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Ryan Giggs, el príncipe galés de Old Trafford

Ryan Giggs, el príncipe galés de Old Trafford

Repasamos la carrera del condecorado como One Club Man Award 2020 por parte del Athletic Club

Ryan Giggs fue un futbolista de club por excelencia. Pocos cracks del balompié representan mejor el respeto a los valores del deporte que este One Club Man del Manchester United. Ni siquiera el mítico Bobby Charlton permaneció tanto tiempo en las filas de los Red Devils como hizo este príncipe galés, entre los años 1991 y 2014, completando 963 partidos (168 goles) en sus 24 temporadas. Empezó volando por la banda izquierda y acabó reconvertido desde aquel extremo imparable a creativo mediocentro en su última época en Old Trafford. Si añadimos sus partidos con la selección de Gales (64) y la de Gran Bretaña (4), suma 1.031 tardes de gloria este caballero del balón que jamás ha visto la roja con su equipo.

El hombre que lo hizo debutar en el Manchester, el extécnico sir Alex Ferguson, otro de los mitos de este club inglés, lo describió como “el talento más grande con el que he trabajado en 25 años de carrera”.

Ryan Joseph Giggs (en 1991 decidió suprimirse el apellido Wilson de su padre) nació el 29 de noviembre de 1973 en Canton, muy cerca de Cardiff, y allí residió hasta que a los seis años se mudó con su familia a Salford (municipio del condado del Gran Manchester), porque su progenitor, jugador de rugby, fichó por el cercano Swinton Lions. De chaval, Giggs hizo unas pruebas con el City, el otro conjunto de la ciudad de Manchester, y acabó ingresando en la academia de los ‘celestes’ pero continuando su proceso de aprendizaje en su equipo habitual, el Salford Boys, a cuyos entrenamientos acudía algunas veces con la elástica del United, club del que era declarado hincha.

Ferguson fue a verle en acción, persuadido por un guarda de seguridad del club y también vendedor de periódicos llamado Harold Wood que previamente había visto jugar a aquel adolescente. El día que Giggs cumplía 14 años dio un vuelco su vida futbolística: el mánager escocés se personó en su casa para convencer a la familia y así ‘robó’ un diamante en bruto a los de Maine Road. Con esa edad, el jovencísimo Giggs llegó a capitanear a la selección escolar de Inglaterra en Wembley, pero poco después, cuando tuvo que escoger selección, optó por el País de Gales.

Su debut con los United, el 2 de marzo de 1991, se produjo en un choque que perdió 0-2 contra el Everton, a la edad de 17 años, sustituyendo al lesionado Denis Irwin. Ya con 41 años a sus espaldas, el 22 de abril de 2014, mientras seguía ejerciendo de futbolista, fue elegido para dirigir provisionalmente a los Red Devils tras la destitución de David Moyes, y catorce días más tarde, el 6 de mayo de ese año, disputó sus últimos minutos como jugador profesional en un partido contra el Hull City para seguir exclusivamente de entrenador.


Doble experiencia en La Catedral

En medio de esa larga y prolífica carrera, Giggs ha tenido la oportunidad de pisar el césped del viejo San Mamés en dos ocasiones: en la primera, vistiendo la camiseta de Gales para enfrentarse a la selección de Euskadi capitaneada por Julen Guerrero, el 21 de mayo de 2006, en un amistoso que concluyó con triunfo británico por 0-1 gracias al gol del propio Giggs en el minuto 76. En la segunda visita jugó con el Manchester United, que cayó derrotado por 2-1 frente el Athletic Club en la famosa eliminatoria de octavos de final de la Europa League, el 15 de marzo de 2012. A los 68 minutos de juego fue sustituido por Welbeck y, al abandonar el terreno de juego, se vio sorprendido por la ovación del público de La Catedral, que de esa manera quiso reconocer su trayectoria. La camiseta con el dorsal ’11’, que empleó en el inolvidable partido de ida de Old Trafford, es la joya de la corona de las donaciones efectuadas al Museo rojiblanco por parte de los rivales del Athletic en aquella histórica temporada europea.

A la largo de su camino desarrollado íntegramente en Old Trafford, Giggsy ganó dos Champions League, trece campeonatos de la Premier League, cuatro FA Cup, una Mundial de Clubes y una Copa Intercontinental, entre otros, hasta completar 36 títulos, lo que le convierten no solo en el futbolista más laureado de Inglaterra, sino también en el tercero de la historia del fútbol. No es casualidad que la Reina Isabel II le nombrara con la Orden del Imperio Británico en 2007.


Anécdotas y récords

Su hoja de servicios está plagada de récords y anécdotas de todo tipo. En una encuesta mundial realizada en 2011 por la revista y la web oficiales del United, fue distinguido como el mejor futbolista de la historia del club y, de acuerdo con una votación entre sus socios, suyo es el gol más bonito que jamás se ha visto en el Teatro de los Sueños: se lo marcó al Arsenal en las semifinales de Copa en 1999. El galés aseguró al finalizar el partido, que “voy a seguir jugando un tiempo con estas botas, aunque un gol como este sólo se mete una vez en la vida”. Esa temporada 1998-99 fue mágica para Giggs y los suyos, ya que fueron capaces de voltear un 0-1 en el descuento de la increíble final de la Champions League contra el Bayern (2-1), además de adjudicarse ese año la liga y copa inglesa y la Copa Intercontinental.

El gol que le marcó al Southampton en 1995 a los 15 segundos podría haber significado un récord en el United, si no llega a ser porque otro legendario diablo rojo tardó doce segundos en inaugurar el marcador contra el Burnley nueve años antes. Fue Bryan Robson, que en su día también hizo el gol más rápido de un Mundial (ya superado) en el mismísimo San Mamés, en el partido Inglaterra-Francia de 1982.

Giggs, con más de una treintena de premios a nivel individual, ostenta la marca de asistencias con su equipo de siempre en la historia de la Premier League al totalizar 271, una cifra que ayuda a entender por qué se le quiere situar a este zurdo veloz como una bala, con una vida prodigiosa en regates, a la altura de los mejores extremos izquierda de todos los tiempos. Y, en fin, entre sus curiosidades, Giggsy es posiblemente el único futbolista que ha sido besado por una aficionada antes de sacar un córner (en un partido de Gales contra Irlanda en 1994). Son algunos de los pasajes deportivos de Ryan Giggs, seleccionador de Gales desde enero de 2018, uno de los ejemplos mundiales de fidelidad a unos mismos colores de principio a fin. El One Club Man que nos viene.