UD Almería - Athletic Club

El Athletic Club se ha llevado un empate amargo de Almería, donde ha disfrutado de media hora en superioridad numérica y no la ha traducido en grandes ocasiones. Eso sí, disfrutó de dos clarísimas opciones, en sendos cabezazos de Paredes, en la primera parte, y de Raúl García, que pudo agigantar su leyenda en el partido 600, en el minuto 86, cuando su testarazo de exposición a centro de Herrera pegó en el interior del poste cuando se cantaba el gol.

Hay que quedarse con el punto, no queda otra. Acerca a los leones a dos del cuarto puesto, ahora en manos del Atlético, y porque la cosa pudo ser peor en un contragolpe final de Marezi que lamió el larguero. Toca coger aire y preparar la visita del Girona en una semana, en la que San Mamés debe ayudar a recuperar el olfato ofensivo.

Pronto se vio que iba a ser una noche difícil, había muchas imprecisiones que impedían coger ritmo en ataque. Aunque Vesga avisó con un zurdazo de salida, los  leones no disfrutaron de una clara opción hasta un soberbio cabezazo de Paredes en un córner muy tocado de Unai Gómez. Paradón de Maximiano de postal. El meta local había frenado antes otro disparo al cuerpo de Villalibre. Simón vivió plácido salvo un remate cercano de Lozano.

Valverde metió a Raúl y Muniain tras el descanso y la segunda amarilla que provocó De Marcos a Ramazani en el 52 parecía un paso definitivo hacia el triunfo. Pero el Athletic no encontró la manera de desordenar al equipo de Gaizka Garitano, tuvo los tres puntos en la cabeza de Raúl y cogió aire tras la contra final del Almería.