Athletic Club - Real Oviedo

Athletic Club 1 Real Oviedo 0


El Athletic Club ha derrotado 1-0 al Real Oviedo SAD en un partido con poco que relatar. Ander Herrera ha marcado en el minuto 74 (ha hecho, como De Marcos, goles en las tres competiciones) para poner el dos a cero definitivo en la eliminatoria, lo que permite a nuestro equipo estar presente en el sorteo que se celebrará el viernes 23 de diciembre en Madrid, un emparejamiento que se hará extensible al resto de eliminatorias por disputar hasta semifinales.

Al contrario que lo ocurrido en el partido de ida, al Athletic Club le ha costado más hacerse con el choque y ha creado menos opciones de gol, con mayor efectividad, si bien el rival tampoco ha derrochado recursos ofensivos y ha destacado, sobre todo, por su intensidad y orden para dificultarle más de lo previsto la circulación de balón a nuestros jugadores, que solo al final se han impuesto con cierta nitidez.

El Athletic Club ha tenido poca capacidad de respuesta, sobre todo en la primera mitad, ante el juego directo a más no poder de su rival. Defensas y delanteros no dejaban demasiado resquicio a la elaboración y apostaban por buscar a Martins y Rubiato con la propina de las jugadas de estrategia. En la primera de las disputas Amorebieta se ha llevado la peor parte con cinco puntos de sutura en la ceja izquierda y varios minutos más con temor a la hora de las pugnas aéreas.

Pese a todo el inicio nos ha dejado una opción de Muniain a pase de Susaeta con remate desviado desde bastante cerca. En cambio, de ahí al descanso el panorama no ha sido nada alentador y si el día y la hora invitaban a otros menesteres, el juego visto y la algarabía unidireccional de los hinchas visitantes han hecho el resto.

El Athletic no podía, pero el Oviedo tampoco, aunque no estaba a disgusto con el balón por el aire o en zonas poco o nada comprometidas ante la superioridad artificial, sin profundidad apenas, de los rojiblancos. De hecho hasta el descanso lo reseñable se resume en un balón en profundidad que Muniaian ha rematado forzado en el 16, en un chut alto de Herrera tras jugada ensayada a saque de falta en el 37, y un cabezazo de Herrera desde fuera del área tras salida y despeje corto del cancerbero visitante. En el otro lado de la balanza, en el minuto 43 Juanpa ha disparado desde lejos a las manos de Iraizoz, cuya mayor preocupación en la primera parte ha sido intentar que el balón fluyera con criterio desde sus dominios, justo la contraria que la de los atacantes ovetenses, muy perseverantes en la presión y bien respaldados en la grada.

Precisamente esa falta de profundidad desde los primeros pases, ha sido lo que ha hecho comparecer en el campo a San José en lugar de Iñigo Pérez, para jugar con tres centrales claros y dotar de más presencia en la medular a Iturraspe, pero también a los dos laterales.

Con todo el ambiente seguía frío, más aun cuando Jandrín ha chutado fuera por poco en el minuto 46 y los hinchas foráneos aprovechaban la coyuntura para dejar alto el pabellón y se permitían licencias con Iraizoz desde detrás de la portería o incitaban a pisar a algún jugador del Athletic caído ante la actitud entre indiferente y expectante de la mayor parte de la grada, deseosa de certificar el pase a octavos lo antes posible.

También como ocurriera en la ida, la ocasión de Jandrín al inicio de la segunda mitad ha sido el mayor aporte ofensivo del Oviedo y los rojiblancos, poco a poco, han aumentado sus prestaciones, también sin dilapidar en exceso, pero demostrando alguna de las ventajas que, a día de hoy, propicia la diferencia de dos categorías. Así, en el minuto 55, un cabezazo de Aurtenetxe ha encontrado bien colocado a Dani Barrio.

Ibai ha entrado por Susaeta en el 56, y mientras el Athletic acechaba con más tino, sin excesos, la meta rival, al Oviedo no le dolían prendas a la hora de triplicar el número de infracciones, circunstancia que ni siquiera se ha reflejado en las cartulinas amarillas mostradas a uno y otro equipo. La estrategia era casi lo único que mantenía las opciones ovetenses (Rubiato en el 65 ha cabeceado alto) pero el Athletic ha ido a más.

Martínez ha cabeceado en el 68 y su prolongación no ha podido ser empujada a gol por Muniain, aunque la grada ha despertado de su letargo en el 70 con un testarazo de Toquero al larguero a la salida de un córner, un derechazo de Herrera fuera y, era cuestión de tiempo, el gol de la tranquilidad. Iraizoz ha tenido la suficiente paciencia para dejar pasar segundos y rivales antes de enviar el balón a Muniain. Una vez enfilado, desde su campo, hacia el marco astur, ha comenzado un slalom vertiginoso y vertical, con pase a Iraola y éste también ha tenido la tranquilidad necesaria para levantar la cabeza y ver la entrada de Herrera para que éste abriera el marcador con un disparo raso.

Ya estaba hecho lo más difícil y salvo un chut lejano de Busto detenido por Iraizoz tras un anterior servicio defectuoso del cancerbero y un cabezazo de Herrera, parado sin problemas por Barrio, la noche no estaba para exhibiciones.
Deberes completados antes de la semana de vacaciones, es decir, adelante y con aspiraciones en las tres competiciones, por lo que resulta imprescindible recargar la batería, ya que, no nos olvidemos, el 4 de enero la Copa llamará de nuevo a la puerta.