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Con los sentimientos a flor de piel

Con los sentimientos a flor de piel

Cuando Ander Iturraspe, Mikel Rico y Markel Susaeta, los dos últimos acompañados de sus hijos, aparecieron por el túnel de vestuarios, San Mamés les dedicó una de esas enormes ovaciones que nunca se olvidan.

Cuando Ander Iturraspe, Mikel Rico y Markel Susaeta, los dos últimos acompañados de sus hijos, aparecieron por el túnel de vestuarios, San Mamés les dedicó una de esas enormes ovaciones que nunca se olvidan. Los tres emblemáticos leones, cada uno de ellos por sus propios méritos y circunstancias, salían juntos a despedirse y la afición rojiblanca tras el partido había querido quedarse para tributarles todo su afecto, gratitud y reconocimiento en su adiós. Por su parte, el equipo, vestido con camisetas blancas con los dorsales de sus compañeros, les hacía un pasillo en su camino hacia el círculo central. Allí, Carlos Gurpegui, quien había sido su capitán durante buena parte de sus trayectorias, les entregó sendos cuadros de sus propias camisetas dedicadas y enmarcadas, con una significativa placa donde se leía: GUTAKO BAT BETIRAKO, ESKERRIK ASKO.

Después llegó el momento de la vuelta al campo, con el público de cada tribuna aplaudiendo de manera muy emocionante al paso de los jugadores, hasta que alcanzaron la Herri Harmaila, desde donde se desplegó un enorme tifo dedicado a Susaeta, 1991 – 2019, y otra pancarta en homenaje a Iturraspe y Rico. Los tres se subieron a la grada de animación y vibraron con el homenaje de la afición, mientras el equipo seguía desde el césped el memorable momento. Como el propio Susaeta declaraba al final de la despedida: “Nuestra gente es diferente. Lo hemos podido vivir hoy los tres y ha sido una gozada”.