Athletic Club - RCD Espanyol

El Athletic Club y el Espanyol han empatado a un gol en el partido de ida de los octavos de final de la Copa merced a sendos goles de Jonathan, minuto 68, y Susaeta, minuto 77. Analizando la globalidad del encuentro y, aun pudiéndose colegir que el resultado es justo, buena parte de culpa de ello la sigue teniendo el desapego que el Athletic tiene con respecto al gol, verdadera asignatura pendiente de la temporada.

Los rojiblancos han hecho un buen primer tiempo, se han apretado más las cosas en la segunda parte, en los minutos posteriores al 0-1 el Athletic ha perdido el sitio y se ha rehecho hasta poder igualar el partido dando paso a unos últimos minutos muy abiertos. Todo está por decidirse dentro de una semana en Barcelona, donde además de hacer trizas de nuevo las estadísticas será necesario marcar, empresa harto dificultosa en lo que llevamos de campaña y más al tratarse de un rival que ya lleva 17 partidos consecutivos sin perder.

Ambos conjuntos han presentado novedades de inicio para intentar paliar el tute del miércoles-domingo-miércoles. En nuestro caso Del Horno ha entrado en el equipo titular al igual que les ha sucedido a Muñoz y Susaeta, mientras que Tiko ha dado el salto directamente de la grada a la titularidad. El Espanyol, que ha dejado en el banquillo a Tamudo y De la Peña, ha intentado desde el pitido inicial buscar la contra en rápidas transiciones, pero se ha encontrado con un Athletic bien armado atrás y centrado en lo que quería. El balón circulaba con rapidez de un lado a otro e incluso los rojiblancos se han prodigado en intentar sorprender a los visitantes con lanzamientos rápidos de falta. En uno de ellos, minuto 9, Iraola se ha acercado al “cedido” Lafuente, pero éste ha repelido su disparo raso. Han abundado las internadas por ambas bandas sin encontrar rematador y el Espanyol ha creado su peligro más claro en el minuto 22 tras un saque de esquina rematado alto de cabeza por Ángel.

Nuestros jugadores han seguido apretando a la espera de alguna debilidad del rival y los únicos pitos que se oían eran para el colegiado. Como ya va siendo norma en San Mamés, su trabajo ha sido igual de fácil y sibilino que últimamente, sin dar nada y pidiendo con un rasero mayor. A la hora de hacer trabajar a Lafuente, sigue sin llegar el idilio con el gol: Susaeta ha enganchado una tremenda volea en el minuto 23 que el cancerbero ha visto pasar fuera por centímetros, en el 30 Muñoz ha disparado desde fuera del área y el guardameta se ha lucido y en el 42 ha llegado quizá la ocasión más clara, en este caso en las botas de Yeste, pero ha chutado alto.

La imagen que se traslucía al descanso era la de casi siempre: el Athletic no es menos que el rival y a pesar de mostrarse superior durante muchos tramos del duelo, la falta de gol alarga hasta el infinito el camino que lleva a la victoria. Para el segundo tiempo Caparrós ha tenido que modificar el dibujo, ya que Garmendia había suplido al lesionado Gabilondo en el minuto 37. Yeste se ha ido hacia la banda izquierda y Garmendia ha jugado como segundo delantero.

Los primeros minutos anunciaban un mayor equilibrio. A un lanzamiento fuera de falta de Luis García en el minuto 46, replicaba Susaeta con un disparo raso detenido por Lafuente en el minuto 52 y contrarreplicaba el Espanyol con un chut fuera del mencionado Luis García. Al de poco Javi Martínez ha reemplazado a Tiko y en el 59 Jonathan ha avisado de su capacidad en un contragolpe. Una decena de minutos después, con el Athletic intentando llegar al área de Lafuente, un pelotazo largo de Luis García lo ha bajado bien Jonathan y se ha aprovechado además de la indecisión de nuestro guardameta a la hora de salir.

Ha sido el prólogo de los minutos más angustiosos para nuestros colores, por un lado porque la grada ofrecía en sacrificio a Aranzubia y, por otra, porque el Athletic se ha quedado grogui. Paradójicamente ha sido Aranzubia el que ha salvado dos ocasiones de peligro en los minutos 71 (Jonathan) y 73 (Torrejón). Una vez perdidas las dos opciones para sentenciar la contienda en el marcador, Valverde ha intentado cerrarla al menos en el campo con la entrada de Moisés. Sin embargo no le ha dado tiempo a ver el resultado de la apuesta.

Al menos el Athletic ha sido fiel a algunas de las virtudes que se le presuponen: tesón, constancia y amor propio. Así, en el minuto 77 Susaeta ha alcanzado un balón suelto al borde del área y lo ha alojado en la meta del Espanyol. Empate y recta final abierta, aunque sin goles. Amorebieta, también lesionado, ha dejado su lugar a Prieto. Por el contrario Valverde ha llamado a filas a Tamudo y De la Peña con la esperanza de que su mera presencia resultara desequilibrante. Queda una semana para conoce el desenlace de la eliminatoria, pero antes debemos superar el examen liguero con el espíritu de hoy y, sobre todo, con goles.

Finalmente, una breve reflexión sobre lo que parece estar convirtiéndose en una, cuando menos, peligrosa costumbre durante el desarrollo de algunos partidos y que se ha cebado ya con algunos jugadores (Aranzubia, Llorente…): no es de buen gusto silbar con reiteración a algunos de los propios jugadores, menos en el transcurso del juego, y no sólo porque serán los mismos, y más en el caso de nuestro Athletic, los que tengan saltar a defender nuestros colores en San Mamés en el plazo de pocos días o semanas, sino, sobre todo, porque sus errores o sus aciertos son los de todos en la medida que resultan partícipes de un deporte colectivo en el que los gritos o los aplausos no conocen compartimentos estancos, sin duda alguna. No lo olvidemos y no nos humillemos hasta ese punto.