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Athletic Club Femenino: pasos firmes, crecimiento continuo

Athletic Club Femenino: pasos firmes, crecimiento continuo

La inversión y la apuesta del Club por el fútbol femenino es incuestionable, una cuestión…

La inversión y la apuesta del Club por el fútbol femenino es incuestionable, una cuestión de principios Antes de que se fundara el Athletic Club, en Glasgow (Escocia), en 1892, las mujeres ya jugaban al fútbol. Cuando a comienzos del siglo XXI, 110 años más tarde, el Leioa EFT (Emakume Futbol Taldea) firmó un Convenio de Afiliación con el Athletic Club, las mujeres que conformaron aquella primera camada de leonas rojiblancas no podían imaginarse que, en estos últimos años, apenas una década, el fútbol femenino avanzaría más que en todo un siglo de estancamiento Sin duda, son varios los factores que explican una mejora tan relevante, al menos en relación al inmovilismo del largo siglo anterior. Por fortuna, la progresión puede considerarse una señal de los tiempos, y se engloba dentro de una afirmación del feminismo como movimiento indispensable en la lucha por la igualdad de derechos de las mujeres y los hombres. Pero en lo que concierne al fútbol femenino de nuestro territorio, el avance es consecuencia, sobre todo, de una apuesta decidida por parte del Athletic Club a favor de una sección femenina. El Club en los últimos años ha mostrado un compromiso claro basado en una idea fundamental: la esencia del Athletic es su filosofía, una forma de competir única que transciende el fútbol y se convierte en un reflejo real del territorio al que representa y, en consecuencia, en ese reflejo no podían, de ninguna de las maneras, faltar las mujeres, nuestras mujeres, Geureak.

Primera época, 2002-2007

Durante los primeros años, una vez que el Athletic Club, el 18 de junio de 2002, firmó el Convenio de Afiliación con el Leioa E.F.T., se puso de manifiesto el potencial deportivo que las futbolistas vascas atesoraban tras un bagaje de varias décadas de competiciones menores, desde participaciones simbólicas de equipos pioneros en fiestas populares en los años 70, hasta el ascenso del Leioa a la élite del FutFem, la Superliga, en la temporada 2001/02, tras quedar campeón de la categoría nacional. De lo que no había duda entonces, ni la hay ahora, es de que había suficientes mimbres deportivos como para que, por parte de entidades e instituciones, se concediera una oportunidad al fútbol femenino para que se desarrollara estructuralmente de manera acorde a su potencial futbolístico. El Athletic Club dio un paso al frente y mediante el citado convenio facilitó los recursos económicos y deportivos necesarios para que el nuevo equipo, que pasó a llamarse oficialmente Athletic Club Bilboko Futbol Kirol Elkarte Berria (el nombre Athletic Club Emakume Futbol Taldea no fue admitido), pudiera competir en la Superliga en la temporada 2002-03. En aquel entonces, la máxima categoría la componían 12 equipos y solo el RCD Espanyol competía igualmente en la máxima categoría masculina. Las rojiblancas eran el único representante vasco. El estreno del Athletic en la Superliga no pudo ser mejor, un verdadero refrendo tanto del talento de nuestras jugadoras como de la apuesta que el Club había hecho por ellas. Las leonas ganaron el campeonato de Liga y la afición rojiblanca desbordó todas las previsiones al acudir en masa (cerca de 35.000 personas, lo que supuso todo un récord) a la Catedral para animar a las leonas en su partido decisivo frente al Hispalis sevillano, que terminó con victoria por 5-0. Antes, frente al Puebla, las chicas se habían estrenado en San Mamés con una contundente victoria ante más de 20.000 simpatizantes. Las siguientes dos temporadas resultaron igualmente espectaculares y el Athletic sumó dos nuevos títulos ligueros, tres consecutivos, y el 26 de abril de 2005 una multitud se congregó en las calles de la ciudad para homenajear al equipo vencedor. Así que el inicio del camino en la élite no pudo ser más exitoso, una eclosión deportiva y social algo ficticia quizá, pero comprensible después de que el fútbol femenino hubiera permanecido ignorado, casi invisible durante tantos y tantos años. La afición rojiblanca se sentía muy orgullosa, tanto por el éxito como por la novedad, consciente de que el Athletic Club era uno de los pioneros en el impulso del fútbol femenino. Durante los siguientes años, las leonas consiguieron una cuarta Superliga en la temporada 2006/07; no volverían a conseguir un nuevo título hasta 9 años después, en la 2015/16. En aquel curso lejano 2006/07 ya eran catorce los equipos en liza, y, entre ellos, figuraban otros clubes de la Primera División masculina, destacando dos poderosos como el Barcelona y el Atlético de Madrid. La exigencia deportiva cada vez era mayor, y, por lógica, ese mayor nivel deportivo requería de un crecimiento estructural paralelo, que, a su vez, necesitaba de un respaldo social que sostuviera la inversión económica necesaria para que no se produjeran desajustes entre los tres pilares de cualquier club profesional: el ámbito deportivo, el económico y el social.

