El Athletic Club silenció Anoeta en el descuento. Cuando todo el Reale Arena disfrutaba de una victoria que les lanzaba en el campeonato, apareció Iker Muniain para impartir justicia. Provocó una falta en el vértice del área y sacó petróleo con un lanzamiento que sorprendió a Remiro. Empate a uno con diez rojiblancos después de que Iñigo Martínez hubiese visto la segunda amarilla, la primera tras un penalti que transformó Isak.

Fue un partido de detalles. El primero, cuando nada más comenzar Iñaki Williams desbordó a Remiro y cuando iba a empujar la pelota a las mallas fue frenado por Elustondo. Hubo quien interpretó pena máxima. La Real apenas hacía daño con un par de acciones de Isak, frenadas por Simón. La primera mitad fue de contadas ocasiones, siendo el Athletic el que tuvo las más claras.

Volvió a salir el equipo de Marcelino mejor tras el descanso. Remiro sacó con la mano un cabezazo de Raúl García a centro de Dani. Sin embargo, cuando Yeray se había lastimado en una acción, los de Imanol colgaron una pelota al área y llegó el penalti de Iñigo Martínez sobre Merino, que se dejó caer en cuanto notó el contacto.

El Athletic buscaba el empate y lo tuvo cerca Berenguer de cabeza tras un gran centro de Iñaki Williams. Debutó Petxarroman en su antigua casa y de repente, llegó la segunda amarilla a Iñigo, por una acción que en la primera mitad no se vio amarilla en un codazo de Januzaj sobre Yeray.

La Real se dedicó a especular y lo pagó caro, porque el equipo de Marcelino nunca se rinde. Llegó el tanto de Muniain de falta y el más de medio millar de seguidores rojiblancos lo celebró a lo grande. Un punto para seguir creciendo.