Eli Ibarra reina en la historia rojiblanca

Hablar de Eli Ibarra es hacerlo del Athletic Club femenino. La exfutbolista de Azkoitia, que cumple hoy 39 años, es la jugadora que más partidos ha disputado desde la creación de la sección femenina en 2002. Eli ha defendido la elástica rojiblanca en 413 partidos oficiales, repartidos entre 367 de liga, 32 de Copa y 14 de Women´s Champions League. Números históricos para una leona que dejó huella en los terrenos de juegos y que lo continúa haciendo a través de su labor en Athletic Club Fundazioa.

Ibarra comenzó en la década de los 90 en el Eibartarrak a dar sus primeros pasos en un mundo futbolístico aún incipiente para las mujeres. En casa, su padre y su hermano Josu, también futbolistas, ya le habían mostrado el camino. En el verano de 2002, Iñigo Juaristi reclutó al que fue el primer equipo femenino en la historia del Athletic Club, entre las que estuvo ella. Elisabeth Ibarra Rabancho era una atacante zurda hábil e incisiva, con olfato goleador y visión de juego. Desde 2002, y a lo largo de 15 temporadas, Eli se convirtió en la única jugadora en ostentar los cinco campeonatos de liga que atesora el club. Ha jugado cientos de veces en Lezama, pero también en un San Mamés abarrotado, logrando goles importantes para el equipo. Marcó 111 tantos, convirtiéndose en la tercera goleadora en el ranking histórico, solo por detrás de Erika Vázquez (260) y Nekane (157). También es la jugadora que más veces ha disputado la competición de la Copa de la Reina (32 encuentros) aunque se le resistió el trofeo. Además, fue internacional con la selección española absoluta (44 partidos) y con Euskal Selekzioa.

En mayo de 2017 colgó las botas con 35 años. En la rueda de prensa de despedida, junto a Iraia Iturregi e Irune Murua, apenas pudo contener el aliento. Muy emocionada, repasó su extensa trayectoria y mostró una enorme gratitud al Athletic y a sus aficionados. “Para mí es impresionante que me conozcan por la calle y me saluden. Me sacan una sonrisa y me recuerdan la grandeza de este club. Cada año ha sido especial para mí. Nunca dudé de donde quería desarrollar y terminar mi carrera”. Aquel irremediable adiós al fútbol supuso también el inicio de su figura como excepcional embajadora y transmisora de los valores del Athletic Club.