Athletic Club - Valencia CF

El Athletic Club ha derrotado 5-1 al Valencia (Javi Martinez, Llorente 2, Iraola y Aduriz; Villa el visitante) y además de completar una noche de fútbol redonda, nuestro equipo ha espantado los fantasmas clasificatorias que podían haber aparecido dados los resultados de la jornada. El ritmo, la presión, la garra, el coraje y las ganas han sido sazonadas con grandes dosis de calidad tal y como ha quedado de manifiesto en alguno de los goles. Finalmente han sido cinco, pero podían haber sido seis de no invalidar el asistente uno obtenido por Etxeberria en el que no existía posición antirreglamentaria alguna.

Cinco goles para nuestro equipo no son el pan de cada día. En San Mamés hay que remontarse al siglo pasado para encontrarlos en un partido de Liga (1998-1999 Athletic Club 5-Alavés 0, 1997-1998 Athletic Club 5-Mérida 1 y en la 1996-1997 Athletic Club 6-Logroñés 0 y Athletic Club 5-Hércules 0) pero no en Copa, ya que el partido contra el Lanzarote de la 2004-2005 terminó 6-0. Curiosamente fuera de casa los recuerdos son de este siglo con el 1-5 a Osasuna en la 2002-2003 y el inolvidable 1-7 al Standard de Lieja en la Copa de la UEFA 2004-05.

En esta ocasión han sido cinco goles a un campeón de Copa repleto de nombres ilustres en el mundo del balompié, aunque aquejado de parecidos males a los sufridos por nuestro equipo durante las anteriores dos campañas. Por eso en San Mamés no han gustado algunos gritos de “A Segunda”, pese a que han sido escuchados por nuestros expedicionarios en numerosos campos, incluido el de Valencia. Son momentos difíciles para cualquier equipo y en entender la crudeza de esas situaciones tiene sobresaliente cum laude nuestra afición.

Por nuestra parte, después de sumados los tres puntos de hoy, el descenso está a nueve, la Intertoto a uno, a cinco la UEFA y a otros nueve la Champions League. Reflejo del enorme equilibrio existente en esta Liga. Cinco partidos para el final con todo abierto pese a la innegable dificultad del calendario restante.

De paso, el Athletic ha cortado de raíz las infundadas acusaciones vertidas tras el final, en Riazor, de la racha de seis partidos sin perder. Insinuar o afirmar en esa tesitura que el Athletic prácticamente se había dejado ir una vez llegados a los 43 puntos (que visto lo visto igual son al final insuficientes) no es sino una muestra más de la falta de equilibrio que rodea al comentario futbolístico en general y al del Athletic en particular. Lo que ayer era adiós a las competiciones europeas hoy será desaforado elogio y reaparición de objetivos. Y así se cumplirá aquello de partido a partido. En fin, que el fútbol sigue siendo fútbol en las derrotas y en las victorias.

Y como es fútbol el Valencia seguro que no esperaba el correctivo que se ha llevado de San Mamés. Y menos una vez vistos los primeros minutos, no porque hicieran méritos para irse por delante, sino porque ambos equipos han mostrado excesivas dosis de respeto mutuo y casi idénticas de errores. Ambos querían, pero ambos perdían el balón sin llegar a las zonas calientes. En nuestro equipo, además, el encargado de dinamizar al grupo, Yeste, estaba a malas con su tobillo derecho y eso ha ralentizado en exceso el ritmo de juego rojiblanco. Sin embargo el uno de cero de Javi Martínez, con la inestimable colaboración de Albiol, en el minuto 20 ha acentuado tendencias. En el Athletic la ascendente y en el Valencia la descendente. El Athletic le ha metido ritmo al partido, ha presionado sin pudor y salvo una falta bien lanzada por Villa, los ches poco más han hecho de peligro en toda la primera mitad. El 1-4-1-4-1 planteado por Koeman poco podía ante el orden rojiblanco, pero extrañamente nuestros jugadores desaprovechaban demasiadas opciones por intentar jugadas tan difíciles como espectaculares.

Con la que ya parece tradicional ventaja al descanso se han retirado los rojiblancos y, por ende, con la habitual duda ¿Será otra segunda parte repleta de sufrimiento y trabajo defensivo a destajo? Por de pronto el Valencia ha entrado al campo con Joaquín y Morientes en lugar de Maduro y Arizmendi. Pólvora para un 1-4-4-2 que. Teóricamente, las malas lenguas dicen que prefieren los futbolistas ayer naranjas, En el Athletic Club Garmendia ha suplido al lesionado Yeste.

Las dudas se han disipado enseguida, ya que en el minuto 47 el Athletic se ha marcado una jugada de pañuelos que si hubiera sido realizada por otro equipo con más prensa coparía minutos en prime time. Iraola ha cedido el balón en el centro del campo a Etxeberria quien ha pasado a Susaeta, situado a su lado, y éste ha mandado en largo por la banda para Iraola quien ha cedido e Etxeberria quien antes de entrar al área ha enviado raso y por entre las piernas de un rival hacia Llorente. El delantero de Iruñea ha metido la punta de su pie derecho y el balón ha besado la red. Dos a cero.

El Valencia no se ha rendido y tanto Morientes, disparo raso repelido por Armando, como Joaquín, chut fuera, han probado fortuna frente a un Athletic eléctrico, más listo y vivo que nunca, tan vertical como rápido y que en el minuto 66 ha dejado finiquitada la contienda. Un pase perfecto en profundidad de Garmendia a Llorente ha empezado con una vaselina interruptus del delantero, pero Mora no ha podido retenerla del todo y el rechace lo ha introducido Llorente merced a un buen giro de pie. Tres a cero.

Edu ha reemplazado a Mata y el Valencia se ha fortalecido un pelín, mientras Caparrós introducía a Aduriz por Llorente. En esa faseVilla ha reducido distancias en lanzamiento de falta, con la inestimable ayuda de Amorebieta. Corría el minuto 75, pero el Athletic no estaba para concesiones y ha seguido pisando el acelerador. Le han anulado un gol a Etxeberria que hubiera sido la guinda a su trabajo entre líneas de hoy, pero él ha seguido colaborando en la tarea grupal. Así las cosas Iraola ha encontrado el premio del gol en el minuto 85 después de que el cuero circulara de nuevo con criterio. Iraola ha cogido el balón en su campo, se lo ha cedido a Susaeta, éste a Etxeberria y el pase en profundidad del delantero iba dirigido a un Iraola que no había cesado de subir acompañando la jugada. Tras pelear el balón con un defensa ha resulto raso y con la izquierda. Cuatro a uno.

Y puestos a repartir, Aduriz también ha rentabilizado sus minutos con numerosas intervenciones de las que podemos destacar un chut fuera por poco tras regatear a Albiol, un pase de gol a Etxeberria aunque el colegiado a instancias del asistente ha anulado injustamente la jugada y un gol de cabeza en el descuento tras la tercera asistencia de Etxeberria. Cinco a uno.

Mano al Valencia, justa y merecida, aunque Koeman pusiera la nota de humor al mencionar que el Athletic había tenido más o menos suerte al marcar cinco de ocho intentos. Ahora llega la visita a un líder que puede proclamarse campeón matemático en cualquier momento. Una cita en el Santiago Bernabéu que, pase lo que pase en el marcador, será una jornada feliz si finalmente Carlos Gurpegi regresa, como así parece, a los terrenos de juego. Dónde, y en el Bernabéu. El fútbol tiene estas cosas y como las mencionadas líneas atrás según vienen habrá que tomárselas.