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- 2006-07
- Athletic Club - CA Osasuna
Athletic Club - CA Osasuna
- Muñoz (p.) 29'
- David López 46'
- Izquierdo 71'
UbicaciónSan Mamés , Bilbo
Athletic Club 0 Osasuna 3: Cuando es fácil ganarnos
El Athletic Club ha perdido 0-3 ante Osasuna, goles obra de Muñoz (penalti) David López…
El Athletic Club ha perdido 0-3 ante Osasuna, goles obra de Muñoz (penalti) David López e Izquierdo, un traspiés que complica aún más la difícil situación clasificatoria de nuestro equipo y que acentúa la tendencia apuntada en las últimas semanas: derrotar al Athletic, y más en San Mamés, es una tarea demasiado fácil para lo mucho que está en juego y para lo sólido que era este equipo hace escasas semanas. Últimamente los rivales tienen que hacer muy poco para quebrar la moral rojiblanca y con ello la resistencia en el campo, que suele saltar hecha añicos en cuanto se encaja el primer gol.
Ayer, en un partido con el ambiente propicio para intentar sacar la cabeza del pozo y en el que la afición se volcó desde el inicio, la iniciativa fue rojiblanca, pero le faltó mayor mordiente ante un rival sin balón, metido atrás y que iba a confiar en el contragolpe. A un cabezazo de Aduriz en el minuto 2 le siguió dominio territorial, pero poco más que un disparo lejano de Iturriaga que casi sorprende a Ricardo en el minuto 19. Salvo una jugada que acabó en un gol justamente anulado a Soldado por fuera de juego, Osasuna no necesitó hacer nada para adelantarse en el marcador. Casi se lo hicieron en el minuto 29 cuando Soldado y Amorebieta forcejeaban en el área rojiblanca. El delantero se revolvió y se lanzó al mínimo atisbo de contacto, por algo procede de una escuela ducha en esas lides, suficiente para que el árbitro cargara de argumentos a los que apuntan la enésima conjura federativa para nuestra salvación. Penalti, gol de Muñoz y casi cierre por defunción. Soldado tuvo su opción en el desconcierto del minuto posterior, del que sólo nos libró un cabezazo de Javi Martínez tras magnífico centro de Expósito en el minuto 41, desbaratado mediante una gran parada por Ricardo.
Era de esperar, al menos, que la lección ante el Betis o el Nastic sirviera. La teoría decía que mientras la desventaja fuera mínima, como se vio en Vigo, las opciones de igualar y rescatar un punto eran tangibles. Empero, ni en el peor de los supuestos se contemplaba que el 0-2 llegara en el mismo minuto 46 cuando una indecisión de la zaga propició el gol de David López. El goleador había pasado a jugar a la derecha tras la entrada en el intermedio de Juanlu por Juanfran.
El 0-2 sin despeinarse precipitó la reacción local con entrada, en el minuto 51, de Urzaiz y Garmendia por Gabilondo e Iturriaga y recolocación general añadida: Garmendia a la media punta, Yeste a la izquierda, Aduriz a la derecha y Javi Martínez al doble pivote con Urzaiz en punta.
Pese a todos los pesares, el Athletic quemó sus naves: en el minuto 55 se repitieron protagonistas: cabezazo de Javi Martínez y desvío de Ricardo al larguero y en el 57 Amorebieta remató forzado de cabeza, pero detuvo el guardameta. Puñal reemplazó a Muñoz en el minuto 60 y en el 65 Etxeberria a Yeste. Para más inri, el lateral derecho rival, Izquierdo, que no es lo que se dice un goleador, se permitió el lujo de entrar fácil y marcar en el minuto 71 y entonces sí que se cerró la tapa del féretro por mucho que alguno se quisiera agarrar al precedente del 4-3 ante los rojillos.
En una noche aciaga, incluso un individuo en evidente estado de embriaguez y que a las 10:30 de la mañana de ayer sábado había abandonado los calabozos policiales donde había hecho noche, saltó al campo para empeorar la situación. Sólo quedaba tiempo para ver que los raseros son eso, raseros y el colegiado no señaló como penalti un empujón a Amorebieta en el minuto 81. No hubiera resuelto nada, pero muestra de manera nítida que no nos dan ni la hora. Al final, amen de las bajas de Sarriegi y Aduriz por sanción, la segunda evitable por parte del jugador y del árbitro visto el resultado (0-3) y el minuto (90), lo peor es ahora el peligro de resignarse cuando las posibilidades no sólo existen, sino que son ciertas y creíbles, aunque haya que seguir implorando que los marcadores de otros campos no ahonden más en la herida y que nuestro equipo reaccione y bien.
Mención aparte merece la afición de nuestro club (y el detalle de la osasunista coreando nuestro nombre al final). No por repetirlo va a quedar desvirtuado el valor que tiene el apoyo del público, pese a que como es lógico la grada también sufra en sus propias carnes el mazazo de los resultados, la angustia por el futuro deportivo inherente a cualquier competición en la que se participe, la tristeza por la derrota y el cabreo por la imagen ofrecida y la impotencia reinante. Esa sensación de dar todo y encontrarse con el portazo del vacío, sin puntos y sin respuestas.
La imagen de San Mamés cantando a coro el himno es quizá lo único rescatable del encuentro. Una imagen que además de merecer ser repetida partido tras partido, debiera servir de guía en los momentos de zozobra, debiera poder ser utilizada para unir y sumar mientras son los profesionales, arropados y exigidos a partes iguales en este complicado trance, los que deben poner aún más de su parte para que no se consumen los peores augurios.
El vestuario roto, pero con la cabeza arriba y la esperanza intacta, tiene que encontrar el camino, mientras el resto debiera empujar y ayudar desde la crítica constructiva, bien escaso pero imprescindible en la tesitura a afrontar. Juntos podemos y además mostraremos que nuestro equipo nunca va a caminar solo.