50 años del primer rugido de Goiko
El mítico defensa de Alonsotegi, doble campeón de Liga y ganador tanto de la Copa como de la Supercopa, debutó un 9 de junio de 1975 en el viejo estadio de Atotxa
Hablar de Andoni Goikoetxea supone referirse, además de a uno de los centrales más destacados de la historia del Athletic Club, al último medio siglo de la entidad. Y es que se acaban de cumplir 50 años desde que un imberbe defensa de Alonsotegi se estrenó, con apenas 18 años, en el primer equipo rojiblanco, un 9 de junio de 1975. Fue el inicio de una gloriosa carrera que se prolongó durante 13 campañas en las que disputó 369 partidos -359 como titular- como león en los que anotó 44 tantos, una cifra nada desdeñable tratándose de un zaguero. Futbolista generacional, fue parte del equipo que ganó los títulos de La Liga en 1983 y 1984, además de la Copa y la Supercopa también en 1984. Junto a ello, fue finalista de la copa de la UEFA en 1977 y de la Copa tanto en 1977 como en 1985. Una brillante trayectoria que se cerró en 1987, cuando el Athletic le traspasó al Atlético de Madrid a cambio del delantero Peio Uralde y una importante suma económica. Goikoetxea se mantuvo tres temporadas en el cuadro colchonero.
Fue en un partido de Copa frente a la Real Sociedad en Atotxa bajo las órdenes de otro mito como Rafa Iriondo y, curiosamente, se estrenó como lateral izquierdo debido a una lesión de Félix Zubiaga. Encomendado al marcaje de Santi Idigoras, una de las figuras del equipo txuri-urdin, y acompañado de Jose Angel Iribar, Javi Eskalza, Dani Astrain, Ángel María Villar, Jose Mari Amorrortu, Pedro Mari Zabalza, Dani Ruiz-Bazán o Txema Lasa en el once, los leones cayeron por 3 a 1 en el viejo terreno de juego del barrio donostiarra de Egia. Apenas, una semana después, en San Mamés, el Athletic volteó la eliminatoria ante su aficion. El tiempo reglamentario y la prórroga acabaron con otro 3 a 1 para los rojiblancos, merced a los tantos de Villar, Carlos y Dani. En la tanda de penaltis, los leones se impusieron por 6 a 5 y un jovencísimo Goiko marcó el suyo. En definitiva, el bautismo de fuego de una gran carrera.
Durante su trayectoria en el primer equipo fue dirigido por técnicos como el citado Rafa Iriondo, Koldo Agirre, el austriaco Helmut Senekowitsch, Iñaki Sáez -en dos etapas-, Javier Clemente y Jose Angel Iribar. Goiko fue uno de los baluartes defensivos compartiendo zaga con Dani Astrain y José Ramón Alexanko en primera instancia, con Rocky Liceranzu en la etapa de Clemente y, finalmente, con un pujante Genar Andrinua. Icono del equipo campeón de los ochenta que vivió las dos primeras salidas de La Gabarra, también fue internacional con las selección vasca y española.
En septiembre de 1983 vivió otra de las situaciones que marcó su carrera con la dura entrada que ocasionó la lesión de Diego Armando Maradona, entonces jugador del FC Barcelona, su tobillo izquierdo. Una jugada que «no venía a cuenta», tal y como recuerda un Goiko que ha mostrado repetidamente su desazón por lo sucedido durante décadas. Castigado con 17 partidos de sanción, posteriormente reducida, padeció una enorme presión mediática que trascendió ampliamente de lo deportivo en un momento social complejo. El de Alonsotegi conoció la sanción poco antes de salir a disputar el partido de vuelta de la eliminatoria de Copa de Europa ante el Lech Poznan. La necesidad de remontar y la sensación de agravio tras el castigo al de-fensa rojiblanco propiciaron un ambiente electrizante. Goikoetxea anotó el primer tanto, los leones remontaron y el zaguero acabó siendo sacado a hombros por sus compañeros.
Una noche para la historia, inmortalizada primero con la foto de Ángel Ruiz de Azua y, posteriormente, con el cuadro de Iñaki García Ergüin. Una imagen de fuerza que evoca el rugido del león, el rugido de un Goiko que actualmente continúa trabajando para el Athletic inmerso en la parte más social del Club cuando se cumplen 50 años de su debut. Zorionak Goiko!
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