Athletic Club - Real Valladolid

El Athletic Club ha superado por 2-0 al Real Valladolid gracias a los dos goles logrados por Gabilondo, uno en cada tiempo. Un triunfo muy importante y no solamente mirando a la diferencia con el tercer equipo que descendería, cuatro puntos, sino porque ha sido conseguido ante un rival implicado en salvarse de la quema con el que el gol average particular ya es favorable. No ha sido un partido brillante, pero el equipo ha sido efectivo, una cualidad que muchísimas otras veces se ha echado en falta. La tranquilidad está algo más cerca, pero la sensación necesita ser confirmada en las próximas jornadas contra adversarios directos. La nota negativa ha sido la quinta cartulina amarilla que ha visto Amorebieta y que le impedirá enfrentarse el sábado al Real Betis.

Sin sorpresas en las alineaciones iniciales, quién sabe si el primer gol ha llegado a San Mamés de la mano del ambiente de fútbol o ha sido el propio tanto el que ha devuelto el ambiente de fútbol a La Catedral. De una forma u otra, en el minuto 5 un medido centro de Llorente desde la derecha ha sido rematado a las mallas de cabeza por Gabilondo. A buen seguro habrá recordado en esos momentos similar inicio en Montjuic, pero hoy el final ha sido feliz.

En los siguientes compases la iniciativa ha seguido siendo rojiblanca, con reclamación de penalti por agarrón a Aduriz y con opción para Gabilondo en el minuto 14 de partido. Sin embargo, el Valladolid ha ido recuperando cada vez más arriba la pelota y hemos pasado a la fase del enfrentamiento directo entre Armando y Sesma, dos viejos amigos y compañeros en Cádiz. En el minuto 17 Armando ha salido raudo y ha cerrado perfectamente todos los ángulos a Sesma, quien ha rematado fuera de cabeza en el minuto 26 y que ha hecho lucirse a Armando en lanzamiento de falta en el 33. El Valladolid no podía pero, como la posesión le duraba al Athletic escasos segundos, el temor se iba haciendo carne entre los aficionados, aunque afortunadamente el final de la primera parte ha llevado el peligro a la otra portería. Aduriz ha rematado fuera de cabeza en el minuto 36, en el 43 el Valladolid ha ejecutado mal el fuera de juego a saque de una falta y Llorente ha rematado picado desviando Sergio Asenjo a corner y posteriormente Alvaro Rubio ha parecido cometer penalti, no apreciado por el árbitro, al desviar un balón con las manos dentro del área.

Tras el descanso Sisi ha suplido a Borja y del 4-3-3 inicial el Valladolid se ha colocado en un dibujo más parecido al 4-4-2 con Kome a la espalda de Manchev tras abandonar la banda diestra. Para el Athletic, una vez más, el reto de afrontar con ventaja el inicio de la segunda mitad era un nuevo examen vistos los precedentes. Al menos el inicio sólo ha conocido una bolea alta de García Calvo en el minuto 49 y el artificial dominio visitante se ha topado enseguida con imprevistos. Un balón en profundidad de Gabilondo ha dejado a Aduriz solo ante el portero desde poco más allá de la línea que divide ambos terrenos, pero Pedro López le ha zancadilleado y ha visto la cartulina roja. Era el minuto 55 y mientras el Valladolid ha pasado a jugar con línea de tres atrás, el Athletic ha seguido apretando buscando sentenciar la contienda. Una vez logrado el objetivo, minuto 68, los rojiblancos han desaparecido prácticamente del campo y la impresión dejada hasta el final no ha sido la mejor. Al menos Gabilondo había hecho ya doblete, en este caso tras otro buen centro desde la derecha de Llorente ante el que se ha confiado Sergio Asenjo. El salto de Gabilondo ha hecho el resto y sin oposición alguna ha enviado a la red. Los pucelanos reclamaban mano del rojiblanco, mientras éste decía que no en sala de prensa. Una jugada para la polémica. Ojalá fueran así todas.

Ramos había entrado ya por Aduriz a la hora de juego y tras el gol Capdevila ha reemplazado a Kome y David López a Susaeta. El Athletic se ha limitado a dejar pasar los minutos hasta completar su octavo partido en esta temporada sin encajar gol alguno y no ha sido capaz en ningún momento de marcar el ritmo de lo que restaba de contienda.

El Valladolid, por su parte, ha igualado su inferioridad numérica en las numerosas jugadas de estrategia de las que ha dispuesto, dando la impresión de un agobio mayor del que realmente ha sufrido nuestro equipo. Opciones claras de recortar diferencias en el minuto 76 tras una gran jugada de Sisi que, quién si no, Sesma ha mandado arriba. Entre tanta escasez, el árbitro de ha debido sentir a gusto en San Mamés y ha decretado siete minutos, 7, de prolongación.

Al final tres puntos más gracias en este caso a la efectividad mostrada y que deberán tener continuidad sobre todo en los partidos de San Mamés, que se tiene que convertir en una fortaleza de aquí al final de Liga si queremos que el objetivo de vivir sin sobresaltos se cumpla mucho antes del final.