La cuarta Superliga en cinco años

Desde su aparición en el fútbol femenino como Athletic Club, las leonas habían ganado tres títulos de liga. Uno detrás de otro. El primero fue el de la 2002-2003,  y después llegaron el de la 2003-2004 y el de la 2004-2005. Los dos primeros se pudieron celebrar en San Mamés, con miles de aficionados acompañando y disfrutando el momento con las rojiblancas. El último se había logrado en el Miniestadi de Barcelona. En la campaña 2005-2006 el equipo zurigorri, que hasta entonces siempre había acabado en lo más alto de la clasificación, se tuvo que conformar con la quinta plaza y a 20 puntos de distancia del RCD Espanyol, equipo que se proclamó campeón. Fue una año difícil y convulso.

Con Iñigo Juaristi de vuelta en los banquillos en Lezama, la temporada 2006-2007 se presentó con ilusiones renovadas y ambición por lograr un nuevo título. Las leonas querían demostrar que ganar las tres primeras ediciones del campeonato doméstico en las que habían participado no era fruto de la casualidad. La liga fue un mano a mano entre el RCD Espanyol, vigente campeón y el Athletic Club. El Levante también aguantaba el tirón. Las zurigorri no cedieron una sola derrota hasta marzo, y precisamente fue el equipo granota quien cortó la racha triunfal de las de Juaristi en el Municipal de Nazaret.

Partido decisivo en San Mamés

Llegó la última jornada, y como en años anteriores, La Catedral iba a ser testigo de un nuevo encuentro decisorio. Las leonas y las pericas llegaron empatadas a 63 puntos a la cita final. La emoción era máxima en aquella mañana del 6 de mayo de 2007. El Athletic Club recibía al Torrejón y el RCD Espanyol hacía lo propio con el Rayo Vallecano. En San Mamés el partido acabó sin goles pero, la derrota de las catalanas por 3 a 5 ante el Rayo convirtió al Athletic en equipo campeón de la Superliga por cuarta vez. 25.000 aficionados disfrutaron una vez más de otra gran gesta de las leonas.

Tendrían que pasar 9 años para volver a cantar el alirón en Bilbao.