Athletic Club - Real Racing Club de Santander
Jornada 16
Liga

Athletic Club - Real Racing Club de Santander

Athletic Club
Athletic Club
11
Real Racing Club de Santander
Real Racing Club de Santander
  • 79' Aurtenetxe
  • Álvaro 90'

UbicaciónSan Mamés , Bilbo

Un empate que deja un poso de frustración

Athletic Club 1 Racing 1El Athletic Club y el Real Racing Club han empatado a…

Athletic Club

Athletic Club 1 Racing 1


El Athletic Club y el Real Racing Club han empatado a un gol en San Mamés. Aurtenetxe y Álvaro, ambos de cabeza y logrados en la segunda parte, los dos siendo defensas, aunque en circunstancias del juego diferentes, han sido los autores de los goles que completan un resultado que deja un innegable poso de frustración. Una vez más el Athletic ha sido superior a su rival, ha tenido el monopolio del balón, ha creado muchísimas más ocasiones que su oponente, ha sido el único que ha apostado nítidamente por la victoria en todo momento, ha sido el que más jugadas de estrategia ha desaprovechado y ha visto por tercera vez en Liga como en los últimos compases del encuentro, concretamente en el tiempo añadido, el rival empataba el partido, con el agravante que el de hoy era el segundo disparo que llegaba entre los tres palos.

Un empate cruel, no por desconocer lo que nos esperaba, sino por lo que había costado ponerse por delante, ochenta minutos de bregar en amplios espacios para recuperar el balón e intentar hacerlo llegar a la meta rival disponiendo de muchísimos menos metros y huecos.

Y si obviamos el trámite europeo del miércoles en París, más de lo mismo nos esperará el sábado en San Mamés frente al Real Zaragoza, actual colista de la Liga y que a buen seguro nos visitará con la disposición de que el encuentro sea lo menos parecido a un duelo a pecho descubierto. En el mismo no estará Iraola si el Comité de Competición entiende que la quinta tarjeta que ha visto acarrea suspensión. Vamos, que después de perder con el Granada y empatar con el Racing, esperemos que sea la victoria lo que nos depare el postrero compromiso liguero del año natural.

Frustración al fin y al cabo, porque el juego y la determinación del equipo se han hecho acreedores a más puntos, frustración también porque creer en lo que uno hace siempre es más difícil cuando los resultados te regatean y frustración por partida triple ya que en estas circunstancias se originan debates estériles sobre personas que forman parte de un engranaje colectivo, los que están, los que faltan, los que están más inspirados, los que menos, los que suben y los que bajan ante los que aplauden con más ahínco y los que no lo ven claro. Nada nuevo por un gol en la prolongación que ha impedido poder hablar de un costoso triunfo y de que el que la sigue la consigue. En fin, seguro que otra vez será.

Vistas las líneas anteriores y como era previsible, tampoco es necesario describir con pelos y señales el panorama encontrado. El Racing quiere salir del agujero, tanto anímico como de resultados, y se ha encomendado a su orden espartano, a la (im)pericia del Athletic y a veces parecía resignado a lo que el azar le deparara en un contragolpe o en una jugada de estrategia aislada. Si al Granada le salió de diez, a los cántabros de nueve y medio por el momento más que por el resultado, ayudado por un inusual temblor de piernas local ante la magnitud del botín que se vislumbraba por el esfuerzo derrochado. Vamos, que quizá el Athletic no ha conseguido ser fiel cuatro minutos a lo que había hecho en 90, o que el intentarlo también en el descuento haya pasado factura.

Con el balón en propiedad desde el pitido inicial, el inicio ha sido más eléctrico que el de otros partidos. Así Iraola, en el minuto cuatro, parecía haber acertado con el marco rival, pero un defensa ha enviado a córner. Toquero ha recuperado un balón en zona caliente, pero su chut ha terminado de nuevo en saque de esquina, faceta que se ha duplicado hasta el cuarto de hora inicial, aunque sin rendimiento tras los envíos de esquina, ni tampoco excesivo en los de falta.

En el trece, Javi Martínez es el que no ha podido rematar y se sucedían las llegadas por banda, aunque los centros o acaban en las manos de Toño o no existía posibilidad de remate. Eso sí, la presión era digna de encomio y además daba excelentes resultados en forma de recuperación relativamente rápida del cuero.

