El Athletic Club no ha obtenido el resultado ideal para sacar adelante la eliminatoria de dieciseisavos de final ante el Mallorca. El empate a un gol final (Gabilondo y Maxi) obliga a lograr tablas a más de un gol o a ganar por cualquier resultado, aunque la igualdad existente hoy en día entre muchos conjuntos hace que tampoco esté todo perdido para poder seguir en la competición de Copa.

Tal y como decíamos el domingo, el Athletic Club ha creado muchas ocasiones (e incluso ha hecho gol) pero el rival no precisa de tanto bagaje ofensivo para marcar y esa también ha sido la clave en el encuentro copero, salvando siempre las distancias entre un partido y otro.

Por lo que respecta a la alineación, Iraola ha regresado al lateral diestro, Amorebieta ha ocupado desde el principio el puesto del lesionado Prieto. En el doble pivote Iturriaga ha debutado como titular en el Athletic Club y tanto Etxeberria como Gabilondo han vuelto al equipo inicial en ambas bandas. Con todo, nuestro equipo ha salido al campo imbuido del espíritu copero. Atacante, vertical y con mucha chispa.

El Mallorca se ha visto obligado a meterse atrás y para el tercer minuto, además de haberse lanzado ya un corner, Aduriz ha dispuesto de una volea que, al rematar en postura forzada, se ha marchado alta.

Y para pensar, aunque haya sido un espejismo, que la cosas cambiaban, antes del cuarto de hora el Athletic ha marcado. Gabilondo ha practicado un perfecto slalom culminado con una vaselina por encima de Moyá. Corría el minuto 12 y con el tanto, además de finalizar la maldición que perseguía al de Añorga con sus tiros a la madera, se ha reactivado el ansia rojiblanca, quizá sabedores nuestros jugadores de que la oportunidad de encarrilar la eliminatoria estaba ahí. Así, en el minuto 16 un remate de Yeste ha sido desviado a corner por Moyá, en el 28 Ramis ha tocado el balón con la mano (en una jugada similar hace algunas temporadas le pitaron penalti a Javi González en San Mamés) y en el mismo minuto Yeste casi cuela directamente un envío de falta al área rival. Gabilondo lo ha intentado de cabeza en el minuto 39, aunque la mejor ocasión de la primera parte la ha tenido Etxeberria, quien tras recibir un buen balón en profundidad de Gabilondo ha chutado desde el borde del área con la izquierda, pero Moyá ha desviado la pelota con la mano.

Por lo que respecta al Mallorca, son rescatables para el relato de lo acontecido un tiro de Víctor detenido por Lafuente en el minuto 6 y un cabezazo fuera de Maxi en el minuto 34. El delantero argentino ha tenido mayor fortuna nada más reanudarse la contienda, minuto 50, cuando ha peinado de cabeza un buen centro de Kome desde la derecha. Poca siembra y excelente cosecha. Así se podría definir la primera hora de partido, y luego el resto, para el Mallorca que, como ha reconocido su entrenador, venía a no perder y marcar, lo lógico en una eliminatoria copera que se precie. Y ésta quedaba, como el partido, cuesta arriba

En el descanso no se habían producido cambios, pero ambos entrenadores los han agotado a posteriori. Jonás ha entrado por Kome en el minuto 60 y en el 65 Sarriugarte ha efectuado una doble sustitución: Urzaiz y Dañobeitia por Etxeberria y Aduriz. Casi a renglón seguido, nueva exhibición de esquí, sin nieve de por medio, por parte de Gabilondo. Cuando lo más difícil parecía hecho, su último chut ha salido desviado raso por poco.

El Mallorca también ha pretendido oxigenar sus filas con la entrada de Basinas por Pereyra en el minuto 69 y como anteriormente le ha sucedido al Athletic, casi ha tenido efecto balsámico porque Jankovic ha creado una clara ocasión que ha finiquitado con un chut raso, fuera también por poco. Esa jugada y un contragolpe desde el medio del campo con un dos contra uno que afortunadamente Jonás ha resuelto fatal, o Sarriegi muy bien, ha sido el principal aporte de peligro bermellón, aunque como queda dicho suficiente para empatar.

Antes de la recta final del choque ambos técnicos han agotado el cupo de sustituciones, concretamente en el minuto 74, con la entrada de Javi Martínez por el debutante Iturriaga y la de F. Navarro por Dorado. Gabilondo que seguía enganchado a lo de hacer ocasiones, ha tenido una también muy cara en el minuto 80 cuando ha rematado de volea un centro de Dañobeitia desde la derecha. La posición parecía inmejorable, pero el chut se ha marchado muy desviado.

Y lo que no lograban nuestros jugadores hasta lo ha intentado un defensa en propia meta en el minuto 89, pero no ha cogido a Moyá desprevenido. Como el otro portero que nos ha visitado esta semana, la nota que se le puede adjudicar al del Mallorca es también la de sobresaliente.

El partido ha legado un sabor amargo, también en los muchos que se han acercado a San Mamés a pesar del intempestivo horario, pero también ha dejado pinceladas positivas que es preciso resaltar. Un dato revelador: casi todas las ocasiones de gol han venido a raíz de una jugada elaborada. Valga lo anterior para contradecir alguna de las opiniones tras el partido ante el Celta en torno a que las oportunidades sólo se hacían a raíz de jugadas de estrategia (dato incorrecto por otra parte) si bien el crearlas en esa faceta no tiene un porqué negativo y ante el Mallorca se ha visto que, desgraciadamente, han sido muchas las jugadas de estrategia de las que se ha dispuesto, corners y faltas cercanas al área, y muy poco el rédito obtenido. En el equilibrio o en la suma está la clave del éxito.

Por de pronto a la vuelta de la esquina llega el segundo derbi vasco de la temporada, una buena opción para retomar el pulso liguero.

Athletic Club1 : 1RCD Mallorca