El Athletic Club ha derrotado 2-0 al Sevilla FC en San Mamés. Dos goles de Iñaki Williams, ambos de gran belleza, han valido para que el equipo finalice la primera vuelta con 22 puntos tras cinco jornadas consecutivas de LaLiga sin perder, fuera de los puestos de descenso, pero con la consciencia colectiva de que el camino será aun largo hasta que llegue la tranquilidad.

Una victoria merecida. Nuestro equipo ha sido superior en el cómputo global y, para ello, ha sabido leer muy bien la contienda y la forma de disputarla. Estaba claro que cada partido era una historia diferente y que el de hoy tampoco tendrá nada que ver con el del miércoles.

La presión en su momento y lugar adecuados y una defensa bien engrasada han permitido hacer daño al Sevilla y, además, en la tarea ofensiva Williams ha terminado con su sequía casera en el instante preciso: 100 partidos consecutivos en LaLIga.

En el primer gol ha definido perfectamente un balón recibido al espacio y el equipo ha aguantado sin fisuras hasta el descanso. La reanudación ha traído un encuentro más parejo, pero los caminos que llevaban a Herrerín eran angostos y poco transitables. Queda todo dicho si a esto le unimos que Williams guardaba gasolina en el depósito y más allá del minuto 80 ha mostrado una carrera de más de 50 metros para sentenciar la contienda. Todo muy merecido, en lo personal y en lo colectivo.

Tras saborear el triunfo toca volver a una eliminatoria de Copa cuesta arriba contra el Sevilla y a pensar en el inicio de la segunda vuelta ante un Villarreal que también está metido en la pelea por la salvación.

Athletic Club2 : 0Sevilla FC