Athletic Club - Sevilla FC

Por poco, pero sin puntos


El Athletic Club ha perdido 1-2 ante el Sevilla. Gabilondo ha logrado el gol que adelantaba al equipo rojiblanco y Kanouté los dos posteriores del Sevilla. Y una vez pasada la Liga, nos espera el partido más importante de los últimos años y eso se ha reflejado en las pizarras y hasta en las gradas, sobre todo por nuestra parte.

Los aficionados también han entendido las características de la apuesta, arriesgada sin duda, ya que no asegura nada, y han vivido las mismas sensaciones que el equipo sobre el campo, amoldándose según transcurría el partido. Lo que no vale es proclamar que la prioridad es la Copa y ahora acoger con sorpresa la alineación. Sucedió lo mismo en Almería, con idéntico colegiado, en los prolegómenos del partido de cuartos de final en Gijón, aunque hoy el puntuar ha estado más cerca. Esperemos que el resultado posterior sea el mismo y el Athletic alcance una final casi un cuarto de siglo después. Es evidente que el Athletic no ha mostrado la calidad del rival, especialmente la de Kanouté en la definición, pero la entereza del colectivo, su entrega y su solidaridad le han permitido llegar hasta el final con opciones de sumar.

Joaquín Caparrós ha apostado por alinear a jugadores no habituales: Armando, Ustaritz, Etxeita, Balenziaga, Gurpegi, Muñoz y Toquero, y con ellos los más utilizados Amorebieta, Gabilondo, Susaeta e Ion Vélez. El Sevilla, en cambio ha dejado fuera sólo a Navas, Renato y Adriano, aunque el segundo haya intervenido durante cerca de tres cuartos de hora.

Los dos equipos han representado desde el comienzo los papeles esperados. Los visitantes han salido con la intención de controlar el partido y los rojiblancos a encontrarse a sí mismos. En este contexto el árbitro ha representado también el papel que se le suponía, el de intentar que el juego tuviera continuidad, pero ha errado en lo fundamental: la señalización. Está muy bien como objetivo, y así se le alabó en Almería pese a salir también derrotados, pero una cosa es que la contienda esté viva y otra acertar poco o dejar que las escasas jugadas de estrategia en las que el Athletic ha colgado el balón en el área rival sean una clase de artes marciales como ilustra la imagen que encabeza esta crónica.

Sin ocasiones más reseñables que un balón colgado de Capel que no ha encontrado a Perotti, gran jugador, y que se ha ido fuera por poco, el paso de los minutos nos ha traído un encuentro más equilibrado conforme el Athletic se encontraba a sí mismo. Susaeta ha disparado raso fuera y Romaric ha hecho lo mismo en un chut de falta a tres toques antes de que el Athletic y su afición se entonaran. Ha sido en el minuto 26 cuando un córner que ha peinado Etxeita y el posterior despeje interceptado por Gurpegi ha terminado en la zurda de Gabilondo, más potente que la mano de Palop. Minutos para la ilusión con lanzamiento de falta por parte de Susaeta y despeje de Palop.

El Athletic y el Sevilla no coincidían en el concepto de juego, pero sí a la hora de intercambiar las posiciones de sus jugadores de banda con un colegiado que tenía un rasero nada equilibrado a la hora de mostrar tarjetas. El Sevilla amagaba en zonas de poco riesgo, pero sin hacer daño de verdad, hasta que un despeje flojo de Balenziaga en el minuto 39 ha permitido a Mosquera meter el balón al área y a Kanouté empezar su exhibición. Control, chut y empate a un gol, tanto que ha llegado antes del descanso y que ha dejado frío a casi todo San Mamés.
Sin cambios de inicio, la segunda mitad ha sido desgraciadamente una continuación y ya en el minuto 47 Kanouté ha fallado una ocasión clamorosa, en el 53, poco después de que Jiménez haya introducido a Renato en lugar de Fazio, Kanouté ha conectado un balón a la media vuelta, pero Armando ha respondido con solvencia.

Iturraspe ha suplido a Muñoz en el 55, pero sin tiempo para asimilar la naturaleza
del cambio, Kanouté se ha hecho con un balón al borde del área y con cuatro defensas por detrás del cuero, pero pese al mal control inicial, ha podido disparar raso y hacer el uno a dos.

Entre cambio y cambio el choque se ha apagado, entre el oficio de unos y la impotencia de otros. Caparrós ha dado minutos a Iñigo Vélez por Ion Vélez; Acosta y Konko han dado descanso respectivamente a Kanouté y Capel, mientras Garmendia volvía a los campos en lugar de Gabilondo. El cuadro visitante tenía el partido como quería y ha añadido todas las herramientas posibles para que transcurriera con más zozobra para el Athletic que para ellos. Sin embargo, nuestro equipo ha sacado fuerzas de flaqueza y hasta ha rozado la proeza: Garmendia ha cedido de cabeza a Toquero en el minuto 88 y el delantero ha encarado a Palop, pero su fuerte chut ha sido repelido por un pie del guardameta. Ya en la postrera jugada, Etxeita ha rozado el gol con su cabezazo, si bien el esférico se ha ido fuera por poco. Final, resignación y reconocimiento al esfuerzo desde las gradas. El Athletic Club ha perdió la batalla de hoy, pero no la guerra y el miércoles, al menos lo dicta la lógica, todo será distinto, esperemos que para bien, aunque nadie dijo que la empresa fuera fácil. Ni mucho menos.