Athletic Club - Rayo Vallecano

Estallido de alegría en San Mamés. El Athletic ha hecho botar a su público como hacía tiempo con una exhibición de control de juego y pegada para derrotar por 4-0 al Rayo Vallecano, al que ha hecho más tantos en un partido que en sus siete anteriores a domicilio para abrir brecha europea desde la quinta plaza. Todo ha salido a pedir de boca: Nico Williams ha estrenado su renovación hasta 2027 con un golazo de bandera que ha puesto la guinda a un gran partido. Guruzeta e Iñaki Williams marcaron cada uno su séptimo tanto liguero… ¿Qué más se puede pedir?

Se ha instalado el estado de optimismo en el Athletic, aunque esto va de ir partido a partido y el jueves toca el Cayón en Copa. En cualquier momento salen las dificultades, como se demostró en el calentamiento con la lesión de Vesga, que hizo entrar en el once a Ander Herrera casi sin estirar los músculos. Los leones tuvieron un control absoluto del juego. Primero, neutralizó a los de Francisco con una lección de tranquilidad con balón. Y robó arriba. Primero, en un gol anulado a Guruzeta por milímetros tras un pase de Nico Williams. Pero Gorka no se rindió y volvió a anotar nueve minutos después, en el 23, tras un robo de Iñaki a Óscar Valentín y gran pase de Sancet.

Volvió ser clave la entrada en la segunda parte, en la que el Athletic fue intenso. Tras un susto de cabeza de Unai López, Sancet montó una contra para Iñaki y su centro lo desvió Espino a su propia portería. 2-0 y en el minuto 47…

San Mamés se puso a animar sin cesar sobre la hora de juego como lanzando al equipo hacia arriba. Y llegó la algarabía de los Williams. El 3-0 fue mágico, una combinación de gran equipo. Aparecieron Nico, Sancet y Guruzeta para poner en bandeja al mayor de los Williams un gran balón en el segundo poste. No perdonó.

Faltaba el tanto de Nico, muy jaleado por la grada toda la tarde. Fue con una acción en la que sacó toda su clase a pasear, con engaño y tiro cruzado que besó las redes tras pegar en el poste. En otra época y por el contenido, hubiesen salido a pasear los pañuelos. El Athletic dosificó ante un Rayo entregado y San Mamés se lo pasó en grande y coreó al menor de los Williams como lo que es, un tremendo futbolista.