RCD Mallorca - Athletic Club
Jornada 16
Liga

RCD Mallorca - Athletic Club

RCD Mallorca
RCD Mallorca
00
Athletic Club
Athletic Club

UbicaciónOno Estadi , P. de Mallorca

Mallorca 0-Athletic Club 0: Sin saber ganar

Sin goles ha terminado el partido entre el RCD Mallorca y el Athletic Club. Obtener…

Athletic Club

Sin goles ha terminado el partido entre el RCD Mallorca y el Athletic Club. Obtener un punto fuera de casa siempre ha de entenderse como un resultado positivo y ayuda en la aún cerrada pelea que va desde el puesto octavo al vigésimo. También sucede en numerosas ocasiones que un partido ofrece infinidad de prismas con los que analizar lo sucedido. En el Ono Estadi, en cambio, nos arriesgamos a elegir la valoración que, a buen seguro, más unanimidad concitará: el Athletic Club no ha sabido ganar el partido después de quedarse en superioridad numérica desde que en el minuto 32 el central Nunes tildara por dos veces de prostituta a la madre de uno de los asistentes. Una circunstancia, la de no acertar en superioridad, que también se dio la temporada pasada en el mismo escenario y que en aquella ocasión costó la eliminación copera.

En vez de reafirmarse las virtudes, varias y variadas, que hasta ese momento el Athletic había mostrado sobre el campo, nuestro equipo ha perdido el sitio en superioridad numérica y, salvo un par de ramalazos, ha sido incapaz de saber cómo derrotar a un equipo que, por otra parte, ha demostrado sobradamente esta temporada que sabe jugar, e incluso darle la vuelta al marcador, con menos jugadores que el rival en el campo como hiciera sin ir más lejos ante Valladolid y Getafe, teniendo incluso ocasión de demostrarlo ante nuestro equipo en el último minuto del partido. El empate sin goles es un resultado que se antoja justo y que ha dejado la secuela negativa de la baja de Iraola por cinco cartulinas amarillas y varios contusionados que esperemos puedan estar en disposición de ser utilizados para recibir al Murcia en el que será último partido del Athletic en 2007.

Comparando el once titular con el último desplazamiento (0-3 en Valencia) Ocio y Javi Martínez han reemplazado a los allí titulares Ustaritz y Orbaiz, pero el espíritu con el que se ha afrontado el choque ha sido similar. Orden, buena presión, calma para buscar opciones óptimas y mucha movilidad. El Mallorca no sabía cómo responder y los primeros veinte primeros minutos han sido un monólogo rojiblanco con numerosas aproximaciones. Entre ellas han destacado un balón de Etxeberria que Webo ha sacado en el minuto 3 y un lanzamiento de falta directo de David López desviado por Lux en el minuto 5. De llegar el gol, éste parecía estar destinado a subir al casillero del Athletic en el ayer apagado videomarcador, pero en medio de la nada una jugada aislada ha metido al Mallorca en la contienda.

Ha sido un cabezazo de Varela al palo a centro de Ibagaza en el minuto 21 y el duelo se ha equilibrado. Güiza ha rematado contra el cuerpo de Webo en el minuto 25 y en el 26 Etxeberria le ha devuelto la moneda a los bermellones al salvar bajo palos un remate de cabeza de Pereyra. En esas Nunes ha visto la mencionada cartulina roja en el minuto 32, si bien es de justicia reseñar que Webo debía haber visto su segunda amarilla en el minuto 23 al obstaculizar claramente un saque de puerta de Aranzubia. Era demasiado o demasiado pronto.

El Mallorca se ha replegado y ha remodelado sus líneas, pasando Varela el lateral diestro y Héctor al puesto de central. Amorebieta ha tenido su opción de cabeza en el minuto 34, Webo y Güiza han respondido en el área de Aranzubia y aunque antes del descanso un par de llegadas con Gabilondo y Etxeberria como protagonistas han sembrado el pánico en la grada, la sensación posteriormente confirmada nos hablaba de que el Athletic no encontraba el punto exacto para afrontar el once contra diez.

De entrada Del Horno ha suplido a Koikili para buscar mayor profundidad por su banda, aunque también el Athletic ha asumido un mayor riesgo a la hora de poder parar a Jonás, el mallorquinista más entonado ayer. Con unos u otros, los de Caparrós han reincidido en el error de buscar balones largos en detrimento de las bandas y han descuidado bastante los balones rechazados al borde del área rival.

Para Llorente ha sido la primera ocasión del segundo tiempo cuando ha rematado contra la rodilla de Lux, en el minuto 50, un buen centro de Gabilondo desde la izquierda. Era corner, no señalado, como el que un minuto más tarde ha parecido penalti por empujón de Amorebieta a Güiza. El propio Güiza se ha topado con el pecho de Aranzubia en el minuto 55. La cosa no pintaba nada bien. Por si acaso Manzano ha apostado por introducir a Basinas por Güiza a la hora de juego con el fin de potenciar el centro del campo, pero la verdad es que la defensa ha descansado lo suyo. Mientras tanto, en ataque las dificultades han sido mayores.

Susaeta ha entrado por Gabilondo en el minuto 65, pasando David López de la banda derecha a la izquierda. Al de poco tiempo Ustaritz ha sustituido a un lastimado Ocio, aunque al final hayan sido los dos jugadores los que hayan finalizado el choque con sendos golpes en el cuádriceps de la pierna izquierda. En el cuadro anfitrión, Arango ha suplido a Ibagaza en el minuto 82.

El salto en el relato nos recuerda que no ha habido ocasiones reseñables y los minutos pasaban entre la espera del Mallorca y la incapacidad de hacer daño del Athletic. Etxeberria ha tenido la opción de rematar en el minuto 84, pero Lux ha sacado bien su mano. Susaeta no ha rematado con toda la precisión que se esperaba en el minuto 88 y todo parecía encaminado al empate sin goles.

En tiempo de prolongación Jonás ha vuelto a acelerar y tras un vertiginoso eslalon ha cedido a Basinas, quien se ha topado con el cuerpo de Ustaritz cuando se cantaba el gol. En un reflejo de lo cíclico que ha sido el partido, más allá del doble cero, el defensa ha hecho lo que Webo al comienzo, cruzarse e impedir el gol del rival. Habría sido para creer en cosas raras. El Athletic no ha merecido la derrota, pero para ganar hay que tener más claridad de ideas y ser conscientes de que sin trabajo y lucha constante es imposible hacerlo. A ver si al menos en el próximo partido nos podemos quitar algo del peso que llevamos en San Mamés.