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2019. Los mejores momentos: Equipo masculino

2019. Los mejores momentos: Equipo masculino

El regreso de Ibai Gómez a casa fue una de las primeras novedades que nos…

El regreso de Ibai Gómez a casa fue una de las primeras novedades que nos trajo el nuevo año. El Athletic venía de lograr en Vigo tres puntos que se antojaban fundamentales para escapar de puestos de descenso. Poco después se anunciaba el acuerdo con el jugador bilbaino y el Deportivo Alavés. Ibai firmaba su regreso en San Mamés, con un contrato hasta 2022 y con un vínculo indeleble donde no mediaba cantidad alguna por la cláusula de rescisión.

Con el 19 a la espalda se presentaba un nuevo Ibai, más reforzado por la experiencia acumulada como futbolista en Vitoria. Una experiencia que añadir a los 145 partidos que ya había disputado en su primera época como zurigorri y que le permitía Gaizka Garitano y Patxi Ferreira contar con una baza más de calidad para hilvanar el juego ofensivo del equipo.

La llegada de Ibai coincidió con el doble duelo de Copa y Liga ante el Sevilla marcado en parte por la descollante actuación de un Iñaki Williams que anotó dos importantes goles de bella factura. El Athletic encadenaba por primera vez en la temporada dos partidos seguidos ganando que le servían para terminar la primera vuelta con algo más de aire en los pulmones y una tendencia positiva desconocida hasta entonces. Iñaki iba a ser una figura clave para entender el renacer del equipo que salió reforzado del duro calendario de enero. Tres victorias y un empate coronados por el nombramiento al delantero bilbaino como el mejor jugador del mes de LaLiga.

La vuelta copera ante el Sevilla permitió además celebrar los 500 partidos oficiales de Markel Susaeta como jugador del Athletic. Una cifra redonda y especial que le permite al futbolista de Eibar entrar en un selecto club donde sólo otros cuatro jugadores -Iribar, Rojo, Etxeberria e Iraola- pueden presumir de ello. Un espejo en el que mirarse las generaciones actuales… y las venideras. En Lezama lució buena parte del legado logrado desde que debutara un día de septiembre de 2007 y en San Mamés recibió en los prolegómenos del encuentro ante el Betis un homenaje de leyenda.

El cierre del mercado invernal coincidió con la llegada del último refuerzo para la segunda vuelta. Kenan Kodro. El futbolista donostiarra llegaba para reforzar el ataque del Athletic. Proveniente del Kobenhavn danés, firmaba hasta 2022 con una cláusula de 80 millones. En una semana ya estaba dentro de los planes de Gaizka Garitano que lo hizo debutar en los últimos minutos del importante partido ante el Barcelona en San Mamés.

Los tres partidos seguidos ganados ante Atlético, Girona y Levante reforzaron el objetivo continental para la recta final de temporada. Tiempo a su vez de empezar a pensar en la configuración de la siguiente temporada. Se iniciaba abril con la revisión del contrato de Unai Simón, que mantenía su vínculo con el Club hasta 2023 aumentado su cláusula a 50 millones. Después fue el turno de Gaizka Garitano que junto al presidente Aitor Elizegi y el director deportivo Rafa Alkorta presentaba el acuerdo de renovación para la próxima campaña. Un año más junto a Patxi Ferreira, Juan Iribarren y Aitor Iru para dar continuidad a la labor comenzada hace seis meses.

También ha habido turno para las despedidas. Confirmadas las bajas de Rico e Iturraspe y la marcha de Susaeta que optó por no escuchar la oferta de renovación del Club, el último partido en San Mamés ante el Celta nos permitió vivir un momento único con el reconocimiento unánime para tres protagonistas sin los cuales no se puede explicar muchos de los grandes momentos que se han vivido en las últimas temporadas. Una despedida emotiva y rotunda, con los sentimientos a flor de piel.

La rueda del fútbol, tan lógica, habitual y hasta necesaria en el Athletic, siempre buscando ese punto de equilibrio entre la veteranía y la savia nueva. Llegaba la confirmación del salto a la primera plantilla de Gaizka Larrazabal, el hijo de un histórico como Aitor, después de haber completado una notable temporada en el filial. Un camino similar y ya conocido de alguna manera para él como el que firmó el pasado mes de mayo Asier Villalibre, al que los 23 goles obtenidos en el Bilbao Athletic refrendan su apuesta inicial de volver a pasar por el segundo equipo para coger de nuevo impulso. El gol y unas ganas inconmensurables son también un parte indispensable para entender la decisión de Aritz Aduriz de seguir una temporada más luciendo el 20 a su espalda. Los galones se mantienen y el delantero donostiarra ha querido quitarse el sabor amargo de un año marcado por las lesiones, dándose una nueva oportunidad.