Athletic Club - FC Barcelona
Jornada 5
Liga

Athletic Club - FC Barcelona

Athletic Club
Athletic Club
13
FC Barcelona
FC Barcelona
  • 88' Gabilondo
  • Keita 54'
  • Xavi 73'
  • Sergio 91'

UbicaciónSan Mamés , Bilbo

Un gran equipo no necesita ayudas

Athletic Club 1 – FC Barcelona 3El Athletic Club ha perdido 1-3 contra el FC…

Athletic Club

Athletic Club 1 – FC Barcelona 3


El Athletic Club ha perdido 1-3 contra el FC Barcelona. Gabilondo ha marcado el gol de nuestro equipo y Keita, Xavi y Busquets los del cuadro visitante en un partido ganado con merecimiento por los catalanes, aunque marcado por la expulsión de Amorebieta en la primera mitad.

¿Por dónde empezar? ¿Por mencionar que desde un principio todo hacía presagiar un buen espectáculo futbolístico? ¿Por subrayar que el FC Barcelona es un magnífico equipo y ha hecho más merecimientos para lograr los tres puntos? ¿Por apuntar que ya de por sí es difícil superar a uno de los mejores conjuntos del mundo jugando once contra once? ¿Por certificar que los aficionados de San Mamés han apretado más que nunca y que han sabido agradecer el esfuerzo del equipo con sus defectos incluidos?

Preguntas y múltiples respuestas para relatar lo vivido. Un inmejorable ambiente con el emotivo prólogo que ha protagonizado Ángela, la hija del inolvidable Mr. Pentland, arropada por sus descendientes y el calor de la historia que su progenitor ayudó a labrar en San Mamés. Y ya sobre el aguado césped un Barcelona que ha respondido a lo esperado y que no ha tardado en pisar el acelerador. El partido, de hecho, ha estado en peligro durante el primer cuarto de hora, y aunque luego ha pasado a estar perdido, el Athletic se ha sabido sobreponer al apretón inicial.

La verdad es que las ocasiones visitantes habían sido meridianas. Por ejemplo un chut alto de Adriano, un mano a mano de Keita con Iraizoz, bien desbaratado por el portero y, sobre todo, un disparo desde muy cerca de Villa al poste. Todo antes del primer cuarto de hora. Sin embargo, el Athletic ha sabido reaccionar pese a no poder mantener la presión inicial, y el sudor frío se ha trasladado, aunque fuera con cuentagotas, al área rival.

Igor Martínez, tercera titularidad consecutiva, ha reclamado un penalti cuando se aprestaba a rematar; en el minuto 24 Llorente ha disparado a las manos de Valdés desde fuera del área y, en el 32, una volea de Igor Martínez, tras cesión con la testa de Gurpegi, se ha estrellado en un defensor y ha terminado en córner. En ese período sólo un chutazo de Pedro, muy bien despejado por Iraizoz, ha incordiado la tranquilidad de nuestro equipo. Sin embargo, lo mejor, es un eufemismo, estaba por llegar.

Todos los partidos tienen su punto de inflexión y el de la quinta jornada no iba a ser una excepción. Acertar cuál ha sido no es tarea de titanes. A falta de diez minutos para el descanso, en el círculo central, Amorebieta ha superado en carrera a un rival, el balón se le ha ido largo y en su intento de recuperarlo ha entrado duro, a ras de suelo, y tras tocar balón ha barrido a Iniesta quien también quería llevarse el cuero.

La jugada, como todas, admite decenas de explicaciones y puestos a elucubrar, incluso podría tener su hueco en las mesas redondas y conferencias que sobre fútbol y literatura tiene previsto organizar la Fundación Athletic Club Fundazioa durante el próximo mes de octubre. Se puede decir que la tarjeta roja mostrada por Lahoz es excesiva, por la entrada y el contacto en sí, por el ambiente del encuentro, disputado con nobleza en la mayoría de sus lances y porque el propio colegiado, en beneficio del espectáculo y como tiene por tarjeta de presentación, estaba intentando dejar jugar y lo llevaba a rajatabla señalizando muy pocas faltas.

Empero, no todo el monte es orégano y, en primer lugar, parece que sobre Amorebieta ha caído todo el peso de la ley de la gravedad, sin cumplirse siete días de la entrada sobre Messi y como entre semana le tocara a Galán, tiene pinta de que la ronda siempre la terminan abonando los mismos. Y, en segundo término, y puestos a elucubrar, tenemos espacio para un buen relato literario en base a un guión perfectamente escenificado, también es parte del balompié, por parte de los jugadores del FC Barcelona: manos a la cabeza, llamamientos a la camilla incluso antes de que lo ordenara el colegiado, y alguno incluso ha llegado desde su área al lugar del “crimen” casi a la par que el colegiado.

Roja y superioridad manifiesta del rival, algo también previsible. No es la primera vez, y seguro que no será la última, pero en el ambiente flotaba la pregunta: ¿Un gran equipo como lo es el FC Barcelona necesita de estas ayudas? La respuesta, además de en el viento, queda en la cabeza de cada uno.

Tocado, pero aún con ganas, sin cambios y sin daño para nadie, se ha llegado al intermedio. Gurpegi había pasado al puesto de central y Orbaiz a la derecha, pero en el descanso éste ha dejado su lugar a Ocio e Igor Martínez, quien ha sentido un mareo por fortuna sin mayor trascendencia, le ha dejado su plaza a De Marcos. Gurpegi ha regresado a la medular y De Marcos ha jugado a la espalda de Llorente.

