Txitxo Amezketa: el pionero de una fructífera relación de cinco décadas

Nacido el 16 de marzo de 1951 en la capital navarra, José Luis “Txitxo” Amezketa abrió en 1973 una senda que muchos otros jugadores han transitado posteriormente: Pasar de la UDC Txantrea KKE al Athletic Club. Tras destacar en las filas del CD Oberena y jugar en la selección navarra juvenil, acabó firmando por el cuadro del popular barrio iruindarra, que acababa de firmar su convenio con el conjunto rojiblanco. Fruto de tal entente, tras disputar varios partidos con la UDC Txantrea KKE fue reclamado por el Athletic Club de la mano de Piru Gainza a las recién estrenadas instalaciones de Lezama. 

Su trayectoria en el Club se vio truncada por la obligatoriedad del servicio militar primero y por una gravísima lesión posteriormente, pese a ello pudo formar parte del filial y disputar diversos encuentros amistosos con el primer equipo. En octubre de 1974, jugando con el Bilbao Athletic, frente a la Gimnástica de Torrelavega, en un choque con un rival, se rompió los ligamentos cruzados anteriores y posteriores de la rodilla, además de fracturarse el menisco. Una situación que asustó incluso al propio doctor Patxi Angulo debido a la gravedad de la dolencia. Una lesión que frustró el debut de Amezketa con los leones, ya que conocía que tomaría la alternativa el siguiente domingo en un encuentro ante la UD Salamanca.

Durante su larga recuperación, contó con la inestimable ayuda del fisioterapeuta Miguel Gutiérrez, al que muestra “gratitud eterna”. Un trabajo que le permitió, una vez fuera de Lezama, seguir jugando en clubes como el Calahorra CD, CD Tudelano, CD Sangüesa o la Peña Sport FC de Tafalla. Para entonces, ya conjugaba el balón con los libros, ya que ha ejercido durante décadas como profesor. Por ello, también quiso lanzar un mensaje para cuidar los estudios y la formación en el fútbol base.