Análisis económico 2002-2007

Un análisis económico de aquella primera época muestra con claridad el carácter casi amateur de los inicios del fútbol femenino en el Club. En la época de Uria y Ugartetxe como presidentes, durante la primera temporada 2002/03, la inversión en fútbol femenino no llegó a los 90.000euro;. Tres temporadas más tarde, en la 2006/07, con Lamikiz y Urquijo al frente y el Athletic nuevamente campeón, la inversión se llega a multiplicar por 4, superando los 400.000€ (desplazamientos, alojamiento, estudios, dietas, primas, etc.). Sin embargo los ingresos no crecían en sintonía, el fútbol femenino no despertaba el interés publicitario esperado, y el boom social de los primeros años que provocó audiencias y aforos memorables, entró en una fase de difuminación y reajuste.

Años de transición, 2007/2011

Con García Macua como presidente de la institución, el Club asistió a unos años de transición en el FutFem, un periodo en el que los clubes de la Liga Profesional empezaron a crear secciones femeninas y a generar estructuras que impulsaran el crecimiento de esas nuevas secciones. Los formatos competitivos también se modificaron en busca de un modelo estable. Fueron años dominados por el Rayo Vallecano, con el Levante y el Espanyol al acecho, y con el Barcelona y el Atlético de Madrid aún agazapados. Las leonas quedaron terceras en la Superliga durante cuatro temporadas consecutivas y cayeron en cuartos de final en la competición copera. En la UEFA Women’s Club disputada durante el curso 2007/08, el Bardolino italiano truncó el sueño de superar la primera fase al derrotar a las rojiblancas en el partido decisivo por un solitario tanto.

Análisis económico, 2007/11

Como corresponde a años de transición, las cuentas no variaron en exceso de las presentadas en el último año (2006/07) del ciclo anterior. La competición europea provocó que en la temporada 2007/08 los gastos superaran los 600.000€, situándose el resto de ejercicios la inversión total en una media de 450.000€, con un ligero repunte de los gastos de personal.