En el Barça, Maxwell ha suplido al renqueante Adriano. Las apuestas, pero sobre todo la calidad del rival, apuntaban a un desenlace negativo con más o menos demora en el tiempo, si bien el cuadro catalán no se ha sentido cómodo durante los primeros compases, e incluso ha podido ver como se adelantaba el Athletic en el minuto 50 cuando Javi Martínez ha rematado al poste tras un barullo en el área que también pretendía finiquitar San José.

El equilibrio inicial se ha roto segundo a segundo por parte del Barcelona con un repertorio de juego en corto, cambios de orientación para romper la presión y jugadas individuales aderezadas incluso con chuts lejanos, como uno de Piqué desviado por Iraizoz con apuros tras un mal bote. Un amplio muestrario que ha provocado entre otras cosas el 0-1 tras cesión de Villa a Keita y toque suave de éste para superar la salida de Iraizoz. Al de poco tiempo, el propio cancerbero ha hecho un paradón a Pedro, Piqué ha repetido disparo envenenado desde lejos y el central ha seguido con su cuota de protagonismo tras ver cartulina amarilla y encararse sin rubor con el colegiado, práctica aceptada por el mismo en más de una ocasión. Vamos, como si el partido fuera radiado por alguno de sus protagonistas. Siempre ha habido clases.

En el césped el Athletic perdía muy rápido el balón, por lo que las opciones de crear peligro eran esporádicas. Por ejemplo a la hora de juego De Marcos ha hecho estirarse a Valdés, mientras el Barça seguía a lo suyo en plan apisonadora: Villa ha disparado fuera en el 62, Iniesta al poste en el 64 y posteriormente Villa, a la media vuelta, a los dominios de Iraizoz.
Cuesta arriba, Iturraspe ha salido en lugar de Llorente, cuyo empeño ha sido reconocido por la grada, pero el intento de dar más solidez a la medular se ha topado con la terca realidad en el 73 cuando un disparo de Xavi desde fuera del área ha tocado en un defensor y se ha colado en la portería.

El equipo ni quería ni merecía un castigo mayor y todo hacía indicar que la contienda acabaría así. Guardiola ha metido a Bojan y Thiago, en lugar de Xavi e Iniesta a falta de diez minutos, otra puerta abierta a las licencias literarias. Por una parte parece que, por activa o por pasiva, algunos de los jugadores que han ganado recientemente el campeonato del mundo son acreedores de un status especial, a modo de especie protegida en peligro de extinción, como si, a pesar de ser jugadores de carne y hueso, los excesos o las artes menos recomendables no existieran en sus diccionarios. Por otra parte, una especie de contrapeso por mucho que no lleve a ninguna orilla, sería la prolífica producción literaria en torno a la sabiduría del público de San Mamés, que históricamente ha despedido camino de la ducha a muchos jugadores rivales entre indisimuladas cataratas de loas y aplausos. Sin ir más lejos y sin aburrir en exceso al lector, por encima de filias y fobias, podemos recordar a los Juanito, Laudrup, Cruyff, Michel, Raúl, Stoichkov… y también a los mismos Iniesta y Villa retirarse entre aplausos, circunstancia que hoy no se ha producido, por sospecha de sobreactuación o porque en Iniesta tomaba cuerpo la figura del colegiado.

Por lo tanto, no estaría de más tomar en cuenta a nuestra parroquia también cuando opta por la censura a un comportamiento, lo que le ha sucedido a Villa en el 87 tras ver la roja por manotazo en el rostro de Gurpegi. El sentirse diez contra diez ha supuesto un alivio tal para nuestro equipo que se ha ido arriba con todo y en el 90 un cabezazo de Javi Martínez, a centro del reaparecido Ocio, ha sido desviado con la punta de los dedos por Valdés, pero el rechace lo ha devuelto De Marcos al corazón del área chica, donde Gabilondo ha marcado con la derecha.

La hipótesis de una igualada y el enorme corazón rojiblanco han mantenido incandescente San Mamés hasta que en el descuento Busquets ha culminado un contragolpe y ha dejado el marcador en el 1-3 final, que certificaba los merecimientos del actual campeón, aunque seguro que no le habrá gustado ganar y tener que escuchar la coletilla que en ocasiones se dedica a su más encarnizado rival, la de “así gana el Madrid”.

Por nuestra parte, esperemos que el próximo sábado ante el líder Valencia y antes del siguiente parón liguero, tengamos menos opciones literarias y más puntos y, si se pierde, que sea sin atajos.


El Athletic Club ha alineado a Iraizoz; Iraola, San José, Amorebieta, Aurtenetxe; Gurpegi, Javi Martínez, Orbaiz, Gabilondo; Igor Martínez y Llorente. En el banquillo estaban Raúl; David López, Iturraspe, De Marcos, Susaeta, Aitor Ocio y Muniain.

El FC Barcelona ha alineado a Valdés; Alves, Puyol, Piqué Adriano; Xavi, Busquet, Keita; Pedro, Villa e Iniesta. En el banquillo estaban Pinto, Bojan, Jeffren, Mascherano, Milito, Maxwell y Thiago.

Ha arbitrado Mateu Lahoz, asistido por Yuste y Cebrián.