Athletic Club - Rayo Vallecano

Llegó una remontada en el día clave. El 3-1 ante el Rayo Vallecano después del ir 0-1 al descanso permite al Athletic Club mantener su renta de seis puntos sobre el Villarreal CF y ampliar hasta nueve la distancia sobre el Real Betis, en principio para entrar en la Champions. Sancet, con un doblete, pasa a la historia como autor del gol liguero 5.000 de los leones. Fue la guinda al pastel, que había amasado Nico Williams con un zurdazo a la escuadra con una pillería en un córner en corto junto a Galarreta.

No fue sencillo hincar el diente al Rayo Vallecano, que salió decidido y avisó con un zarpazo de Pedro Díaz en el primer minuto. Djaló, bullicioso en su vuelta al césped, dio los sustos iniciales a Batalla, aunque la primera ocasión clara fue para Unai Gómez, despejada por un defensa. También avisó Guruzeta con un cabezazo fuera.

Llegó entonces la jugada que puso crudo el encuentro a los de Valverde: un penalti de VAR de Vivian sobre Álvaro García en una acción señalada por una falta posterior al lanzamiento del delantero. Simón acertó el lanzamiento de Pedro Díaz, pero Pathé Ciss embocó el balón que quedó suelto.

Tras el descanso, en San Mamés sonó la corneta. El Athletic, con Maroan y Sancet en el campo, tuvo el empate en un disparo cruzado de Djaló, pero la igualada vino de penalti, un claro agarrón de Espino sobre Maroan. Oihan lo transformó con clase. Ya fue el martillo del Rayo en la ida con dos goles y volvería a anotar otro par en San Mamés.

Jauregizar, que fue clave en la reacción con su poderío, provocó un centro sobre Iñaki Williams que sería clave. Del córner salió el 2-1. Entre Nico y Galarreta pillaron al Rayo despistado con un saque en corto y el menor de los Williams mandaría un zurdazo celestial a la escuadra.

Maroan y Jauregizar tuvieron la sentencia, pero esta llegó tras una contra letal de Sannadi, que encontró a Sancet para que anotase su decimosexto tanto en la temporada, decimoquinto en LaLiga. Un derechazo fantástico para el recuerdo, el gol 5.000. El único pero fue la molestia física que impidió a Iñaki Williams terminar el partido. El Rangers espera el jueves, el Athletic y San Mamés, que fueron de la mano, tienen la moral por las nubes.