Athletic Club - Real Madrid
Jornada 15
Liga

Athletic Club - Real Madrid

Athletic Club
Athletic Club
01
Real Madrid
Real Madrid
  • van Nistelrooy 54'

UbicaciónSan Mamés , Bilbo

Athletic Club 0 Real Madrid 1: Cuestión de efectividad

El Athletic Club ha perdido 0-1 en San Mamés ante el Real Madrid. Van Nistelrooy…

Athletic Club

El Athletic Club ha perdido 0-1 en San Mamés ante el Real Madrid. Van Nistelrooy ha conseguido el gol visitante en el minuto 54. Como ha sucedido históricamente en este tipo de encuentros y contra este tipo de rivales, se puede decir que era un partido que ya habíamos visto, en el que de la mano de la calidad llega la efectividad y con ella la diferencia en el marcador. Ambos equipos han gozado de un número similar de ocasiones diáfanas de gol, pero los madrileños han aprovechado una y nosotros no. Entre un amplio abanico de razones, la mencionada es una de las que les aúpa a ellos a lo más alto y a nuestro equipo a pelear por huir de la quema. Nada que no se supiera de antemano.

Asimismo, para que el clásico tuviera todo su clasicismo tampoco podían faltar, sin ser decisivas, la oscura efectividad arbitral o el insensato ejercicio de lanzar objetos al portero del Real Madrid. Desgraciadamente otros dos clásicos. Y ya puestos a comparar con anteriores temporadas, la diferencia entre el Athletic y el adversario que aspira al título y es campeón en ejercicio no ha sido tanta. El equipo ha llegado al final entero, con opciones de puntuar, aunque la cosecha de puntos haya sido la misma.

Para afrontar uno de los tres únicos clásicos que se han repetido desde que la Liga es Liga, Athletic Club-Real Madrid, Caparrós ha presentado más cambios de los esperados desde fuera: Ustaritz como lateral derecho, Iraola por delante, Javi Martínez titular en el pivote y David López de vuelta al extremo izquierdo. A medida que han ido pasando los minutos, el 4-4-2 ha derivado en un 4-2-3-1 para finalizar en el inicial 4-4-2.
Independientemente del sistema empleado, el Athletic ha sido fiel al guión del clásico: inicio caliente y todo el público, bueno, casi todo, volcado con el equipo. Javi Martínez ha creado el primer peligro en el minuto 5, aunque en el 8 ha llegado la opción nítida de desnivelar la contienda. Cannavaro ha fallado en su intento de despeje y el balón ha quedado muerto a los pies de Iraola, quien no ha podido ejecutar el deseado túnel bajo las piernas de Casillas, quien empezaba (y van..) a ser efectivo y seguía alimentando su fama de deshacedor de grandes entuertos.

El Real Madrid le ha dado trabajo a Aranzubia en tres ocasiones en tres minutos, del 9 al 12, pero el cancerbero ha resuelto el examen de los disparos de Robinho (dos veces) y Raúl. Todavía con el 4-4-2 local, el Real Madrid movía bien el balón y estaba empezando a desequilibrar el encuentro, al menos a la hora de la posesión. En esas Caparrós ha reordenado el equipo, pasando Ustaritz al pivote, Iraola al lateral y colocando a Javi Martínez en la banda derecha. Los rojiblancos han recuperado el resuello y el balón y con él las opciones. Un chut alto de David López desde fuera del área ha sido el preludio de otro pedazo de ocasión. Corría el minuto 27 cuando un centro de Koikili lo ha rematado muy bien de cabeza Llorente, pero Casillas se ha estirado a conciencia desviando el esférico.

Entre tanta igualdad las ocasiones han desaparecido hasta el descanso, salvo un gol anulado por fuera de juego a Ramos en el minuto 36. El Real Madrid ponía más toque y el Athletic más verticalidad, pero a veces envuelta en demasiada precipitación, perjudicial a la hora de lograr la soñada efectividad de cara al gol.
Antes de retirarse a los vestuarios, minuto 40, Orbaiz ha reemplazado a Ustaritz, quien ha notado mareos durante algunas fases de la primera mitad. El esquema ha derivado en un 4-2-3-1 con Yeste más adelantado y Etxeberria en banda derecha.