Pasos firmes, crecimiento continuo, 2011/18

La Junta Directiva entrante, con cuatro mujeres en el equipo directivo al que se sumarían dos más tras la reelección de Josu Urrutia como presidente, lo tuvo claro desde el comienzo. Más allá de la contabilidad, y asumiendo su responsabilidad con la gestión, la apuesta por el fútbol femenino debía seguir siendo, incluso con más empeño y dedicación, una apuesta inherente al Athletic Club. Fruto de esa apuesta, se estableció un rumbo que condujera, paso a paso, temporada a temporada, con firmeza, hacia estructuras verdaderamente profesionales. Debían cimentarse los pilares que, a futuro, sostuvieran un equipo de élite que bebiera de la misma fuente que el primer equipo masculino, una forma de competir única dentro de una categoría cada vez más y más competitiva, la Primera División Femenina, actual Liga Iberdrola. Lezama, sus instalaciones, sus servicios médicos, sus recursos humanos y técnicos, debía convertirse con el tiempo, también para las leonas presentes y futuras, en la misma escuela de formación de alto rendimiento que era para los leones. En definitiva, un rumbo marcado por un crecimiento continuo hacia la completa profesionalización que, como veremos en el análisis económico, estuvo acompañado, además de con palabras, de hechos: inversiones pioneras dentro del fútbol profesional estatal de la Liga. Durante el primer mandato de Josu Urrutia al frente del Club, el Athletic femenino quedó en segundo lugar de la Liga los tres primeros años, y tercero la última campaña, la 2014/15. En dos ocasiones, en la 2011/2012 y en la 13/14, las leonas acariciaron el tan deseado título de Copa. En la primera final, frente al Espanyol, perdieron en la prórroga y, en la segunda, frente al FC Barcelona, fueron los penaltis los que alejaron a nuestras jugadoras del triunfo. Estos dos subcampeonatos, más los logrados en Liga, marcaron las pautas de una tendencia competitiva al alza que alcanzó su cenit durante el nuevo ciclo presidencial, en la temporada 2015/16, en la que de nuevo el Athletic Club quedó campeón de Liga tras 9 años de sequía. Fue un título memorable ante los dos colosos de la categoría, el FC Barcelona y el Atlético de Madrid, equipos cuyas plantillas ya habían tomado como modelo el de sus homónimos masculinos, y, por lo tanto, contaban en sus filas con futbolistas de primer nivel de cualquier parte del mundo.

Análisis económico, 2011/18

La apuesta clara por el FutFem se ve reflejada en el volumen de las inversiones desde el comienzo y en el crecimiento constante temporada tras temporada, pasando de los poco más de 550.000€ iniciales a los más de 1.700.000€ de la última campaña. Principalmente, se ha invertido en estructura y en la mejora de las condiciones salariales, además de becas universitarias, primas, alojamientos y centros de estudios. La totalidad de las jugadoras del Primer Equipo son profesionales y desarrollan su actividad a jornada completa. Asimismo, se potencia la estructura de formación, tanto la correspondiente a la cantera de Lezama como la relativa a los clubes convenidos. En la temporada 2017/18 surge el tercer equipo femenino, un Infantil de 16 jugadoras, con la idea de que la estructura se complete con cuatro equipos (un equipo cadete en la temporada 2018/19) en este curso.

Conclusiones

La inversión y la apuesta del Athletic Club por el FutFem es incuestionable: se trata de una cuestión de principios. En el debe de todos y todas está un mayor apoyo a nuestros equipos y al fútbol femenino. Sigue siendo una asignatura pendiente la asistencia a los partidos en Lezama. Las audiencias televisivas y su consolidación como espectáculo de masas también son parte del debe en el camino a la profesionalización y la igualdad, y como consecuencia, unos ingresos estables por publicidad y abonados que hagan sostenibles a largo plazo las inversiones. En esta faceta, el Athletic Club desea reconocer el apoyo que desde hace varias temporadas recibimos de Euskaltel, así como anteriormente de Artea, además, de la inestimable colaboración de la Diputación de Bizkaia a través del programa Bizkaia Bizkaialde. Un dato evidencia la apuesta y el trabajo que se está realizando en el Club por el fútbol femenino, y especialmente por la Junta Directiva presidida por Josu Urrutia: desde la primera temporada, 2002/03, la inversión en la sección femenina ha crecido un 1840%. El 70% del total de las inversiones corresponde a la actual Junta Directiva, a pesar de que su doble periodo de mandato se corresponde con tan solo el 43% del recorrido vital de nuestra sección femenina.