Málaga CF - Athletic Club

El Athletic Club ha obtenido su primer punto en la competición liguera tras empatar a cero goles contra el Málaga CF en un partido que ha deparado una floja primera parte y una más animada reanudación, pero en ese tramo la puntería no ha sido la principal virtud de nuestro equipo. Destacar la media de edad del once que se ha alineado de inicio en La Rosaleda, en torno a los 24 años, y los debuts en partido oficial con el primer equipo de Mikel Balenziaga, en el lateral izquierdo, y de Ander Iturraspe, como medio centro.


La calurosa tarde y el lamentable estado del terreno de juego, pese a haber sido regado previamente, no hacían presagiar nada bueno si nos remitíamos a anteriores experiencias similares. Desgraciadamente el desarrollo de la primera mitad ha venido a confirmar los peores presagios, al menos en cuanto a juego se refiere, si bien en el marcador se ha mantenido el equilibrio inicial.

Ni el Málaga ni el Athletic Club han sabido dar con la tecla adecuada para que el balón no estuviera la mayor parte del tiempo sin dueño y las ocasiones, casi ninguna diáfana, han llegado en jugadas aisladas, fruto de alguna imprecisión ajena más que de acierto propio y casi siempre merced a disparos lejanos. Sin excesivo juego por las bandas, ambos conjuntos lo han fiado casi todo a la segunda jugada sin rentabilidad alguna.
Puestos a destacar algo, el Málaga ha hecho trabajar a Iraizoz en el minuto 17 a raíz de un chut de Duda atrapado por el cancerbero, en el 20 un centro chut de Calleja no ha encontrado rematador y poco antes de la media hora Baha ha creado la mejor ocasión con otro disparo lejano que ha repelido Iraizoz, lo mismo que ha hecho Arnau en el minuto 30 tras una volea a la media vuelta de Yeste tras ser peinado el balón por Llorente. La relación de ¡uyys! la cierra Luque en el minuto 42 con un disparo fuera con la zurda tras penetrar en el área.

La sensación al descanso era obvia: existía un amplio margen de mejora y así se ha confirmado en la reanudación sin necesidad siquiera de introducir cambio nominal alguno. Desde el primer momento el Athletic Club se ha hecho con el control del esférico, pero no ha sabido rematar la faena en unos veinticinco minutos entonados.
Para empezar Yeste ha tenido su segunda opción, también de volea, en el minuto 47, pero su disparo lo ha repelido un defensa. En el 55 Javi Martínez no ha sabido sacar provecho a una jugada ensayada entre Yeste y Susaeta, y ha rematado a la grada un buen pase de este último. Un minuto después Susaeta ha dado un susto a Arnau, pero el cancerbero ha atrapado el cuero cuando parecía que se le colaba por debajo de su brazo. La relación de oportunidades la ha cerrado Iraola en el minuto 60 cuando ha iniciado su particular slalom desde el centro del campo y tras una pared se ha plantado en el área, ha recortado a un defensor, pero ha disparado sin excesiva fuerza a las manos de Arnau.

El Málaga ha ido poco a poco reaccionando desde el banquillo. Primero Eli ha suplido a Nacho bajando Calleja al lateral zurdo y esa banda ha ganado en capacidad de penetración. Pese a todo el Athletic Club ha recuperado durante el partido de hoy el orden defensivo que se echó de menos frente al Almería y por eso las opciones malacitanas sólo podían llegar a balón parado, como lo ha intentado Duda en el minuto 65, aunque su balón se ha marchado directamente fuera pese a que el árbitro ha señalado córner. Caparrós también ha movido ficha dando descanso al ya agotado Iturraspe. La entrada de Ion Vélez ha supuesto que Yeste se acomodara en el doble pivote.

Tapia también ha buscado oxígeno y velocidad en la entrada de Adrián por el también vaciado Luque, aunque sin más zozobra que una serie de saques de esquina y faltas laterales sin sobresalto añadido.

El Athletic ha agotado entonces sus últimos cartuchos, con un disparo de Yeste que ha atrapado el guardameta rival y, salvo una contra que Eli ha enviado fuera desde el borde del área, ya en el tiempo de descuento, el segundo partido de Liga no ha dado para más.

Primer punto y buenas sensaciones defensivas, debuts esperanzadores y la constatación de que el equipo, aun ligeramente escorado a la diestra, ha hecho bastante más daño con el balón en su poder pese a que el empedrado no estaba para muchos alardes.
Ahora, sin descanso de por medio, espera una ajetreada semana con dos partidos en San Mamés (Valladolid y Getafe), y uno fuera entre medio, que deben servir para hacer olvidar en casa el triste inicio liguero.