Como es lógico, en cuanto la presión no era tanta y cuando se recuperaba el balón, los ofrecimientos de compañeros no siempre eran palpables, circunstancia que ocurre en cualquier partido y que el Racing ha aprovechado para crear su dosis de peligro de la primera mitad, aunque antes su delantero Arana haya tenido que sacar bajo balo un despeje de puños de Toño que Colsa casi introduce involuntariamente en su portería.

Poco después ha llegado lo apuntado, en el 27 un contragolpe y envío al área ha terminado con despeje en corto de Iturraspe y remate de Diop que el propio centrocampista rojiblanco ha enviado a córner, y en el 32 Arana ha disparado alto. Pasado el paréntesis, Herrera en el 34 ha chutado, el balón ha rebotado en un rival, se ha ido al poste y de ahí a las manos de Toño y no a los pies de Toquero que esperaba acontecimientos. Y entre arreones se ha llegado al descanso.

La segunda mitad ha comenzado con Susaeta por la izquierda y Muniain en la diestra, para de paso mantener a Cisma más atento a su parcela. Nuevo inicio atacante con centro cerrado de Iraola que ha desviado Toño, chut que ha terminado en saque de esquina tras disparo de Susaeta desde su nueva demarcación en el 49, y más clara opción en el 51 tras taconazo de Toquero, aunque el zurdazo de Susaeta ha superado a Toño, pero se ha ido por encima del larguero.

Bielsa ha intentado remozar su equipo con la entrada de Gabilondo por Susaeta y la de David López por De Marcos. Posteriormente, Amorebieta, aquejado de problemas en la espalda, ha sido sustituido en el 67 por Ekiza.

El panorama, inalterable, llegadas por banda y aperitivo del gol en el 71 con envío desde la derecha que Aurtenetxe ha rematado, pero la defensa ha estado más rápida. Al de poco Herrera ha disparado raso fuera por muy poco. El Athletic Club ya triplicaba el número de disparos de su rival, pero el marcador seguía inalterable y el Racing se limitaba a ejecutar su plan de cambios:
Acosta por Arana y Luque por Adrián.

Finalmente la perseverancia ha tenido su premio, aunque tardío, en el minuto 80 tras un centro desde la derecha de Toquero rematado de cabeza a la red por Aurtenetxe. Primer gol del zaguero en partido oficial. A modo de curiosidad, con este tanto los diez jugadores de campo alineados en el equipo inicial ya han marcado en Liga, relación que se amplía a doce con Gabilondo y David López.

El Racing ni se ha movido, y los rojiblancos han intentado hacer el segundo, Muniain ha culminado con un chut demasiado suave a las manos de Toño una jugada individual, David López lo ha intentado de centro chut y Toquero ha pretendido repetir la jugada del gol con Aurtenetxe. Desgraciadamente un balón que ha cabeceado Bernardo en el 86 por encima del larguero ha mostrado a los racinguistas el camino de la estrategia y más tras la salida de Stuani por Munitis.

Luque ha enviado por vez primera entre los tres palos un balón, ¡en el minuto 90!, detenido por Iraizoz y en el descuento aplicado esta vez para beneficio del que más tiempo había dilapidado, Álvaro ha rematado de cabeza a la red la enésima falta en poco tiempo. Por cierto, no estaría de más confeccionar el historial de todos aquellos jugadores que han conseguido hacerle su primer gol, y muchas veces el único de su carrera, al Athletic Club.

Y entre la mencionada frustración y, por qué no decirlo, una sensación de incredulidad, ha terminado el partido, en el puente entre lo que pudo haber sido y lo que ha sido, con búsqueda de soluciones multidisciplinar y multilateral. Tenemos una semana para poder intentar volver a sumar de tres en tres, pero entre medio siempre nos quedará París para volver a saborear una clasificación europea que se aplazará hasta febrero y será un lujo, se gane o se pierda, no solo ver de lejos la Torre Eiffel, sino sobre todo poder jugar contra un equipo que, de entrada, no se va a plantar con el autobús delante de la portería.