Paredes, un canterano fiel a sus orígenes

El central Aitor Paredes ha sido el último canterano en debutar a las órdenes de Ernesto Valverde. Ha participado en tres encuentros, el último el pasado viernes ante la UD Almería. Tiene los pies en el suelo: “Jugar en San Mamés es todo un privilegio, tengo que seguir haciendo lo que me ha llevado hasta aquí, seguir trabajando en el día a día”.

Paredes no pierde el rumbo, es un chaval agradecido y valora sobremanera sus orígenes. La sede del Etorkizun KT, la escuela de fútbol de Arrigorriaga en la que empezó a dar patadas al balón con seis añitos, ya luce con orgullo una camiseta que le regaló. Aitor se acerca a menudo al campo de fútbol 7 para saludar a su gente, recordar viejos tiempos y servir de espejo a los niños y niñas que se entrenan con idéntica ilusión a diario.

Javier Ibarrondo, con una labor impagable al mando de una entidad que va para las cuatro décadas, y de la que también salió otro debutante con Valverde, el delantero Guillermo Fernández, se deshace en elogios hacia el mocetón del pueblo: “El debut de Aitor es una gran satisfacción, hablamos de una persona íntegra y agradecida”.

Paredes, desde alevines en Lezama y muchos años portando el brazalete de capitán, fue campeón de los Juegos del Mediterráneo en 2018 junto a Oihan Sancet. Su proyección siempre ha estado ahí y ahora sabe que la misión es aportar su granito de arena como central o lateral y crecer desde el día a día con el orgullo que le llevó a lucir el 10 del ‘Etorki’ durante cuatro años.