Pichichi: cien años de la muerte de la primera leyenda del Athletic

Hoy, 1 de marzo, se cumple el centenario de la muerte de Rafael Moreno ‘Pichichi’, uno de los grandes iconos de la historia del Athletic Club. Las generaciones actuales han oído hablar del mítico delantero rojiblanco por dar nombre al trofeo que se otorga al máximo goleador de la Liga o por la ofrenda floral ante el busto de bronce que realiza el capitán del equipo que visita por primera vez San Mamés, acompañado por su homónimo rojiblanco. La clásica foto de este formidable delantero, en la que aparece con un pañuelo de cuatro nudos en la cabeza para evitar dañarse con las costuras del balón, esconde la imagen del primer gran goleador del fútbol estatal.

Pichichi, bilbaino de la calle Santa María del Casco Viejo, nació el 23 de mayo de 1892 y murió el 1 de marzo de 1922, a la corta edad de 29 años. Debutó en partido oficial el 17 de marzo de 1913, sin haber cumplido 21 años. Lo hizo a lo grande, ante el Real Madrid, y comenzó a fraguar su leyenda a los dos minutos de juego, cuando batió la portería blanca. Aquel gol tempranero sigue siendo el récord de un león debutante y, además, nueve minutos más tarde, hizo el segundo. Acababa de nacer una estrella.

Lideró un Athletic dominador en aquellos años en los que aún no existía la Liga y donde la Copa y el Campeonato Regional eran los torneos oficiales de unas campañas donde los amistosos tenían mucho más valor que hoy en día. Suyo fue también el primero gol que se marcó en San Mamés, en el día de su inauguración, el 21 de agosto de 1913 (Athletic Club 1- Real Racing de Irun 1). Pichichi jugó 89 encuentros oficiales en los que anotó 83 goles, aunque la cifra se eleva por encima de los 200 si se tienen en cuenta los amistosos. Atesora también cinco títulos del Campeonato Regional (los correspondientes a 1914, 15, 16, 20 y 21) y cuatro Campeonatos de España (Copa), los de 1914, 15, 16 y 21. Formó parte de una de las alineaciones que conquistó la primera Copa en propiedad del Club, al ganar tres años consecutivos.

Su currículum se acrecienta con su participación en los Juegos Olímpicos de Amberes de 1920 con la primera selección española. Pichichi, que ganó la medalla de plata, fue el único jugador que participó en los cinco partidos disputados en la misma. Un año después, decidió colgar las botas y tuvo tiempo de dedicarse al arbitraje (llegó a dirigir un partido en San Mamés), antes de fallecer prematuramente por fiebres tifoideas que contrajo, al parecer, por ingerir unas ostras en mal estado. Por tanto, hoy se conmemora el centenario de la muerte del primer mito rojiblanco.