115 años del nacimiento de Goyo Blasco, el primer Zamora rojiblanco

115 años del nacimiento de Goyo Blasco, el primer Zamora rojiblanco

El guardameta titular del gran Athletic Club de los años 30 nació el 10 de junio de 1909

Ernesto Valverde lo comentó al término del último partido de LaLiga 2023-24, cuando Unai Simón consiguió el Trofeo Zamora: "Queríamos ganarlo por el peso que tiene la portería en un club como el Athletic". Una demarcación siempre destacada en San Mamés y que, como todos, tuvos grandes precursores. En el día de hoy, celebramos el 115 aniversario del nacimiento de uno de los primeros nombres propios bajo los palos del Athletic Club, Goyo Blasco, cancerbero de la primera Liga del Athletic Club y primer Zamora rojiblanco. 

Con su carismática vestimenta, camiseta negra de cuello vuelto, gorra con visera y grandes rodilleras, las páginas de los periódicos antiguos lo caracterizaron como un guardameta seguro, con visión, gran despeje de puños y valentía aérea.


Despeje de Blasco en el partido de Copa jugado en San Mamés Athletic 0 - Alavés 0 en 1928. Foto: AC Museoa. 

Inicios en el mundo del fútbol

Curiosamente, al joven Goyo Blasco le gustaba ser delantero cuando jugaba con sus amigos a su deporte favorito, el fútbol. No obstante, fueron esos mismos amigos quienes le relegaron a la portería y que, a posteriori, hicieron que Blasco labrara una reseñable carrera futbolística. Comenzó en las categorías inferiores del Chávarri de Sestao, donde coincidió con otro futuro mito del Athletic Club, Guillermo Gorostiza. Posteriormente, jugó en el Arenas de Getxo y sería en el Acero cuando comenzaría a disputar encuentros en categoría senior.

Irrupción en el Athletic Club

El 12 de diciembre de 1926, el equipo de Olabeaga ganó 2-0 al Athletic Club, con Goyo Blasco defendiendo la meta del cuadro local. Su destreza a la hora de echar por tierra los intentos bilbaínos llamó la atención y fue fichado por el club zurigorri. Un año después, el 22 de mayo de 1927, debutó en un amistoso frente al Swansea City y en partido oficial, después, frente al Barakaldo CF, en el campeonato regional.

En total fueron 11 temporadas y 203 partidos (113 de Liga, 47 de Copa y 43 de campeonato regional). Fue el portero titular en la primera participación del Athletic Club en Liga (1928) y dejó una imborrable impronta en ella. Campeón en cuatro ocasiones (1930, 1931, 1934 y 1936) y fue tres veces el menos goleado (1929/30, 1933/34 y 1935/36). A día de hoy es el futbolista con más títulos en la historia rojiblanca (igualado con sus compañeros de época Guillermo Gorostiza, José Luis Ispizua y Roberto Etxebarria), con 15 entorchados (4 ligas, 4 copas y 7 campeonatos regionales), que pudieron ser más si no llega a ser por el estallido de la Guerra Civil. 


Plantilla del Athletic con la Copa de 1930. Foto: AC Museoa. 

Así fue como surgió uno de los nombres más destacados en la historia de la portería del Athletic Club, del gran equipo de los años 30 que dirigió Mr. Pentland. El arquero que, a día de hoy, sigue manteniendo el record del portero vasco con más Zamoras, igualado con Arconada con tres entorchados.

Pero, por si eso fuera poco, gozó de más momentos de gloria. En su haber, también puede presumir de obtener cuatro títulos de Copa (1930, 1931, 1932 y 1933) y otros siete Campeonatos Regionales (1928, 1929, 1931, 1932, 1933, 1934 y 1935). Un total de 15 títulos que lo convierten en león más laureado de la historia del Athletic Club, igualado con Gorostiza, Roberto e Ispizua. 


La plantilla del Athletic posa en Torremadariaga tras conseguir vencer en la Copa por 3 años consecutivos. 2 de julio de 1932. P. Birichinaga, José Muguerza, Aguirrezabala, Luis Mª Uribe, Blasco, Gorostiza, Ispizua, Lafuente, Unamuno, Petreñas, Garizurieta, Iraragorri, Mr. Pentland. Sentados: Careaga, Urquizu, Castellanos, Roberto Echevarria, Bata, Cilaurren, Demetrio Felipés. Foto: AC Museoa.


Obligado al exilio

Tras el estallido de la Guerra Civil en 1936, Blasco se enrola en la selección de Euzkadi, combinado nacional creado por el Gobierno Vasco en 1937 con el fin de recaudar fondos en Europa para los refugiados vascos y realizar una labor propagandística en favor del Gobierno Vasco y la República. Tras caer Bilbao en manos franquistas, la Selección de Euzkadi se marchó a América para proseguir con la gira. El combinado recaló finalmente en México, donde jugó la Liga Mayor de 1938-39 bajo la denominación de Club Deportivo Euzkadi, quedando en segundo lugar. Tras disolverse la selección de Euzkadi al finalizar la guerra, Blasco optó por quedarse en México y jugó en la temporada 1939-40 con el Real Club España la Liga Mayor del Distrito Federal, ganando el torneo.


Alineación de la selección de Euskadi en México, finales de la década de los 30. Aparecen: Melchor Alegría, Gregorio Blasco, José Mugerza, Ángel Zubieta, Leonardo Cilaurren, Pablo Barcos, Pedro Regueiro, Isidro Langara, Joaquín Rezola. Sentados: Tomás Aguirre, José Manuel Urquiola, Serafín Aedo, Enrique Larrinaga, Emilio Alonso, Luis Regueiro. Foto: AC Museoa.

Su virtud bajo palos volvió a atraer las miradas de los equipos latinoamericanos y pronto comenzó a engordar su trayectoria allí. Aterrizó en Argentina, en el mítico River Plate, donde se le recuerda por ser el primer portero en usar guantes. Como curiosidad, le apodaron 'El electricista', asemenjando sus guantes a los del oficio del manejo de cables. Ya en los últimos coletazos de su carrera, volvió a México para jugar en el Atlante FC, pero una fractura del dedo meñique le obligó a retirarse a los 37 años.


Retrato del portero Blasco cuando jugó con el campeón argentino River Plate en 1940. Foto: AC Museoa.

Su legado más familiar

Blasco se quedó a vivir en México hasta su muerte el 31 de enero de 1983. Su legado trasciende de lo deportivo y hoy día, sus hijos y nietos, desde México, siguen honrando su apellido y promulgando su amor a los colores rojiblancos con la Peña México Athletic Club. No sólo en México, también en su Mundaka natal recuerdan con mucho cariño a uno de los primeros grandes arqueros del Athletic Club. Una calle del precioso pueblo costero vizcaíno lleva su nombre, cerca de la casa donde le vieron crecer