Athletic Club - Real Zaragoza

El Athletic Club ha obtenido una victoria que puede ser vital ante el Zaragoza (1-0) gracias al gol de Yeste en el minuto 75 de juego. Los tres puntos le dan un respiro al equipo a falta de tan solo dos jornadas para el final con un lío tremendo en los puestos comprometidos de la tabla clasificatoria. Y eso que al equipo ha estado a punto de poderle la presión, pero finalmente no ha ocurrido así y, como mencionaba un periodista en la sala de prensa, el fútbol le ha devuelto al Athletic Club lo que inmerecidamente había perdido en las últimas jornadas.

Si bien en la primera vuelta el Athletic Club no mereció perder en Zaragoza, ayer no mereció ganar el duelo a vida o muerte que se planteaba, aunque al final lo hizo como desgraciadamente ya estamos acostumbrados a ver esta temporada, preñado de sufrimiento y con el ánimo de una afición inasequible al desaliento.

Todo pese a que desde el primer momento se percibía que no era nuestro día. El equipo no presionaba como otrora y cuando lo hacía estaba demasiado atrás o dejaba a la vista evidentes desequilibrios. Gracias a ello el Zaragoza no precisaba de esfuerzos extraordinarios para crear peligro, a veces parecía que hasta lo conseguía casi sin querer.

Por lo anterior muy pronto ha empezado el sufrimiento en los pies de Diego Milito, quien en el minuto 9 ha enviado al palo con la derecha un centro desde el costado izquierdo. En el minuto 14 el mismo delantero se quedaba solo ante Lafuente y remataba al palo, pero el asistente ha invalidado la jugada por inexistente fuera de juego. Tampoco para el árbitro y acompañantes ha sido un gran día el de la jornada 36.

Antes de la media hora, en el minuto 27, el mismo Diego Milito ha enviado alto tras jugada personal y para colmo en el minuto 32 ha aparecido Ewerthon, aunque Lafuente ha desviado su centro-chut. ¿Y el Athletic Club? Bien habrá que decir. Mientras en las gradas se consumían ingentes cantidades de nervios y paciencia, se esperaba algo por parte del equipo y éste al menos ha ofrecido una decorosa recta final de la primera parte, sobre todo a raíz de la jugada más polémica del choque. Un lanzamiento de falta ha sido reenviado desde el segundo palo por Lacruz al centro del área y tras un remate de cabeza de Prieto el balón ha salido rebotado a Urzaiz quien ha empalmado una fuerte volea que Ponzio ha sacado con la mano cuando parecía ser gol. El árbitro no ha señalado nada. Tres minutos después Urzaiz ha rematado bien de cabeza aunque a las manos de un bien colocado César y en el 39 Murillo ha disparado fuera desde lejos.

Por si lo visto en la primera parte no era suficiente, ambos equipos han comenzado la segunda por idénticos derroteros. El Zaragoza bien relacionado con la madera (en el minuto 50 Diego Milito ha vuelto a disparar al poste) y el Athletic Club con las mismas dosis de nerviosismo y falta de ideas. En el minuto 53 Etxeberria ha reemplazado a Guerrero y en el 57 su testarazo se marchaba alto. Un espejismo porque el Zaragoza tenía aún todas las condiciones para ejecutar el contragolpe como lo ha hecho Zapater en el minuto 60 con disparo final detenido por Lafuente o un mano a mano con Ewerthon en el minuto 67 que in extremis ha desbaratado el cancerbero.

Enfrente una tarjeta amarilla para Etxeberria por simular penalti según el colegiado era el único bagaje ofensivo si bien el propio Etxeberria protagonizó una peligrosa internada en el 73, pocos minutos después de que Llorente sustituyera a Amorebieta, Lacruz pasara al lateral izquierdo, Iraola al derecho y Etxeberria se colocara en la banda. Víctor quería refrescar el ataque y Lafita ha reemplazado a Diego Milito, respiro anticipado, en el minuto 74.

Todo era preludio del gol, con mayúsculas. Como el fútbol tenía varias cuentas pendientes, ha decidido ajustar un par de ellas a la vez. Con Llorente por ejemplo. El delantero de Iruñea se ha visto en el ojo del huracán sin comerlo ni beberlo: medios de comunicación, San Mamés y hasta en boca del entrenador… Esperemos que la jugada que vamos a narrar le haga acreedor lisa y llanamente de la característica que nunca debió perder: ser un interesante jugador surgido de la cantera del Athletic Club que hay que cuidar y a quien hay que exigir que mejore día a día, sin prisa pero sin pausa.

Fernando ha recibido un pase de Yeste en banda izquierda en el minuto 75 y se ha decidido a encarar a Milito, hermano del de los postes, y con rápido movimiento de pierna derecha a pierna izquierda se ha llevado el balón en el minúsculo espacio que había entre el defensa y la línea de meta, operación que ha repetido con Ponzio para levantar posteriormente la cabeza y ceder el balón atrás a Yeste para que éste enviara raso y con la derecha el balón a la red. El gol. El de la tranquilidad, el que ha desatado el delirio, las lágrimas del goleador y las ajenas, el que nos hace ver luz al final del túnel y no porque el tren venga de frente. El 1-0 era verdad y el equipo se ha volcado en un tremendo trabajo de contención para guardarlo como oro en paño.

Tiko ha sustituido al agotado Ustaritz y Murillo se ha colocado de central, mientras en el Zaragoza Generelo y Aranzabal ocupaban la demarcación de Zapater y Toledo respectivamente. Por vez primera el Athletic Club tenía algo de espacio para correr a la contra y Llorente ha dispuesto de un cabezazo y de una jugada individual que ha rematado por encima del larguero. Finalmente, para recuperar lo que el buen fútbol de anteriores jornadas nos debía Lafuente ha detenido un chut de Savio en el minuto 89. Enseguida el final, sí, uno a cero.

Visto el juego del Zaragoza al menos los equipos que ven peligrar su puesto en Primera División por la llegada del Deportivo Alavés estarán tranquilos de cara a la jornada del fin de semana, aunque cosas peores se han visto en el fútbol. Para nosotros la próxima y esperemos que definitiva final se disputará en A Coruña.