Athletic Club - RC Recreativo

El Athletic Club y el Recreativo han empatado a un gol en San Mamés, pese a que los visitantes han hecho más méritos para llevarse los tres puntos en litigio. Aitor ha hecho el 0-1 en la primera mitad y en la segunda Javi Martínez ha empatado de cabeza. Visto lo visto, el mejor dato de un flojo partido ha sido el constatar que las cosas siguen igual en lo clasificatorio.

El primer período ha sido tan triste como aburrido, por parte de ambos equipos. Sin ocasiones y sin ritmo. En ese contexto, por razones obvias, era el Recreativo el equipo que más cómodo se sentía sobre el terreno. Bien plantado con su 4-1-4-1 le ha creado muchos problemas al Athletic Club, sobre todo a la hora de poder crear juego, obligando a nuestro equipo a un exceso de balones largos sin mucho sentido. En medio de la nada el que mejor ha administrado el cuero ha sido el cuadro onubense y, sin alardes, en el minuto 32 ha sacado rendimiento a un balón que ha recogido Camuñas a espaldas de Balenziaga para caracolear el borde del área hasta que ha habilitado con tranquilidad a Aitor y éste ha fusilado a Iraizoz.
Ni siquiera ha existido reacción palpable local, si exceptuamos un remate de cabeza de Gabilondo a las manos de Riesgo tras centro de Iraola. Eso y un penalti reclamado por Joseba Etxeberria en el minuto 26 componen un flojo balance para un equipo que no cae en casa desde hace muchos partidos.

Y de mencionar un posible penalti a una jugada similar en el área contraria nada más reanudarse la contienda, en una segunda mitad mucho más eléctrica. Ha sido sacar de centro, perder el balón y un pase desde el círculo central por el centro de la defensa ha llegado a Adrián Colunga quien comenzaba su particular calvario ante Iraizoz. El delantero ha intentado quebrar al meta y éste ha metido la manopla para tocar cuero y bota. El balón ha salido despejado, pero las dudas las ha disipado el colegiado mandando seguir. Una jugada que, evidentemente, no ha gustado nada a los visitantes y que ha abierto la puerta a una segunda parte con decisiones arbitrales para todos los gustos.

Sin tiempo para la reflexión, un centro de Gabilondo lo ha atrapado con sufrimiento Riesgo en el minuto 48 y en el minuto 49 un lanzamiento de falta del mismo Gabilondo ha sido rematado de cabeza a gol por Javi Martínez. A falta del pan de Llorente no eran malas las tortas de Martínez para que todos los asistentes se engancharan al choque. El partido se abría, pero quizá demasiado para el Athletic.

Nuestro equipo ha seguido con su intención de dar la vuelta al partido, ya con Toquero y Susaeta en el campo al haberse quedado en el vestuario Etxeberria y David López, pero los de Lucas Alcaraz, siempre con la miel en los labios en San Mamés, han sabido leer mejor el partido en un encuentro que se ha convertido de ida y vuelta. Por ejemplo en el minuto 55 Colunga ha disparado raso fuera y en el 56 su vaselina se ha marchado alta. Los rojiblancos eran el corazón y los onubenses la cabeza. Con las pulsaciones a tope un saque de esquina a favor en el minuto 64 se ha convertido, como ocurre a veces, en una contra casi letal muy bien conducida por Barber, quien incluso se ha permitido levantar la testa para dejársela a placer a Adrián Colunga, aunque no contaban con Iraizoz y su parada de la tarde. Dos minutos después ha detenido un balón, más fácil, a Iago Bouzón tras saque de esquina.

Afortunadamente el partido se ha sosegado entre cambio y cambio sin retoques esquemáticos: Del Olmo por Gabilondo, Maidana por Aitor y Javi Fuego en el lugar de Barber. Tras la calma la dinámica tampoco ha cambiado mucho. Maidana ha intentado sorprender a Iraizoz desde lejos, Del Olmo le ha dado algo de trabajo a Riesgo y en el minuto 82 Camuñas sí ha gozado de una ocasión más clara, pero su chut se ha marchado fuera.

Los aficionados, como el equipo ayer también bastante menos entonados, y los jugadores han interiorizado que la igualada no era mal botín y en el aire flotaba el inconfesable deseo de que el voluble colegiado, como hemos podido comprobar esta temporada, diera por finalizado el choque. Sin embargo, entre forcejeo en el área propia y balón que la rondaba, la magia del fútbol ha hecho que las dos últimas opciones fueran rojiblancas y ambas en el descuento. Un chut forzado de Orbaiz y, la última, en la jugada que clausuraba el partido cuando tras un saque de esquina el cuero ha llegado a Ion Vélez, pero la cabeza de Iago Bouzón ha impedido bajo palos que pudiéramos hablar de la suerte del campeón y tópicos similares.

Cuando no se puede ganar el empate no es malo. Como ha mencionado el entrenador Joaquín Caparrós en la sala de prensa de San Mamés, es difícil sustraerse del ambiente generado en torno a la vuelta de las semifinales de Copa. Empero, cuanto antes se cosechen las cuatro victorias que sellen la tranquilidad liguera, mejor que mejor. Mientras tanto UEFA, a seis puntos, y descenso, a nueve, siguen a la misma distancia. El siguiente objetivo es restañar heridas y conseguir en Getafe la primera victoria en el Alfonso Pérez, sin importarnos que fuera con la suerte cambiada respecto a lo que vimos en la primera vuelta. No sería un mal empujón.