El Athletic Club luce en la pasarela de Milán

Jose Angel Iribar, nuestro gran mito, ha recibido en persona el reconocimiento del fútbol italiano a la magnífica trayectoria de la entidad rojiblanca durante 122 años de vida. El Premio Gianni Brera, compartido con tres entidades del potencial de Inter, Real Madrid y Barcelona, supone un empujón más a nuestra filosofía. El motivo es bien claro: es uno de los cuatro clubes de las cinco grandes ligas que siempre ha competido en la máxima categoría.

La ovación del Teatro dal Verme cuando Iribar desfiló su majestuosa figura fue tremenda. Estábamos en Milán, donde su Athletic Club resistió una embestida del equipo de Gianni Rivera un 8 de diciembre de 1976 en octavos de final de la UEFA. Había ganado 4-1 en San Mamés y el equipo rossonero se puso 3-0. Un penalti sobre el gran Txetxu Rojo, transformado en el minuto 88 por el ambidiestro Madariaga, con su pierna no natural, la zurda, clasificó a los leones.

Iribar, con 40 de fiebre, hizo el resto. Luego caerían el Barça de Cruyff, el Racing White belga y se inclinaría la rodilla ante la Juventus de Zoff y Bettega por el gol del extremo en La Catedral. Un título que se escapó al Athletic de Koldo Aguirre de manera injusta. En Milán bien se recuerda.

Aquello lo vivió en primera persona Gianni Brera, un periodista que fue toda una institución en Italia. Defensor y casi inspirador del famoso catenaccio, enfrentado a Sacchi por su fútbol ofensivo y zonal, vivió como propio el éxito de la Italia de Enzo Bearzot en el Mundial 82. Era el hombre que ponía apodos a los grandes futbolistas italianos. Y se enfrentó a Rivera (al que llamaba Abatino, abad), al que exigía mayor sacrificio en el campo. Antes de la muerte de Brera en accidente de tráfico, arreglaron el asunto en una mesa con unos caldos.

El escenario, con Emilio Butragueño, Guillermo Amor y Giuseppe Marotta, con el mítico goleador José Altafini y también con los galardonados Vladimir Petkovic, seleccionador suizo y la seleccionadora italiana de fútbol Milena Bertolini… Un lugar precioso para presumir del Athletic. A tres pasos del Duomo.