Athletic Club - Real Madrid

Athletic Club 0-Real Madrid 3


El Athletic Club ha perdido 0-3 ante el Real Madrid, goles obra de Kaka (2), ambos de penalti, y Ronaldo. Un castigo excesivo en el marcador en el centenario partido que más gusta jugar, y sobre todo ganar, a lo largo de la temporada y que esta vez no ha deparado excesivas alegrías. Un duelo que ha empezado muy cuesta arriba y que ha terminado de similar forma. Si a las dificultades emanadas del exceso de revoluciones propio, le añadimos las provenientes de un rival bien pertrechado atrás, repleto de nombres y calidad, y añadimos los erráticos criterios arbitrales que han ayudado un pelín al que tantos lamentos imparte y escenifica, podemos colegir que la empresa se antojaba difícil desde cualquier punto de pista y el resultado final lo atestigua.

Es más, para los que se sumen ahora al carro de los tan actuales planes B, o para aquellos que hayan alimentado en un par de días las teorías del enemigo mermado, del rival que viene de paseo, de la Liga desparramada etc. no estará de más recordar que el Real Madrid ha alineado de salida once jugadores internacionales, de ellos cuatro campeones del mundo y un Balón de Oro, y que, posteriormente, han entrado otros tres de la misma condición, entre ellos otro que se hiciera en su día con la estatuilla dorada. Vamos, una banda que bate records, que puede llegar a semifinales de Champions y está en la final de Copa, pero que, por el momento, tiene la desgracia de toparse en la segunda mejor Liga escocesa del continente con un equipo que mejora sus registros.

Y ese conjunto de andar por casa ha saltado a San Mamés con un plantel de altura física, con un central para hacer de medio centro y le ha dejado toda la responsabilidad a nuestro equipo para jugar, con acierto, la baza del contragolpe. Un desafío aceptado desde el primer momento, pero que muy pronto se ha convertido en un baldón para nuestros colores. Si desde los primeros compases se han visto las intenciones de los visitantes, para vislumbrar las del colegiado no hacía falta ser Einstein.
Gurpegi se merecía la primera tarjeta en el minuto 11, claro, pero antes otros ya habían comprado billete sin pasar por la canceladora.

Por si las dificultades para asaltar el área contraria fueran pocas, a los 13 minutos un derribo de Iraizoz a Di María, penalti diáfano, suponía el 0-1, obra de Kaka. Qué más quería el ciego que ver. Paso atrás y contragolpe peligroso tras contragolpe peligroso, liderados casi siempre por Di María y acompañado por un asistente demasiado parco a la hora de levantar la bandera.

Y mientras el arbitraje competía con el racheado viento a la hora de desquiciar a muchos de los presentes en San Mamés, Gurpegi se convertía en el mejor y casi único rematador de nuestro equipo en la primera mitad, con dos opciones, una que ha terminado en córner y otra con disparo fuera (en el área contraria habría tenido más pinta de penalti) tras dejada de Llorente rematada por el centrocampista con la izquierda. Entre medio, un largo peregrinar de presión propia y ocasiones ajenas, como por ejemplo un mano a mano de Higuain desbaratado por Iraizoz u otra del mismo tras un despeje fuera del área del cancerbero.

Ganas de llegar pronto al área por parte de nuestro equipo versus verticalidad rival, aunque en la recta final, además de la mencionada de Gurpegi, las cosas se han animado algo con chut de Muniain desde fuera de área detenido por Casillas en el minuto 34, vaselina fuera por poco de Di María en el 37, disparo de Kaka detenido por Iraizoz en el 43 y cabezazo de Toquero desviado a córner por Casillas, además de un clásico, codazo de Pepe a Llorente, que el colegiado, para que los desmemoriados hicieran acopio de argumentos, se ha convertido en el pitido del final de la primera parte.

Para encarar la segunda, David López ha entrado por Gurpegi, quizá con la estrategia in mente. Sin embargo, al buen inicio local, y a la tarjeta naranja para Sergio Ramos, se le ha opuesto otro penalti, esta vez más comprometido, tras desplome de Di María, todo un especialista, al sentir el contacto de Castillo en su costado. La grada se lo ha tomado con dosis de filosofía difíciles de ver en otros lares. A la atronadora ovación dirigida al presidente visitante le ha sucedido el segundo gol de Kaka desde los once metros.

A partir de ahí el colegiado se ha crecido en su faena de aliño y las tarjetas que parecían oxidadas por falta de uso han empezado a ver la luz cuando la contienda estaba en peligro de extinción, como las mostradas a Lass, cuando menos se lo merecía, y a Casillas, y no digamos nada la vista por Javi Martínez poco antes de ser suplido por Iturraspe y que parece le hará imposible jugar en Iruña. Sin duda ajustada a derecho por protestar airadamente, pero una nimiedad si tomamos como referencia actitudes similares vividas anteriormente pro con otra camiseta.

El Athletic ha tenido opciones de meterse en el partido, pero el remate con la zurda de Toquero en el 61 se ha ido fuera y el Real Madrid, ya con Ronaldo en el campo en el sitio de Higuain, seguía a lo suyo. Minutos de posesión rival y contragolpe peligroso en tres o cuatro pases. Esta vez Iraizoz se ha hecho con la pelota, mientras Lass no paraba de solicitar al colegiado su expulsión, Llorente remataba de cabeza fuera y por Di María entraba Alonso, otro jugador del filial de Valdebebas. Por fin, en el minuto 70 el partido quedaba sentenciado con el tercer gol, obra de Ronaldo.

Lo anterior no es óbice para que Mourinho le hiciera un hueco a la prepotencia, manera medianamente educada de calificar ciertas actitudes que, además de ser un magnífico entrenador como ha demostrado también hoy, le han encumbrado al Olimpo mediático y al trono de Modestyland. Más allá de que quiera representar a su club en las ruedas de prensa oficiales y que su ausencia pueda ser entendida como menosprecio (en nuestro caso intento de y más por la presencia de un exrojiblanco en su lugar), a vista de todo el público ha tildado de loco a Castillo por un rifi-rafe con Ronaldo, mientras en el césped lo más reseñable, en la hora de la derrota, seguía siendo la entrega sin premio de equipo y afición y un tiro fuera de Kaka y otro con similar resolución de Llorente al filo del pitido final…

Así las cosas el equipo acabará la jornada en puestos europeos, sexto o séptimo, pero a falta de siete jornadas para el final tendrá que trabajar a destajo para no perder comba, empezando por el primero de los dos derbis consecutivos que nos toca jugar.

El Athletic Club ha alineado a Iraizoz; Iraola, San José, Ekiza, Castillo; Gurpegi, Javi Martínez, Orbaiz, Muniain; Llorente y Toquero. En la banquillo estarán Raúl, David López, Iturraspe, De Marcos, Gabilondo, Ocio y Díaz de Cerio. Susaeta se quedará fuera de la convocatoria.

El Real Madrid ha alineado a Casillas; Ramos, Albiol, Garay, Arbeloa; Lass, Pepe; Di María, Kaka, Granero; Higuain. En el banquillo estarán Dudek; Carvalho, Adebayor,Ronaldo, Marcelo, Alonso y Özil.

Ha arbitrado Clos Gómez.