Athletic Club - RCD Mallorca

Athletic Club 2 Mallorca 0


El Athletic Club ha derrotado 2-0 al RCD Mallorca en el partido de ida de los cuartos de final de Copa y adquiere ventaja de cara al encuentro de vuelta el próximo miércoles en Palma. Llorente y Muniain han marcado los goles, ambos con la testa, en un partido dominado de cabo a rabo por los rojiblancos, aunque en la primera parte el cuadro visitante ha gozado también de un par de ocasiones claras bien atajadas por Iraizoz. En la segunda, por el contrario, el trabajo defensivo ha sido acorde al ofensivo y los de Caparrós, ovacionado antes del comienzo del partido, solo han podido intentarlo en jugadas de estrategia. Ya al final, un tercer gol, obra de Susaeta, ha sido incomprensiblemente anulado por el asistente más cercano a la jugada, al entender que existía fuera de juego, circunstancia que no se producía. Y tras la Copa, a recuperar fuerzas pensando en el difícil compromiso del domingo en el Santiago Bernabéu donde el Athletic Club tendrá el reto de intentar enlazar su séptimo partido consecutivo sin encajar un gol. Ahí es nada.

En cuanto a la ida de los cuartos de final de Copa, los pronósticos previos que hablaban de un rival que venía con todo y que, a su vez, vendría a esperar atrás se han cumplido. Salvo el cancerbero y Nunes, la mayoría de los que se han alineado de inicio eran titulares habituales a la espera de un descuido rojiblanco que dificultara sobremanera la eliminatoria. Ya metidos en esa dinámica de dominio e intento de profundizar versus riesgo a la contra, en el minuto 6 de juego Chory Castro ha tenido una estupenda ocasión en el primer acercamiento al área local, pero el zurdazo, tras tocar en un defensa, lo ha sacado bien a córner Iraizoz.

Enseguida Llorente se ha puesto con tarjeta amarilla al golpear en el salto a Ramis, mientras su equipo intentaba ser fiel a lo que esta temporada está haciendo y lo ha conseguido, con más dificultades al principio, pero no por inesperadas. Así las cosas, tras el aviso de Castro, la primera opción clara de gol ha legado en el minuto 18 cuando De Marcos ha cogido de nuevo la espalda a la defensa y su centro lo ha rematado de cabeza Aurtenetxe para que lo sacara bajo palos Calatayud. Poco a poco jugadores y público han entrado en calor, pero la tarea seguía siendo harto difícil con un contrario formado en dos líneas tan bien definidas como tupidas.

Castro lo ha vuelto a probar de nuevo, esta vez desviado, pero la sensación de peligro bermellón era latente. Tanto como la que producía nuestro equipo. De Marcos en el 28 ha rematado a dominios de Calatayud el último servicio de un Iraola mermado por la gripe. Al de poco Herrera ha disparado duro, pero ligerísimamente desviado, desde fuera del área, pero el Mallorca esperaba agazapado su oportunidad que ha llegado en una galopada de Pereira con chutazo final y buena mano de Iraizoz, camino de su sexta jornada sin encajar gol. Más emoción, algo más de espacio, sin exagerar y, por fin, el primero de la noche.

Nuevo balón a la espalda de la zaga, desmarque de De Marcos, excelente centro y tremendo cabezazo de Llorente. Uno a cero y el Mallorca no ha cambiado su manera de estar en el campo. De hecho solo un par de centros han sembrado inquietud antes del intermedio, mientras Amorebieta remataba de cabeza fuera en el minuto 43.

A la vuelta de los vestuarios, doble cambio. En el Athletic Club ha entrado Iñigo Pérez por el debilitado Iraola con De Marcos como nuevo lateral diestro. La intención era la misma, ir a por el partido, y los objetivos pasaban por aumentar la ventaja sin encarecer la eliminatoria con un gol en la portería propia. Loables y conseguibles.

En el bando contrario, Caparrós ha dejado fuera a Hemed para que jugara Alfaro, quizá un poco más atrasado que el compañero a que ha suplido. Por de pronto con un Mallorca más encerrado, Tissone ha sido el primer tarjeteado de la segunda parte tras otra cartulina a Cendrós en las postrimerías de la primera. Tras la sanción Iñigo Pérez ha lanzado la falta de manera directa, pero Calatayud ha enviado a córner.

Entre el propio Iñigo Pérez y Muniain no se han entendido al cien por cien en el 52 y el segundo ha lanzado fuera desde el borde del área, aunque algo forzado. Nunes ha sido amonestado tras cortar un avance muy rápido de Muniain, pero el Athletic era imparable y el segundo gol ha llegado al de muy poco. Enésima combinación en vertical, control orientado de Susaeta con el tacón y mejor centro que el más pequeño de estatura, Iker Muniain, ha cabeceado a la escuadra de Calatayud. Un golazo. Otro.

Dos a cero y media hora por delante, aunque al RCD Mallorca la desventaja reinante tampoco parecía hacerle alterar su postura en el campo, Martí ya estaba en el lugar de Tissone y Nsue ha reemplazado a Castro con tarjeta amarilla a Pereira como elemento noticiable intermedio. En esa coyuntura, solo una larga ristra de lanzamientos de esquina, así como las faltas enviadas al área del Athletic Club desde cualquier ubicación, han sido fuente de potencial peligro, pero éste se ha ceñido a un chut muy desviado de Pereira en el 65 y a otro intento del extremo diestro desviado por Javi Martínez en el 84.

Por parte rojiblanca la administración de la ventaja ha sido óptima con el cero propio en la mente tanto como el tercero en meta ajena, sin obviar que los rivales también juegan. Iñigo Pérez de falta a las manos de Calatayud en el 74 ha sido lo más reconocible como ocasión pero sazonado con grandes dosis de triangulaciones, balones interiores, asociaciones y llegadas al borde del área. La refriega se ha saldado con cartulinas para Munain, Joao Victor y Ramis, todo ello antes de que la entrada de San José por Herrera para jugar con línea de tres y como prólogo a un tanto marcado por Susaeta e incomprensiblemente anulado por el asistente en el 89, antes de que éste fuera sustituido por Toquero y de que Muniain enviara fuera en el descuento. Si el sábado el Mallorca resultó perjudicado por las decisiones arbitrales hoy nos ha tocado a nosotros, vamos, que la cosa va por barrios, aunque sea casi siempre por los mismos.

Al final, dos goles de ventaja que pueden ser suficientes, mucho, poco o nada, es lo impredecible del fútbol, por lo que se antojan aun largos y difíciles los noventa minutos que restan para intentar llegar a las semifinales. Un margen que no garantiza nada como el propio Mallorca se encargó de demostrar durante la eliminatoria anterior. Por de pronto, abandonamos San Mamés para iniciar un ciclo de tres partidos en una semana lejos de casa que esperemos se salden con buenas noticias, léase clasificaciones y puntos.