Athletic Club - Levante UD

El fútbol hizo justicia. El mejor Athletic de la temporada no se podía llevar un resultado adverso ante un Levante al que había minimizado y que se encontró con un tesoro en forma de gol en la última jugada de la primera parte. Iker Muniain, de cabeza al segundo palo, y Capa, con un fantástico disparo cruzado a tres minutos del final a la salida de un córner, forjaron una voltereta merecidísima.

San Mamés, con algo más de 33.000 valientes que desafiaron al frío y la lluvia, merecieron el premio por fieles. Más aún los que se quedaron hasta el pitido final, tema de conversación durante la semana. Es de esperar que después de comprobar la oleada de ocasiones, el recital del fútbol ofensivo ante los levantinos, se sumen muchos más frente al Granada. Si hay empate entre Getafe y Osasuna, el Athletic terminará la jornada en puestos europeos.

Parecía imposible batir al ex rojiblanco Aitor Fernández, que en la primera mitad se hinchó a parar. Lo sufrieron Muniain, Unai López, Raúl García, Yuri… No había manera. Y como suele suceder con los tópicos del fútbol, se perdona tanto que se acaba pagando. Fue en una jugada con un punto de desgracia, la última de la primera fase, en la que Postigo coló un balón entre las piernas de Simón de aquella manera.

No importó porque el Athletic, tremendo en verticalidad, paciente en el toque y sensacional en defensa, siguió picando piedra. Después de que Simón frenase la segunda y última acometida granota a disparo de Campaña, empezaron a sumarse más ocasiones. Llegó una de cabeza de Iñigo Martínez y el premio al esfuerzo de Capa, que corrió a una pelota larga de Yeray hasta el banderín de córner, centró y Muniain (no remata de cabeza el más alto, sí el más listo) encontró la red.

San José, también en un testarazo, estuvo cerca del 2-1, que llegaría gracias a la fe del enorme Capa, que celebró con júbilo su inolvidable bautismo goleador como león. Lluvia y remontada, esto es San Mamés. Regresa el fortín.