Korrika: el sustento permanente de Jose Angel Iribar

Korrika: el sustento permanente de Jose Angel Iribar

El mito rojiblanco ha participado en todas y cada una de las ediciones de la carrera popular en favor del euskara

Apenas restan unos minutos para que una nueva edición de Korrika, bajo el lema “Harro Herri”, parta de Irun y recorra toda la geografía vasca hasta llegar a Baiona el próximo día 24 de marzo. Antes de llegar a la capital labortana, la carrera popular a favor del euskara recorrerá también San Mamés el próximo día 21 de marzo en el marco del kilómetro del Athletic Club. Una entidad que ha estado presente en las 23 ediciones de Korrika y que siempre ha contado con el inquebrantable compromiso euskaltzale de un Jose Angel Iribar que ha expuesto sus reflexiones en torno al evento.


El 29 de noviembre de 1980, la primera edición de Korrika, una idea inicialmente imposible de realizar que materializaron “unos locos maravillosos”, partió de Oñati con la intención de recorrer todo Euskal Herria hasta llegar a Bilbao nueve días después. Superando todos los elementos y dificultades posibles, la carrera popular transitó primero por las instalaciones de Lezama, donde los jugadores del Athletic Club participaron en la misma con el zarauztarra Estanis Argote como portador de un testigo que pasó de mano. El paso por Bizkaia, con una participación de cerca de 250.000 personas según recogieron los medios de la época, dio paso a la multitud que recibió a Korrika en las calles de Bilbao. En los kilómetros finales, Jose Angel Iribar fue el encargado de comandar el empinado tramo que une San Antón con Santutxu, superando las rampas de Zabalbide. “Fue como alcanzar el Everest”, recuerda Iribar, evocando a la mítica expedición que aquel mismo año alcanzó la cumbre de la cima del mundo con Martín Zabaleta al frente.

Desde entonces, el Txopo ha participado en las 22 ediciones posteriores de Korrika, enfundándose el dorsal y recogiendo el testigo allí donde ha sido necesario, volviendo a la pendiente de Zabalbide junto a Dani Ruiz-Bazán, por El Arenal, en la Plaza Moyua o en el mismísimo San Mamés. Algo que ha hecho con sumo gusto y dedicación durante más de cuatro décadas, ya que "es un evento que engloba a la gente a favor del euskara y eso es algo que nuestro idioma necesita y seguramente lo va a necesitará también en el futuro. Se crea un movimiento muy bonito, popular y euskaltzale alrededor de Korrika y eso es algo que llega al corazón”.