“Lo que más le gustaba a Kendall era la filosofía del Club”

“Lo que más le gustaba a Kendall era la filosofía del Club”

El prestigioso periodista inglés Paul McParlan recuerda la figura del mítico técnico

Aprovechando la visita del Athletic Club a Manchester, hemos podido charlar con Paul McParlan, periodista que trabaja para medios como “These Football Times” o “When Saturday Comes” e hincha acérrimo del Everton FC. Entre sus publicaciones también se encuentra el libro “The forgotten champions”, basado en la liga ganada por los toffees en 1987 bajo la dirección de Kendall, y que, según el autor, su repercusión histórica ha quedado solapada por la escasa cobertura mediática y audiovisual que tuvo una campaña marcada por la crisis estructural y social que azotaba a la liga inglesa durante aquel tiempo.

Howard Kendall fue uno de los técnicos más prestigiosos del fútbol inglés y, por ende, del europeo durante la década de los ochenta. Leyenda del Everton FC como futbolista, con el que conquisto la liga de 1970 y formó un centro del campo conocido como “la santísima trinidad” de los toffees junto a Alan Ball y Colin Harvey, en mayo de 1981 tomó las riendas del equipo como entrenador. Al mando del cuadro de Goodison Park, Kendall completó una trayectoria extraordinaria que incluyó el triunfo en las ligas de 1985 y 1987, la FA Cup de 1984, la Recopa de 1985 y las Charity Cup de 1984, 1985 y 1986. 

Un currículum que le permitió estar en el radar de los mejores clubes de todo el continente, decantándose, finalmente, por la oferta del Athletic Club en junio de 1987. Permaneció durante dos temporadas y media en Lezama, dejando una profunda huella humana en el entorno rojiblanco. Volvió en repetidas ocasiones, el Everton FC le organizó un homenaje que incluyó un partido contra el Athletic Club en 2006 y, por supuesto, apoyó al equipo rojiblanco en todos sus choques frente a equipos ingleses, incluyendo una visita al hotel de concentración horas antes del mítico partido de 2012 en Old Trafford. Regresó por última vez en la primavera de 2014, para ver in situ el nuevo San Mamés, antes de fallecer en otoño de 2015. 

Un inglés que vino a Bilbao y cuyo corazón nunca se marchó de la capital vizcaína. Durante su periplo al frente del conjunto rojiblanco, Kendall clasificó a los leones para disputar la Copa de la UEFA en 1988 y tuvo un papel clave en la renovación de la plantilla. Y es que los jugadores que habían logrado los títulos de la primera mitad de los ochenta fueron dando paso a una nueva generación de futbolistas que debutó de la mano del preparador británico. Es el caso Ander Garitano, Andoni Ayarza, Andoni Lakabeg, Iñigo Lizarralde, Josu Urrutia, Rafa Alkorta o Xabi Eskurza, además de la consolidación de otros jugadores como Luis Fernando o Ritxi Mendiguren en el primer equipo. Mito absoluto para los evertonianos, el legado humano de Kendall perdura también en Bilbao.