientos de calidad y específicos, y obligando a los entrenadores a continuas rotaciones. Tras largos viajes y con apenas tiempo por delante antes del siguiente encuentro, la necesidad de descanso y recuperación resulta prioritaria frente al anhelo de realizar entrenamientos intensos y encaminados a preparar de manera concreta el enfrentamiento contra el siguiente rival. La factura anímica también puede resultar gravosa, al menos en la medida en que lo excepcional, el escaparate europeo, resta motivación a lo rutinario, la competición doméstica.

Ante este determinante ritmo competitivo que satura el calendario cuando se juega en Europa, la amplitud de la plantilla, el conocido como fondo de armario, desempeña un papel fundamental. Las rotaciones resultan imprescindibles bajo el deseo de que ello no implique que disminuya el rendimiento colectivo. Sin embargo, imponderables en forma de lesiones condicionan igualmente la planificación y alteran cualquier previsión, en particular si las bajas son de gravedad. Algunos futbolistas alcanzan los 60 partidos oficiales debido al trajín europeo y, si la exigencia se repite durante temporadas consecutivas, no resulta nada extraño que surjan lesiones de mayor o menor calado que dificulten aun más el camino.

El caso es que, por poner un ejemplo, el Athletic Club se enfrentó al Celta en la temporada 2017/18 con 14 partidos europeos más a sus espaldas, que más allá de los 90 minutos de cada choque, condicionan 14 semanas enteras de trabajo. La máxima exigencia implica también rigor en el análisis, y en ningún caso para buscar excusas, sino, sobre todo, para valorar y dar mérito a lo que, datos en mano, lo tiene.

Ranking UEFA

Los rankings UEFA dan una idea de la regularidad con la que los equipos se clasifican para jugar en Europa, ya que computan puntos cosechados durante las últimas cinco temporadas. Ello significa que, si un club se queda sin jugar en Europa durante cinco temporadas seguidas, puede llegar a desaparecer de algunos rankings europeos. Al comienzo de la década, en la campaña 2010/11, el Athletic Club ocupaba el puesto 79, y raramente había bajado del lugar 70 con anterioridad. Por delante de los rojiblancos aparecían equipos como el Celta, el Getafe, el Espanyol o el Osasuna, gracias a sus esporádicas participaciones europeas. En la actualidad, el Athletic ocupa el puesto 34, y en los 4 años anteriores siempre ha estado por debajo del 40. De la Liga, solo el Real Madrid, el Barcelona, el Atlético de Madrid y el Sevilla han obtenido mejor coeficiente en los últimos años, manteniendo una relativa igualdad con el Villarreal.

El desgate en datos

En la última década han resultado muy llamativos los casos en los que equipos clasificados para Europa han pagado un peaje excesivo por el billete continental.

En la temporada 2009/10, el Getafe logró el sexto puesto con 58 puntos y al año siguiente se quedó a un único punto del descenso, tras completar 8 partidos en Europa y no superar la Fase de Grupos.

El Villarreal pasó de sus 62 puntos de Champions en la 2010/11 a los 41 del curso siguiente, los cuales no fueron suficientes para mantener la categoría y descendió.

El Levante también vio mermado su rendimiento tras conseguir meterse en Europa de manera extraordinaria en la 2011/12, aunque conservó la categoría, algo que no le sucedió al Betis. Los sevillanos pasaron de los 56 puntos que les llevaron a la UEFA Europa League en el ejercicio 2012/13 a los 25 puntos del curso siguiente, últimos en la tabla y directos al infierno de la Segunda División.

La campaña siguiente, 2013/14, la Real Sociedad también pagó el peaje internacional y quedó decimosegundo después de que el año anterior fuera séptimo.

En la última temporada disputada, 2016/17, fue al Celta a quien le tocó sufrir el desgaste de la competición europea. El Athletic, que también compitió en Europa y repitió clasificación tras obtener 63 puntos y acabar séptimo, le sacó 18 puntos al club gallego en la competición liguera. Tras eliminar al Krasnodar y al Genk, los celtiñas alcanzaron las semifinales donde cayeron ante el futuro campeón, el Manchester United. Parece claro que el viaje europeo lastró a los gallegos en el torneo de la regularidad.