Así han comenzado las cosas en la segunda parte, pero al Athletic le faltaba el inicio explosivo y era el Real Madrid quien manejaba la contienda. Sin tiempo para equilibrar la balanza un balón perdido por Ocio en el minuto 54 ha terminado con un disparo letal de Van Nistelrooy, quien parecía no estar en el partido. El cero a uno nos ha retrotraído a esos tiempos no tan lejanos en los que las disputas contra Real Madrid o Barcelona eran equilibradas y sólo un chispazo de calidad de alguien que estaba sin hacer ruido hacía que nos fuéramos de vacío de San Mamés. No vale para nada, pero es un clásico en los clásicos.

En pleno calentón Orbaiz y Amorebieta han visto sendas cartulinas amarillas y Aduriz ha reemplazado a Javi Martínez en el minuto 59. Yeste ha regresado a la zona de creación y el equipo al 4-4-2. David López ha disparado, alto, fuera por poco en el minuto 63 cuando parecía ser factible colgar el balón al área y en el 66 el resucitado Van Nistelrooy ha querido entrar hasta la cocina, pero tras sortear a Aranzubia ha visto como Koikili le arrebataba el esférico de los pies.

Tres minutos más tarde Gabilondo ha entrado por Etxeberria y David López ha pasado al extremo diestro. Era la hora de la última ofensiva. Para intentar abortarla Robinho ha lanzado un zapatazo al poste en el minuto 70. Había vida y esperanza, mayor la segunda que la primera visto el resultado obtenido.

En su turno de réplica el Athletic ha tenido una jugada clásica para empezar, ya que una internada de Koikili ha terminado con un centro raso interceptado por la mano que Diarra apoyaba en el suelo. Esa circunstancia ha sido argumentada por el árbitro para explicar del modo clásico el no-penalti, pero el brazo ha cortado con claridad el centro. Ha sido la decisión más complicada que ha tenido que afrontar, junto a un golpe recibido en su propia área por Cannavaro, pero en esa ocasión tenía más difícil presenciar lo sucedido.

En líneas generales y sin ser decisiva, la actuación arbitral ha sido la clásica con este tipo de contendientes. El desequilibrio al mostrar las cartulinas ha sido patente. Merecidas las del Athletic en el caso de sus hombres “claves” por su posición, léase Orbaiz y Amorebieta, ha sobrado la de Yeste, pero en el caso del Real Madrid la mostrada a Sneijder era evitable, Robinho la ha visto “fácil”, pero dos de sus hombres de referencia en la tarea de contención, como Diarra y Sergio Ramos, han terminado el partido sin mácula en su expediente. En el caso de Ramos, éste se ha destacado por su habilidad a la hora de imitar el gesto de la coz en sus disputas con Koikili. Además, Llorente sigue creciendo y la lección de hoy le hablaba de cómo recibir decenas de faltas de uno u otro central sin sanción. Para terminar, aunque insistimos en que no ha resultado determinante, el período de prolongación ha sido de broma después de una segunda mitad salpicada de interrupciones propias de un duelo jugado con dureza, nobleza y mucha intensidad.

La culpa de la derrota, queda dicho, hay que buscarla en la falta de efectividad propia y en la mostrada por el rival. Casillas ha sido tremendamente efectivo en su trabajo y también ha destacado a la hora de alimentar con muchas tablas la memez, clásica desgraciadamente, de arrojar objetos a quien los pide desde el campo. Llevaba una buena racha de pulcritud San Mamés, pero el clásico puede con todo.

Tras la mencionada jugada del posible penalti, minuto 72, tan sólo sesenta segundos después Llorente ha penetrado con decisión al recibir un balón en profundidad y su disparo cruzado ha sido desviado lo justo, a corner, por Casillas. Una más. Su saque ha sido jugada ensayada, pero el guardameta del Real Madrid no ha perdido el sitio y ha detenido la volea de Iraola. Era el turno para medir la efectividad del Athletic y no se ha saldado con fortuna.

A falta de un cuarto de hora Schuster ha metido a Gago, y más tarde a Guti, con la intención de matar el partido y lo ha conseguido. Con más huecos y el colchón del marcador Baptista casi marca de falta en el 77 y Robben, sustituto de Robinho, ha buscado el tanto de vaselina casi al final. Los rojiblancos, todo corazón y ya bastante menos cabeza, han porfiado hasta el postrero pitido, pero sin puntería.

Se ha refrendado en este clásico la impresión de que el equipo crece, como se viera ante Deportivo y Valencia, pero es difícil consolidar estirones sin puntos. Al menos queda la creencia de que poniendo las mismas dosis de entrega es seguro que llegará la efectividad. Así lo ha entendido también hoy nuestra fiel hinchada.