Athletic Club - Real Racing Club de Santander

El Athletic Club ha empatado a cero goles ante el Real Racing Club y ha sumado un punto a pesar de jugar más de la mitad del partido con un jugador menos. Es evidente que el equipo sigue sin ganar en San Mamés, que el riesgo clasificatorio persiste y que en el primer período la claridad de ideas no ha sido la principal virtud de nuestro equipo, pero a un equipo que da todo en el campo y sabe sobreponerse a las dificultades es difícil pedirle más después de hacer todo lo posible… y luchar contra los elementos.

Al colegiado sí se le puede más porque es el único encargado de impartir justicia. Como él mismo manifestaba en abril del pasado año: ‘Quisiera recordar a todo el mundo que robar sólo lo hacen los ladrones. Nosotros sólo nos dedicamos a impartir justicia en un campo y nada más’.

Los árbitros yerran, meten la pata, errare humanum est, como lo hacen los jugadores, los asistentes y todas las personas que se mueven en torno al fútbol y alrededor del resto de las facetas de la vida, pero hay que exigirle que a la hora de impartir justicia no refleje la mala conciencia que pueda tener. Una de las bases del fracaso es cometer un error y no ser capaz de convertirlo en experiencia.

Y perfectamente podemos pensar que la jugada clave del choque, al menos una de ellas, la expulsión de Gabilondo, el lance que ha soliviantado a público y jugadores, ha venido a revivir en el cerebro del colegiado imágenes que a buen seguro quisiera olvidar. Dos por ejemplo: Oriol, protagonista invitado hoy, realiza una entrada muy fuerte al jugador Mikel Aranburu al que lesiona gravemente y deja siete meses sin jugar y el colegiado señala saque de banda. O la que sigue, dejar que Javi Navarro siguiera sobre el terreno de juego después de propinar un codazo que estuvo a punto de costarle la vida al jugador del Mallorca Arango. Quizá por eso su subconsciente le ha traicionado al ver que Gabilondo volteaba a Oriol. Sin embargo el donostiarra solamente ha llegado tarde, ha ido al suelo con los dos pies sobre el césped en busca del balón y ha zancadilleado al racinguista. La acción ha provocado en el árbitro una indisimulada prisa por echar mano de la cartulina de su bolsillo trasero. Y si el partido no se ha acabado ahí, por razones obvias, al menos sí lo ha condicionado.

Y si como parece haber reconocido ha actuado con cierta premura, a renglón seguido ha tenido otra opción que ni pintada de seguir impartiendo justicia. Corría el minuto 43 y Antonio Tomás ha hecho una entrada digna de recibir cartulina amarilla, con el agravante de que ya tenía otra en el minuto 15. No se ha atrevido y Portugal ha decidido que lo mejor era que no saliera en la segunda parte y el técnico visitante ha actuado igual cuando Felipe Melo ha visto la cartulina en la segunda parte y porque, exagerando, con Colsa no le han dejado hacer una cuarta sustitución en los últimos minutos.

Y para colmo el árbitro ha debido agotar la llama, o la llamada, de la mala conciencia cuando en el minuto 57 Luis Fernández ha derribado a Yeste. En ese instante seguro que ni se ha acordado del penalti que con efectos retroactivos nos señaló hace un par de temporadas en A Coruña, y hace bien en no hacerlo. Y sin mala conciencia y si pensaba que no era penalti Fran Yeste merecía la cartulina amarilla.

Hasta el momento hemos versado de arbitraje y conciencia, pero pese a todos los pesares se ha disputado un partido de fútbol en el que se ha vuelto a demostrar que en ocasiones es difícil jugar en inferioridad numérica. Nos sucedió ante el Nástic como hoy le ha pasado al Racing, al Valencia ante el Espanyol o hace unas jornadas el Zaragoza con el Betis.

Un duelo el de San Mamés en el que el equilibrio ha sido la nota dominante hasta la expulsión.

A pesar de que el Athletic ha salido con brío y arrinconando al rival en su área, con una peligrosa incursión de Aduriz que no ha llegado a rematar Gabilondo como máximo exponente, los cántabros han cogido el pulso al encuentro y han tenido una virtud que le ha faltado a nuestro conjunto, más tranquilidad para combinar a la hora de llegar arriba, si bien al Racing no le ha dado ningún rédito y un chut lejano de Felipe Melo detenido por Lafuente en el minuto 29 ha sido su único bagaje.

Pese a los numerosos corners forzados, la falta de claridad evitaba llegadas nítidas por parte rojiblanca y sólo un pase atrás de Etxeberria en el minuto 26 ha sido digno de destacar. Sin embargo, Aduriz ha preferido prepararse el cuero antes de rematar sobre la marcha y su chut ha sido enviado a corner por Garay.

La segunda mitad abría la puerta a muchas incógnitas. Los primeros minutos han ofrecido un Racing dominador con una opción de Zigic detenida por Lafuente en el minuto 53, pero la tendencia ha cambiado enseguida. El Athletic al menos ha demostrado que es capaz de jugar con orden y con las ideas claras en inferioridad numérica. Plantado con un 4-3-2 ha llevado hasta el final todo el peso del partido y aunque le ha faltado el gol, el público ha entendido a la perfección la magnitud del esfuerzo y, espoleado además por los errores arbitrales, se ha metido también en el partido.

Después del penalti sobre Yeste, Toño ha atrapado un lanzamiento de falta del mismo jugador en el minuto 61 y dos después Llorente ha reemplazado a Etxeberria consolidándose la doble referencia ofensiva con Aduriz escorado a la derecha. Desde ahí el delantero ha centrado en el minuto 66 para que Yeste rematara de volea a la red… pero por fuera. La opción para Llorente ha llegado en el minuto 77 cuando se ha revuelto en el interior del área, pero su disparo raso se ha ido fuera por poco.

A pesar del empeño local en aprovechar las faltas y corners, la envergadura racinguista ha hecho muy difícil sacar provecho de las mismas. Mientras tanto el rival se ha visto incapaz de reaccionar pese a que Portugal ha pretendido revivir las bandas con la entrada de Balboa y Oscar Serrano. El Athletic ha perseverado hasta el punto de terminar jugando con un dibujo 4-2-3 con Urzaiz, Aduriz y Llorente juntos.

Siguen faltando puntos, pero el equipo al menos se ha mostrado firme atrás, lo ha dado todo sobre el campo y puede decir sin tapujos que lo ha hecho sin atisbo de mala conciencia. Ojalá lo pudieran decir todos los participantes en el evento.

Sala de prensa

En la sala de prensa Miguel Ángel Portugal ha resaltado la dificultad que entraña puntuar en San Mamés, ha destacado que el empate es positivo para su equipo, dado el empuje y la garra mostrados por el Athletic en la segunda mitad. Sobre las jugadas polémicas no ha dicho nada… porque nadie le ha preguntado.

En cuanto a Félix Sarriugarte, ha hablado de la falta de claridad de la primera mitad a la hora de mover el balón y del mejor posicionamiento y juego de la segunda, subrayando el apoyo de la afición, aunque faltara el gol. Sobre las jugadas polémicas, ha considerado excesiva la tarjeta roja a Gabilondo, ha mencionado la posible segunda amarilla a Antonio Tomás y el penalti sobre Yeste, decisiones que, ha dicho, se han tornado en contra de nuestros intereses. Al respecto prefirió que los medios de comunicación opinaran sobre las mismas.