Real Zaragoza - Athletic Club

El Athletic Club ha perdido 4-3 en La Romareda ante el Zaragoza. Aduriz ha sido el autor de los tres goles rojiblancos, pero todas las virtudes y defectos demostrados se han topado con la nefasta actuación del colegiado Pino Zamorano, una muestra más de las ayudas arbitrales que recibe nuestra entidad. Diego Milito, Diogo, Sergio García y Murillo en propia puerta han hecho los goles locales, todos antes del descanso.

Faltan tres partidos para el final y para conseguir los puntos necesarios para la salvación el Athletic Club tendrá que hacer acopio de la determinación, garra y dignidad mostrada en el partido de hoy, intentando obviar los errores que durante toda la temporada nos han conducido a los puestos en los que nos encontramos. Se trata de aunar fuerzas y argumentos para que las sensaciones positivas se contagien de aquí al final.

Y a decir verdad el Athletic Club no ha entrado con mal pie en La Romareda y su 4-2-3-1 ha maniatado al Zaragoza, dejándole sin mucha capacidad de maniobra. En la mente estaba el partido de hace un par de semanas en Huelva, sin juego, pero con un punto en el zurrón. En el partido de hoy el equipo ha salido más adelantado, intentando llevar el peso del partido y se ha retirado al descanso con cuatro goles en contra. En Huelva al equipo le costó sacar el balón jugado en condiciones y se recurrió al despeje en largo sin mucho tino. Hoy se ha jugado por abajo, con cierto criterio, pero juego y puntos no han venido de la mano y es que desgraciadamente se han vuelto a confirmar las razones por las que encabezamos el ranking de equipos encajadores.

En los primeros compases el equipo entraba por ambos costados y ya en el minuto 3 Iraola se ha acercado al área rival. Al Zaragoza le costaba superar el centro del campo, aunque Diogo en el minuto 5 ha avanzado cuales serían los argumentos ofensivos del Zaragoza: desmarque, balón a la espalda de la defensa y calidad. Aranzubia ha respondido bien.

Pese a todo, al Athletic le ha surgido un impedimento casi mayor que el Zaragoza, o al menos parejo, y éste ha sido la ayuda prestada a nuestro equipo por el colegiado de la contienda. En el minuto 10 un disparo de falta de Prieto no ha sido blocado por César y el balón iba a ser rematado por Aduriz, quien ha sido objeto de penalti, si bien el asistente ha levantado el banderín por fuera de juego.

La posesión era del Athletic y los goles del Zaragoza. En poco margen de tiempo, minutos 15 y 18, los dos con poco ángulo para el remate y los dos de bella factura, con la impresión de que la línea defensiva ha podido hacer algo más. Un tremendo golpetazo ante un equipo que anda bien y que no ha ido a peor porque Sergio García no ha podido con Aranzubia en un mano a mano en el minuto 25.

Le ha costado al Athletic, pero se ha levantado y en el minuto 35 Aduriz se ha hecho con un pase largo de Murillo, le ha robado la cartera a Sergio Fernández y ha marcado ante la salida de César. Casi en la siguiente jugada parecía que estábamos visionando la repetición. No ha sido así, ha sido un claro penalti y derribo de Serio Fernández a Aduriz. No ha sido pitado por un colegiado que estaba muy encima, como tampoco había sancionado una agresión de César al delantero, y Sergio García ha aprovechado la siguiente jugada y un gran pase de Aimar para marcar el 3-1. Otro golazo y rabia más o menos contenida por lo que pudo ser y no fue. Otro duro golpe acrecentado por el autogol de Murillo al filo del descanso.

En la segunda mitad la pregunta era si reaccionaría el Athletic. De entrada Javi González ha reemplazado a Amorebieta y en el minuto 56 Etxeberria a un cansado Javi Martínez. Iraola se ha colocado de doble pivote a la altura de Murillo y Yeste ha pasado del doble pivote a la media punta colocándose Etxeberria en la banda derecha. El comienzo de período no había sido muy esperanzador, ya que el deseo de reducir distancias ha propiciado espacios que, por ejemplo, ha aprovechado Sergio García en los minutos 48 y 49, pero entre Aranzubia y Expósito han conjurado el peligro. El quinto tanto hubiera sido excesivo castigo y el hundimiento de un equipo que ha mostrado coraje y garra ante la adversidad. Gabilondo, desde fuera del área, ha hecho trabajar a César en el minuto 54 y la cara de Aranzubia ha podido con la vaselina de Sergio García a la hora de partido.

Desde ese momento el turno ha sido visitante. Tras un cabezazo de Aduriz en el minuto 62, Etxeberria ha disparado a botepronto en el 68 y el balón se ha topado con la mano, no sancionada, de un defensor rival. Sin embargo, en el 71 un buen pase interior de Aduriz ha servido para que Etxeberria fuera objeto de penalti, pero la dicha no ha sido completa, ya que el colegiado ha considerado que un regate de un delantero al portero al borde del área pequeña no es ocasión manifiesta de gol y la jugada se ha saldado con tarjeta amarilla a César y penalti transformado por Aduriz.

El temor se ha extendido en las filas mañas, aunque sólo fuera por lo apretado del marcador. El Zaragoza había reaccionado mediante un chut fuera de Milito en el minuto 75, pero esa sensación ha tomado cuerpo en el minuto 77. Poco antes César había desviado a corner un lanzamiento de falta de Yeste y el saque de esquina de Iraola lo ha rematado Aduriz de cabeza a la red.

Sin embargo el Athletic no ha sabido dar el paso definitivo o no le ha dejado un Zaragoza que comandado por jugadores técnicos y en su mayoría experimentados ha sabido adormecer el partido e incluso ha creado peligro en las botas de Aimar, desviando Aranzubia a corner en el minuto 85. Tres antes había salido Llorente en lugar de Gabilondo, pero el peligro se ha circunscrito a varias faltas que no han encontrado rematador.

Para colmo de males, el árbitro de la contienda ha aportado, dentro y fuera del campo, algunas notas más al listado de “ayudas” a nuestro equipo. En el minuto 37 se acercaba a la banda y le decía al cuarto árbitro que el tiempo de prolongación era de cinco minutos, lo que ha mostrado éste en el 90, pero con la sorpresa de que el colegiado le hacía rebajarlo a cuatro habiendo además mediado un largo receso por una entrada a Aimar y la misteriosa retirada de los recogepelotas quizá por temor a la tormenta. Fuera del campo ha tenido un detalle muy feo. Al redactar el acta y en medio de la polémica árbitros-comités, ha utilizado la coletilla “por conducta antideportiva” para describir el motivo de las tarjetas a los jugadores del Zaragoza, pero se ha referido a menosprecio al árbitro en el caso de Unai Expósito. Preguntado por tal diferencia, se ha limitado a instar al Athletic Club a recurrir la tarjeta.

No ha podido ser en La Romareda por errores propios y ajenos y entre todos debemos concienciarnos aún más si cabe de la importancia de la final del domingo en San Mamés ante el Mallorca, sin reparar en resultados de otros campos y en espera de tener un poco más de suerte a la hora de recibir las manidas “ayudas” arbitrales.