Athletic Club - Manchester United

El Athletic Club ha caído derrotado por 0-3 en la ida de las semifinales de la Europa League en San Mamés, en un palo doloroso y polémico, condicionado. Queda Old Trafford, el Teatro de los Sueños, donde se buscará una gesta, complicada pero no imposible para unos leones que jamás se rinden.

Con un San Mamés a reventar, bajo un clima tremendo de animación rojiblanca, el Athletic salió decidido a buscar una renta para la vuelta. Y después de un susto con el gol anulado por fuera de juego de Garnacho, tuvo tres ocasiones, dos de ellas muy claras, para ponerse 1-0. En la primera, Onana sacó el zurdazo de Berenguer, que después pondría un balón de oro a Iñaki Williams para marcar de cabeza, pero el remate se fue arriba.

La tercera no fue menos meridiana. Jauregizar encontró a Iñaki Williams en velocidad y Lindelof le sacó en la línea un disparo a quemarropa de Berenguer que se colaba. Sin embargo, el United se puso 0-1 en su primera ocasión clara: un centro de Maguire peinado en el área que Casemiro empujó de cabeza en el segundo palo. Era la media hora de juego y fue una verdadera puñalada.

Los leones perdieron los nervios y recibieron un  castigo tremendo en la siguiente acción. Garnacho tocó el balón con la mano antes de caer al suelo en una disputa con Yuri y su centro posterior hacia Hojlund fue señalado por el VAR como penalti de Vivian por un forcejeo que el colegiado tardó un mundo en decidir. Faltaba un castigo mayor para indignación del personal, una roja al central cuando desde el bando local se entendía que el delantero danés estaba lejos del remate.

Bruno Fernandes no perdonó el penalti y el portugués metería el 0-3 de seguido en un mano a mano con Julen Agirrezabala. A los leones les quedaba tratar de sobrevivir, con cambios después de que De Marcos se fuese con molestias en el partido en que batió el récord de Susaeta como león con más envites europeos.

El Athletic puso el grito en el cielo con una acción posterior de Maguire sobre Maroan, en la que no se señaló si quiera falta cuando pudo ser incluso de expulsión. Siempre desde el respeto arbitral que este Club mantiene pública y privadamente con el estamento, se acumularon los desaciertos. La derrota no fue a más por paradas de Julen, aunque el Athletic terminó arriba intentando hacer el gol que le acercase en la eliminatoria. Lo intentaron Unai Gómez y Djaló, con San Mamés cantando ‘Jo ta ke, irabazi arte’. Y es que los leones no se van a rendir.